1 Corintios 4:16 - Printer Friendly

Los niños pequeños a menudo desarrollan sus capacidades mentales y de comunicación imitando a sus padres. Pablo dijo que él era como un padre espiritual para todos ellos, y ellos eran sus hijos amados. Esa es la razón por la que Pablo les estaba escribiendo de una manera tan directa, porque se preocupaba por ellos tal y como lo haría un padre.

Ahora, Pablo les dice que imiten su vida, lo cual no deben entenderse como si Pablo se estuviera enorgulleciendo de su propio trabajo. Pablo no estaba tratando de presentarse como una especie de líder de una secta, ni tampoco les estaba pidiendo que lo llamaran "padre", ni tampoco estaba pidiéndoles nada. Pablo no quería ocupar el mismo lugar que Cristo debía ocupar en sus vidas. En cambio, Pablo estaba diciendo que él era su maestro en el discipulado cristiano. Pablo les estaba diciendo a los corintios: "les he enseñado cosas sobre lo que deben creer, ahora sigan mi ejemplo sobre cómo vivirlo".

Pablo menciona a Timoteo en el siguiente versículo, uno de los discípulos de Pablo que se había unido a su ministerio. Pablo le escribió a Timoteo que él debería ser, para aquellos que estuvieran bajo su cuidado, un ejemplo "en palabra, en conducta, en amor, en fe, en pureza" (1 Timoteo 4:12).

Sin embargo, específicamente, Pablo quería que los corintios siguieran el ejemplo de su estilo de vida que se describió durante los versículos anteriores. Pablo dijo que él y los apóstoles estaban llevando una vida de pobreza, y el mundo pensaba que eran necios a los que debían perseguir debido a que estaban asociados con Jesús. Sin embargo, en lugar de tomar represalias o huir de ellos, siguieron el ejemplo de Jesús e hicieron el bien a quienes los estaban maltratando.

Pablo quería que los corintios hicieran lo que él había hecho, que dejaran de perseguir las riquezas del mundo y de tratar de ganarse el respeto de los incrédulos de su cultura y, a cambio, que sirvieran a Cristo con todo lo que tenían.

1 Corintios 4:14–21 se enfoca en el papel de Pablo como el padre espiritual de los corintios, ya que él fue quien los guió hacia Cristo. Pablo los anima a cambiar sus actitudes y comportamientos y a imitar la manera en que él estaba viviendo el evangelio. Pablo envió a Timoteo para mostrarles de la manera que se podía hacer, y además también quería ir de nuevo a Corinto personalmente para poder hablar con ellos con el poder de Dios. "¿Qué prefieren ustedes? ¿Que los visite con una vara, o con amor y con un espíritu apacible?"

Pablo continúa demostrando la razón por la que los cristianos de Corinto no deberían dividirse por el hecho de a qué maestro siguieran. De hecho, el Señor es el único que puede juzgar a Sus siervos, incluido Pablo. Al hacerse jueces, estaban actuando como si tuvieran todo lo que necesitaban, y lo hacían con orgullo, un orgullo que procedía tanto de su reputación como de su estatus. En cambio, los apóstoles vivían para Cristo en la pobreza y bajo persecución. Pablo escribe como si un padre les estuviera escribiendo a sus niños pequeños, y los anima a cambiar de rumbo e imitar su vida. "¿Qué prefieren ustedes? ¿Que los visite con una vara, o con amor y con un espíritu apacible?"

En 1 Corintios 4 Pablo continúan insistiéndoles a los cristianos de Corinto que dejaran de hacerse jueces de los demás, ya que el único juicio que importa es el del Señor. De hecho, estaban viviendo como si su riqueza y estatus fueran todo lo que necesitaban, mientras que los apóstoles servían a Cristo en la pobreza y bajo persecución, tal y como lo hizo Cristo. Pablo los anima a cambiar de rumbo y a imitar su vida. Pablo continuará hablándoles muy seriamente en el capítulo 5, donde compartirá algunas de las cosas tan espantosas que estaban ocurriendo en la iglesia de Corinto.

La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.