¿Qué significa 1 Corintios 2:12?
LBLA: Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,
NBLA: Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,
NVI: Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.
RV1960: Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
JBS: Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es venido de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado;
Comentario del verso:
Pablo sabe que los cristianos de Corinto habían recibido el Espíritu Santo de Dios porque tenían una fe genuina en Cristo y habían alcanzado la salvación (1 Corintios 1:4–9). Todo creyente que confía en Cristo para alcanzar la salvación recibe el don del Espíritu Santo de Dios. Pablo dirá esto de una manera mucho más clara más adelante en esta carta (1 Corintios 12:13), tal y como lo hizo en sus otras cartas (Romanos 8:9; Efesios 1:13–14).
Pablo dice que, al ser cristianos, no hemos recibido el espíritu del mundo. En otras palabras, no se nos ha dado el tipo de actitud que solo acepta aquellas cosas que solo se pueden observar y resolver únicamente a través de la sabiduría y la razón humana.
Cuando llegamos a tener fe en Cristo, ese espíritu mundano es reemplazado por el Espíritu de Dios. A través de Él, adquirimos la capacidad de comprender lo que solo se puede comprender espiritualmente, más allá de nuestros sentidos. Dios nos ha revelado libremente esta información acerca de Su Hijo y la oportunidad de que podamos formar parte de Su familia. Dios quiere que las conozcamos y confiemos en todas estas cosas, ya que todas ellas son verdad.
Dicho de otra manera, este conocimiento de Dios y la habilidad de creer que es verdad no puede alcanzarse sin la ayuda del Espíritu de Dios. Por lo tanto, el conocimiento intelectual por sí solo es incapaz de guiar a una persona hasta el punto de tener fe en Dios y creer en el sacrifico que Jesús hizo en la cruz por todos nosotros (Santiago 2:19; Romanos 1:18–23).
Resumen de contexto:
1 Corintios 2:6–16 nos describe la diferencia que existe entre la sabiduría del mundo y la sabiduría de Dios. La sabiduría humana se limita a lo que se puede observar y resolver a través de la razón humana. Las Escrituras confirman y enfatizan continuamente que tanto la razón como el conocimiento son muy valiosos (Colosenses 2:8; 2 Timoteo 2:15), al tiempo que demuestran que de hecho existe una diferencia entre lo que la mente de una persona puede lograr y lo que el Espíritu de Dios puede revelarnos. La sabiduría de Dios, incluido Su plan de ofrecernos la salvación a través de la crucifixión de Cristo, debe recibirse y creerse a través del Espíritu Santo de Dios. Sin la ayuda del Espíritu, las personas no pueden creer en lo que es espiritual, y esa es la razón por la que rechazan las verdades espirituales, las cuales consideran un total y absoluto sin sentido. Sin embargo, los cristianos tienen acceso a la mente de Cristo debido al Espíritu Santo de Dios, el cual habita en nosotros.
Resumen del capítulo:
Cuando Pablo llegó por primera vez a Corinto, no les presentó a lo corintios el evangelio con palabras elocuentes ni con ningún tipo de sabiduría premeditada, sino que les presentó la verdad de una manera simple y directa para que su fe se basara únicamente en el poder de Dios y no en la sabiduría humana. Las personas que tienen el Espíritu de Dios son las únicas que pueden comprender las verdades que Dios nos ha revelado, incluido el hecho de que Cristo fue crucificado para pagar por los pecados de la humanidad. Las personas que no tienen el Espíritu de Dios están limitadas por la razón humana, y al final eso es lo único que acaban teniendo. El Espíritu de Dios hace posible que entendamos y creamos en las cosas espirituales.
Contexto del capítulo:
1 Corintios 2 retoma el hilo de pensamiento que Pablo dejó a mitad del capítulo anterior. Pablo les recuerda a los corintios que no hizo una exhibición impresionante de sus propias habilidades para hablarles, ni tampoco compartió todo su conocimiento cuando estuvo con ellos por primera vez. Quería que su fe se basara en el poder de Dios, no en la sabiduría humana. La sabiduría suprema de Dios sólo puede entenderse espiritualmente, la cual se nos revela a los seres humanos únicamente a través del Espíritu de Dios. Los que no tienen el Espíritu de Dios no pueden entender las cosas espirituales. Como resultado, esas personas rechazan la idea de que Cristo fue crucificado por nuestros pecados, y de hecho piensan que esa idea es una locura. A través del Espíritu, las personas espirituales pueden alcanzar la mente de Cristo.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/21/2024 5:47:40 PM
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