¿Qué significa 1 Corintios 3:8?
LBLA: Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa conforme a su propia labor.
NBLA: Ahora bien, el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia recompensa (su propio salario) conforme a su propio trabajo.
NVI: El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo.
RV1960: Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor.
JBS: Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su salario conforme a su labor.
Comentario del verso:
Pablo ha utilizado la agricultura como metáfora para abordar los problemas innecesarios que habían surgido en la iglesia de Corinto. Los creyentes corintios se habían dividido en facciones según el líder cristiano al que creían que debían seguir. Lo más probable es que, debido a esto, también criticaran de alguna manera a los líderes cristianos a los que no seguían.
Pablo dijo que tanto él como Apolos eran meros servidores de Dios, quien es la verdadera fuente de poder. Uno plantó la semilla del evangelio y otro la regó, pero Dios fue quien pudo hacer que la semilla creciera. Ahora Pablo dice claramente que él y Apolos eran uno, formaban parte del mismo equipo, y trabajaban juntos para completar la misma misión, por lo tanto, no tenía sentido seguir a uno y criticar al otro. Las personas que plantan y riegan no buscan tener seguidores, sino que solo quieren hacer el trabajo que se les ha encomendado.
La lección que Pablo nos está enseñando aquí no quita que debamos tener cuidado con las falsas enseñanzas o incluso la herejía. La idea aquí no es que todo el mundo que diga seguir a Jesús tenga los mismos talentos espirituales (2 Pedro 2:1). Más bien, lo que Pablo está diciendo es que el hecho de que haya diferencias entre las personas no tiene que llevar a las personas a tener desacuerdos. También, tener ciertas preferencias no debe ser lo mismo que tener y compartir ciertos principios (Romanos 14).
Pablo añade que a cada uno se le pagará por su trabajo. Pablo enseña acerca de las recompensas que cada persona recibirá en muchas de sus cartas, pero lo que quiere decir aquí es que Dios es quien nos va a recompensar a todos, incluidos Pablo y Apolos. Esto nos muestra que ambos estaban trabajando juntos para y por el evangelio, en lugar de estar luchando entre ellos. Por lo tanto, no tiene sentido que una persona se haga seguidor de un líder en particular, en lugar de hacerse seguidor del Dios que lo ha hecho todo.
Resumen de contexto:
En 1 Corintios 3:1–9 Pablo les dice a los cristianos corintios que todavía eran bastante inmaduros en Cristo. Pablo les dice que eran "carnales". Las personas así no están listas para recibir ningún tipo de alimento sólido, ya que todavía se comportan como si fueran creyentes inmaduros que todavía tienen mucho que aprender. En lugar de seguir a Pablo, a Apolos, o a algún otro ser humano, deberían seguir a Dios, que es el verdadero soberano. Según la voluntad de Dios, hay personas que acaban siendo líderes, pero en última instancia, ninguno es más importante que los demás.
Resumen del capítulo:
Pablo todavía no considera que los cristianos de Corinto fueran personas "espirituales". Aunque estaban en Cristo, continuaban viviendo para la carne. A nivel espiritual eran como niños, y no estaban listos para recibir comida sólida. Las divisiones que había entre ellos evidenciaban que todavía se están sirviendo a sí mismos, ya que se encontraban en mitad de un debate que trataba sobre a qué maestro debían seguir. Pablo insiste en que tanto él como Apolos eran meros siervos del Señor y colaboradores. Por lo tanto, no estaban compitiendo entre sí. Las personas que estaban guiando a los corintios debían edificarlos con cuidado durante el día del Señor, ya que el Señor los iba a juzgar. Cristo juzgará a los líderes cristianos que tuvieron el trabajo de edificar a Su iglesia para ver si lo hicieron usando el fundamento de Cristo. En ese momento se demostrará que la sabiduría del mundo nunca fue lo más importante, ni tampoco tuvo la pretensión de serlo.
Contexto del capítulo:
1 Corintios 3 continúa con la enseñanza de Pablo de que solo las personas espirituales pueden entender la sabiduría de Dios. Sin embargo, Pablo no creía que los cristianos de Corinto eran personas espirituales, porque continuaban viviendo de la carne, como si todavía fueran niños atrapados en una condición espiritual inmadura. De hecho, estaban divididos entre ellos. Pablo insiste en que él y Apolos eran siervos del mismo amo. Los corintios debían seguir a Dios, y punto. Las personas que edifican con materiales débiles sufrirán, pero finalmente alcanzarán la salvación. Después de esto, Pablo hablará sobre la idea de que los creyentes siempre deben poner a Cristo como su ejemplo, y deben de evitar ser definidos por líderes espirituales humanos.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/22/2024 6:51:49 AM
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