1 Corintios 12:9 - Printer Friendly

LBLA: a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único Espíritu;

NBLA: a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidad por el único Espíritu;

NVI: a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos;

RV1960: a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

JBS: a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;

Pablo continúa enumerando los dones sobrenaturales que se les distribuye a los cristianos a través del Espíritu Santo. Entre los creyentes en la actualidad, algunas iglesias consideran que estos dones solo existían durante la era de los apóstoles. Otros grupos de la iglesia, sin embargo, creen que también existen en la actualidad. Al mismo tiempo, todos estos grupos están de acuerdo en que estos dones solo se pueden recibir través del Espíritu Santo y solo están disponibles para las personas que están en Cristo.

La realización de milagros, o poderes milagrosos, también puede incluir la capacidad de curar en algunos casos. Sin embargo, el verdadero propósito de esas demostraciones sobrenaturales es mostrar el poder de Dios para confirmar el mensaje del evangelio, así como promulgar el juicio de Dios.

La profecía generalmente se describe como la capacidad de poder comunicar mensajes de Dios, quizás con fuerza y convicción. Algunos creen que el don de profecía incluye la habilidad sobrenatural de describir cosas que el hablante no podría saber si no fuera por la revelación especial del Espíritu de Dios. Esos mensajes pueden tratar de cosas del presente o del futuro.

La capacidad de distinguir entre espíritus puede estar relacionada con la profecía: la habilidad sobrenatural de distinguir si una persona está realmente representando a Dios, o es un espíritu falso o demoníaco que esté intentando engañar al pueblo de Dios.

El don de entender diversos géneros de lenguas trata sobre la habilidad que un o una creyente puede desarrollar para finalmente hablar en un idioma que en realidad no conoce. Este don vino por primero vez en Pentecostés (Hechos 2:1–13), el cual le permitió a Pedro predicarle el mensaje de Jesús a gente que hablaba idiomas diferentes al suyo.

La interpretación de lenguas es la capacidad sobrenatural de escuchar a alguien que está hablando en un idioma desconocido para el intérprete, o generalmente para el hablante, y poder interpretarlo para que las personas que están escuchando puedan escucharlo en su propio idioma.

En 1 Corintios 12:1–11 Pablo habla sobre qué son los dones espirituales, quién los recibe y por qué se nos dan. Todas las personas que creen en Jesús son espirituales porque cada cristiano y cristiana tiene el Espíritu de Dios dentro. El Espíritu le da uno o más dones espirituales a cada creyente por el bien común de la iglesia. Sin embargo, esos dones no se ganan de ninguna manera, sino que son un regalo. El mismo Espíritu nos los regala, gratuitamente, y de acuerdo con Su sabiduría. Por tanto, no hay dones que sean más importantes que otros.

Pablo comienza a responder a otra pregunta que los corintios le habían hecho en su carta: ¿qué son los dones espirituales? ¿Quién los recibe? ¿y para qué sirven? Pablo dice que los dones espirituales no causan que los creyentes sean espirituales, sino que es el Espíritu de Dios que habita en ellos lo que les hace ser espirituales. Además, el Espíritu nos da uno o más dones espirituales a cada uno de nosotros para que los usemos para servir en la iglesia. La iglesia es como un cuerpo, en el que cada parte es necesaria, y todas las partes existen para servirse las unas a las otras. Por lo tanto, todo creyente debe descubrir qué dones ha recibido del Espíritu y valorar la función que puede cumplir con ellos dentro del cuerpo de Cristo.

Después de abordar los temas de cubrirse la cabeza y la Cena del Señor en el capítulo anterior, Pablo pasa al tema de los dones espirituales en 1 Corintios 12. Pablo insiste en que la exhibición de los dones espirituales no hace que un creyente sea más espiritual o importante que los demás. Cada creyente en Jesús tiene el Espíritu, y el Espíritu le da a cada creyente uno o más dones espirituales. Los dones se dan para el bien común, y la iglesia es como un cuerpo humano. Cada parte de la iglesia representa una parte del cuerpo, y todas las partes son esenciales. En el siguiente capítulo, Pablo hablará del amor cristiano de acuerdo a cómo lo entiende Dios.

La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.