¿Qué significa 1 Corintios 3:22?
LBLA: ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es vuestro,
NBLA: ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo,
NVI: ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el universo, o la vida, o la muerte, o lo presente o lo por venir; todo es de ustedes,
RV1960: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro,
JBS: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir; que todo es vuestro,
Comentario del verso:
En este versículo y en el anterior, Pablo nos ofrece una nueva y asombrosa razón por la que los cristianos de Corinto no debían dividirse dependiendo de a qué maestro cristiano estaban siguiendo y a cuál no. Pablo estaba diciéndoles algo así como: "¿por qué limitarse a seguir la enseñanza de un solo maestro humano cuando Dios les ha ofrecido todos estos maestros como un regalo? ¿Por qué diría alguien: 'Yo sigo a Pablo', si Dios también le ha ofrecido a esa persona maestros como Apolos y Pedro, para que también pueda aprender de ellos?"

Ahora, Pablo expande la idea aún más: a las personas que están en Cristo les pertenece todo, el servicio de los maestros cristianos, el mundo, la vida y la muerte, el presente y el futuro. En otras palabras, ¿por qué deberían los creyentes limitarse por cualquier cosa que exista en el mundo, incluyendo la vida, la muerte o el tiempo? Cristo está sobre todo esas cosas, y nosotros estamos en Cristo.

Esto no quiere decir que todas las enseñanzas cristianas tengan el mismo valor. Unos versículos antes, Pablo dijo que algunos de los esfuerzos humanos que se hicieron en la Tierra no podrán resistirse al fuego del juicio de Dios (1 Corintios 3:12–15). Las Escrituras también nos advierten claramente sobre los peligros de juntarse o escuchar a maestros falsos (Gálatas 1:8–9; 2 Pedro 2:1). Sin embargo, los maestros de la verdad tienen nombres y estilos diferentes, pero todos enseñan lo mismo.

Pablo les está pidiendo a los cristianos de Corinto que acepten la idea de que, al estar en Cristo, no solo alcanzamos la salvación, sino que también recibimos todo lo que viene después de haber compartido la herencia de Cristo, el Hijo de Dios (Romanos 8:12–17). Todo lo que le pertenece a Dios nos puede a pertenecer a nosotros también a través de Cristo.
Resumen de contexto:
1 Corintios 3:10–23 amplía la idea que Pablo compartió antes sobre el hecho de que Dios es el único que es digno, no los seres humanos. Cada persona debe edificar sus ''obras'' sobre el fundamento de Cristo. Esas obras estarán sujetas a juicio, para ver si tienen o no un valor eterno. Las obras que permanecen por mucho tiempo se fundamentan en cosas valiosas, duraderas y preciosas tales como la sabiduría y la verdad. Sin embargo, los materiales baratos y frágiles no podrán resistirse al fuego del juicio de Dios.
Resumen del capítulo:
Pablo todavía no considera que los cristianos de Corinto fueran personas "espirituales". Aunque estaban en Cristo, continuaban viviendo para la carne. A nivel espiritual eran como niños, y no estaban listos para recibir comida sólida. Las divisiones que había entre ellos evidenciaban que todavía se están sirviendo a sí mismos, ya que se encontraban en mitad de un debate que trataba sobre a qué maestro debían seguir. Pablo insiste en que tanto él como Apolos eran meros siervos del Señor y colaboradores. Por lo tanto, no estaban compitiendo entre sí. Las personas que estaban guiando a los corintios debían edificarlos con cuidado durante el día del Señor, ya que el Señor los iba a juzgar. Cristo juzgará a los líderes cristianos que tuvieron el trabajo de edificar a Su iglesia para ver si lo hicieron usando el fundamento de Cristo. En ese momento se demostrará que la sabiduría del mundo nunca fue lo más importante, ni tampoco tuvo la pretensión de serlo.
Contexto del capítulo:
1 Corintios 3 continúa con la enseñanza de Pablo de que solo las personas espirituales pueden entender la sabiduría de Dios. Sin embargo, Pablo no creía que los cristianos de Corinto eran personas espirituales, porque continuaban viviendo de la carne, como si todavía fueran niños atrapados en una condición espiritual inmadura. De hecho, estaban divididos entre ellos. Pablo insiste en que él y Apolos eran siervos del mismo amo. Los corintios debían seguir a Dios, y punto. Las personas que edifican con materiales débiles sufrirán, pero finalmente alcanzarán la salvación. Después de esto, Pablo hablará sobre la idea de que los creyentes siempre deben poner a Cristo como su ejemplo, y deben de evitar ser definidos por líderes espirituales humanos.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 10/31/2024 8:11:38 PM
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