¿Qué significa 1 Corintios 4:7?
LBLA: Porque ¿quién te distingue? ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido ?
NBLA: Porque ¿quién te distingue? ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido?
NVI: ¿Quién te distingue de los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y, si lo recibiste, ¿por qué presumes como si no te lo hubieran dado?
RV1960: Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
JBS: Porque ¿quién te hace juzgar? ¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿de qué te glorias como si no lo hubieras recibido?
Comentario del verso:
Pablo ha declarado abiertamente que la división que había entre los cristianos en base a qué maestro favorecían era en realidad un acto de orgullo. Dado que todos predicaban el verdadero evangelio (Gálatas 1:8–9), tales divisiones eran pecaminosas (Tito 3:9; Juan 17:22; 1 Corintios 1:10). Los creyentes de Corinto se convirtieron en jueces sin que el Señor les hubiera dado ese trabajo y sin haber estado cualificados para hacerlo. En realidad, se habían envanecido en sus propias mentes, y creían que sus opiniones eran más importantes que la del resto de creyentes.
Entonces Pablo comienza a demostrarles, de una manera algo sarcástica, con una serie de preguntas mordaces, la manera en que su actitud de superioridad no tenía ningún sentido. Pablo comenzó a hacerles preguntas retóricas, por lo tanto, la respuesta para estas preguntas era obvia para todo el mundo.
Primero, Pablo les preguntó: ¿quién te hace superior? ¿Qué es lo que los hacía ser tan especiales por encima y más allá de cualquier otra persona? ¿Qué cualidades especiales tenían ellos que los demás cristianos no tenían, dándoles el derecho de juzgar a sus maestros y a juzgarse entre ellos? La respuesta, por supuesto, es que no eran diferentes de otros cristianos, ya que, a ojos de Cristo, todos somos iguales.
A continuación, Pablo les pregunta qué cosas tenían que no hubieran recibido. En otras palabras, ¿qué cualidades o habilidades valiosas tenían que no hubieran recibido de parte de Dios? Esa respuesta debería haber sido aún más obvia. Todo lo bueno que tenemos cualquiera de nosotros es un regalo que viene directamente de Dios (Santiago 1:17), incluyendo nuestros talentos y rasgos de personalidad.
Finalmente, Pablo les preguntó que, si todo lo bueno que tenían se lo había dado Dios, ¿por qué se jactaban como si Dios no se lo hubiera dado?
¿Cómo podían enorgullecerse y elevar su propia opinión por encima de la de otros creyentes si todo lo bueno que habían recibido había procedido de la gracia de Dios?
Por lo tanto, no es solo que nuestro orgullo y arrogancia sean cosas deleznables, sino que también es una forma profundamente errónea de pensar en nosotros mismos.
Resumen de contexto:
1 Corintios 4:1–13 comienza con Pablo insistiendo en que no le preocupaba lo que otros pensaran de él o de la manera que lo juzgaran. El Señor es quien lo juzgará, y eso es lo que verdaderamente importa. Los corintios se habían vuelto un poco arrogantes en su manera de juzgar, y se olvidaron de que todas las cosas buenas que tenían eran un regalo. Todos los corintios estaban bien a nivel económico y estatus social, pero Pablo y los otros apóstoles vivían en la pobreza y bajo persecución, y eran considerados escoria por el mundo. Aun así, imitaron a Jesús bendiciendo a quienes los maltrataban y continuaron sirviendo a Cristo sin importar lo que les ocurriera.
Resumen del capítulo:
Pablo continúa demostrando la razón por la que los cristianos de Corinto no deberían dividirse por el hecho de a qué maestro siguieran. De hecho, el Señor es el único que puede juzgar a Sus siervos, incluido Pablo. Al hacerse jueces, estaban actuando como si tuvieran todo lo que necesitaban, y lo hacían con orgullo, un orgullo que procedía tanto de su reputación como de su estatus. En cambio, los apóstoles vivían para Cristo en la pobreza y bajo persecución. Pablo escribe como si un padre les estuviera escribiendo a sus niños pequeños, y los anima a cambiar de rumbo e imitar su vida. "¿Qué prefieren ustedes? ¿Que los visite con una vara, o con amor y con un espíritu apacible?"
Contexto del capítulo:
En 1 Corintios 4 Pablo continúan insistiéndoles a los cristianos de Corinto que dejaran de hacerse jueces de los demás, ya que el único juicio que importa es el del Señor. De hecho, estaban viviendo como si su riqueza y estatus fueran todo lo que necesitaban, mientras que los apóstoles servían a Cristo en la pobreza y bajo persecución, tal y como lo hizo Cristo. Pablo los anima a cambiar de rumbo y a imitar su vida. Pablo continuará hablándoles muy seriamente en el capítulo 5, donde compartirá algunas de las cosas tan espantosas que estaban ocurriendo en la iglesia de Corinto.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/2/2024 12:24:08 PM
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