¿Qué significa 1 Corintios 3:7?
LBLA: Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.
NBLA: Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.
NVI: Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino solo Dios, quien es el que hace crecer.
RV1960: Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
JBS: Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento.
Comentario del verso:
Los corintios estaban envueltos en una serie de conflictos y luchas por lo que ahora nos podría parecer un tema bastante tonto: se habían dividido en facciones de acuerdo con el líder cristiano al que querían seguir. Sin embargo, todos nosotros en la actualidad debemos tener cuidado. La mayoría de nosotros no nos damos cuenta de lo insensibles que pueden llegar a ser los conflictos que tenemos con otros cristianos, y los creyentes a veces tienden a rechazar la opinión de otros cristianos que no siguen o respetan la manera de pensar de ciertos líderes que ellos mismos consideran importantes. La doctrina y la enseñanza son importantes (Tito 2:1), pero incluso en la actualidad, algunas de esas "divisiones" son tan absurdas como las divisiones de las que Pablo está hablando en este capítulo (Tito 3:9).
Pablo está abordando este malentendido directamente y sin tapujos. Pablo dijo que él y Apolos solo era servidores de Cristo, ya que Cristo les había encomendado a cada uno de ellos una tarea específica en Corinto. Usando el tema de la agricultura como metáfora, Pablo dijo que él había sido quien había plantado la semilla del evangelio y Apolos había sido quien la había regado. Dios, sin embargo, fue quien hizo que creciera. El hecho de que los líderes sean diferentes no significa que unos sean mejores otros.
Pablo llega a la conclusión final en este versículo. De hecho, la persona que planta y la que riega no son las más importantes. Los trabajadores solo hacen lo que se les dice que hagan. Ese trabajo es importante, pero el trabajo en sí mismo no puede hacer que las semillas crezcan. Dios es el único que puede hacer que la semilla crezca. Ese es el verdadero poder. Dios, entonces, es el único al que vale la pena seguir. Por mucho que prefiramos hacer ciertos trabajos, o seguir a ciertos maestros, no deberíamos dividir el cuerpo de Cristo por este tipo de razones.
Resumen de contexto:
En 1 Corintios 3:1–9 Pablo les dice a los cristianos corintios que todavía eran bastante inmaduros en Cristo. Pablo les dice que eran "carnales". Las personas así no están listas para recibir ningún tipo de alimento sólido, ya que todavía se comportan como si fueran creyentes inmaduros que todavía tienen mucho que aprender. En lugar de seguir a Pablo, a Apolos, o a algún otro ser humano, deberían seguir a Dios, que es el verdadero soberano. Según la voluntad de Dios, hay personas que acaban siendo líderes, pero en última instancia, ninguno es más importante que los demás.
Resumen del capítulo:
Pablo todavía no considera que los cristianos de Corinto fueran personas "espirituales". Aunque estaban en Cristo, continuaban viviendo para la carne. A nivel espiritual eran como niños, y no estaban listos para recibir comida sólida. Las divisiones que había entre ellos evidenciaban que todavía se están sirviendo a sí mismos, ya que se encontraban en mitad de un debate que trataba sobre a qué maestro debían seguir. Pablo insiste en que tanto él como Apolos eran meros siervos del Señor y colaboradores. Por lo tanto, no estaban compitiendo entre sí. Las personas que estaban guiando a los corintios debían edificarlos con cuidado durante el día del Señor, ya que el Señor los iba a juzgar. Cristo juzgará a los líderes cristianos que tuvieron el trabajo de edificar a Su iglesia para ver si lo hicieron usando el fundamento de Cristo. En ese momento se demostrará que la sabiduría del mundo nunca fue lo más importante, ni tampoco tuvo la pretensión de serlo.
Contexto del capítulo:
1 Corintios 3 continúa con la enseñanza de Pablo de que solo las personas espirituales pueden entender la sabiduría de Dios. Sin embargo, Pablo no creía que los cristianos de Corinto eran personas espirituales, porque continuaban viviendo de la carne, como si todavía fueran niños atrapados en una condición espiritual inmadura. De hecho, estaban divididos entre ellos. Pablo insiste en que él y Apolos eran siervos del mismo amo. Los corintios debían seguir a Dios, y punto. Las personas que edifican con materiales débiles sufrirán, pero finalmente alcanzarán la salvación. Después de esto, Pablo hablará sobre la idea de que los creyentes siempre deben poner a Cristo como su ejemplo, y deben de evitar ser definidos por líderes espirituales humanos.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/22/2024 5:00:50 AM
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