¿Qué significa 1 Corintios 11:16?
LBLA: Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios.
NBLA: Pero si alguien parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios.
NVI: Si alguien insiste en discutir este asunto, tenga en cuenta que nosotros no tenemos otra costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios.
RV1960: Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
JBS: Con todo eso, si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la Iglesia de Dios.
Comentario del verso:
Pablo comenzó esta sección haciendo una referencia sobre la importancia de retener las "instrucciones" que les entregó a los cristianos de Corinto. Esas instrucciones podían ser buenas (2 Tesalonicenses 2:15), o malas (Mateo 15:2), dependiendo de a lo que se refirieran. Quizás, dentro de esas instrucciones, se incluía esta práctica de que las mujeres se cubrieran la cabeza cuando participaran en los servicios de adoración y oraran o profetizaran en público.

La idea general de este pasaje es que la cultura y la sociedad entienden ciertos comportamientos y estilos de vestir de diferentes maneras. Por ejemplo, el tipo de ropa que llevamos o cómo nos cortamos el pelo significa una cosa u otra dependiendo de la sociedad. En el caso de la antigua Corinto, cuando una mujer no se cubría la cabeza eso se interpretaba como un signo de disponibilidad sexual, prostitución o adoración de ídolos. Como tal, era inapropiado que las mujeres no se cubrieran la cabeza en las reuniones cristianas. De hecho, lo contrario también era cierto: cuando un hombre se cubría la cabeza también enviaba señales o mensajes contradictorios durante las reuniones cristianas (1 Corintios 11:4–5).

Estos estándares culturales eran, en ese momento, casi universales y una cuestión de sentido común. Como tal, Pablo señala que ninguna iglesia cristiana de su época tenía la práctica de permitir que las mujeres oraran o profetizaran con la cabeza descubierta. Pablo parece estar dirigiéndose a las personas que quizás podrían oponerse a sus enseñanzas. A las personas que tuvieran algo que decir al respecto, Pablo parece decirles: "yo no hago esto, ni tampoco lo hacen las otras iglesias", lo que nos sugiere que el asunto se había decidido. Cualquier corintio que no estuviera de acuerdo no debería tratar de cambiarlo.
Resumen de contexto:
En 1 Corintios 11:2–16, Pablo intenta corregir una práctica inapropiada que algunas de las mujeres de Corinto se estaban tomando a la ligera. Contrariamente a las normas sociales de esa época, ellas no se cubrían la cabeza cuando oraban o profetizaban ante la iglesia. Pablo insiste en que la apariencia de las mujeres y de los hombres podría comunicarles mensajes indebidos a los demás acerca de la relación que tenían con Dios. Los detalles culturales pueden variar, pero el principio siempre es el mismo: los hombres y mujeres cristianos deben ser "respetables" tanto en comportamiento como en su vestimenta. Paralelamente, esta enseñanza también trata el tema del liderazgo espiritual.
Resumen del capítulo:
Pablo trata de ayudar a la iglesia en Corinto con dos problemas específicos que no se estaban tratando correctamente. Primero, algunas mujeres no se cubrían la cabeza mientras oraban o profetizaban durante las reuniones de la iglesia. Pablo dijo que debían hacerlo, y que los hombres no, basándose tanto en la relación que la humanidad tiene con Dios como en las implicaciones sociales que todo eso conlleva. Segundo, Pablo también describe las razones por las que la Cena del Señor es tan importante y la manera en que se debía celebrar. Los cristianos de Corinto se habían ganado el juicio de Dios por haber participado en la comunión de una manera que deshonraba el sacrificio que Cristo hizo por nuestros pecados y también humillaba a las personas más necesitadas que había entre ellos.
Contexto del capítulo:
Después de concluir su enseñanza sobre la carne que se le ofrecía a los ídolos, Pablo vuelve a tratar dos temas con los que la iglesia de Corinto necesitaba ayuda. El primero era el hecho cubrirse la cabeza al orar o profetizar en sus reuniones. Las diferencias que hay entre los hombres y las mujeres en ese sentido tienen razones tanto espirituales como sociales. Pablo también corrige la forma tan desastrosa en la estaban participando en la Cena del Señor. De hecho, estaban deshonrando tanto el sacrificio de Cristo por el pecado como a los pobres que formaban parte del cuerpo de Cristo, la iglesia. A pesar de que tenía más cosas que decir sobre la comunión, Pablo pasará al tema de los dones espirituales en el capítulo 12.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/22/2024 11:48:55 PM
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