¿Qué significa 1 Corintios 6:4?
LBLA: Entonces, si tenéis tribunales que juzgan los casos de esta vida, ¿por qué ponéis por jueces a los que nada son en la iglesia?
NBLA: Entonces, si tienen tribunales que juzgan los casos de esta vida, ¿por qué ponen por jueces a los que nada son en la iglesia?
NVI: Por tanto, si tienen pleitos sobre tales asuntos, ¿cómo es que nombran como jueces a los que no cuentan para nada ante la iglesia?
RV1960: Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia?
JBS: Por tanto, si hubiereis de tener juicios de cosas de esta vida, poned por jueces a los más humildes que están en la Iglesia.
Comentario del verso:
Pablo se está dirigiendo a un grupo de cristianos específico: la iglesia de Corinto, y les ha dicho que había un problema fundamental en su conducta por su riqueza y sentimientos de autosuficiencia. Estos cristianos eran orgullosos y arrogantes, lo cual provocó que se dividieran en diferentes facciones (1 Corintios 1:11–12; 5:1–2).

Ahora, Pablo nombra otro problema que surgió directamente de su egoísmo: al menos un miembro de la congregación había llevado a otro ante un tribunal romano secular debido a un asunto menor. Pablo dejó claro que los creyentes deben ser capaces de resolver tales disputas dentro de la iglesia. En realidad, no existe una razón legítima para que hermanos y hermanas en Cristo sometan asuntos pequeños que ocurran entre ellos al juicio de personas que no forman parte de la comunidad de Cristo (1 Corintios 2:14–15). En lugar de permitir que las personas seculares fueran las que se encargaran de emitir un juicio al respecto, tales disputas deberían ser resueltas "internamente" entre los hermanos y hermanas cristianos. Pablo dirá en el siguiente versículo que los corintios deberían avergonzarse por haber cometido un error así.

¿Significa esto que los cristianos jamás deberían demandarse por ninguna razón? Algunos maestros de la Biblia creen que esto es así. La mayoría, sin embargo, tiene en cuenta el hecho de que Pablo dijera específicamente que esto se tratara de "casos pequeños" (1 Corintios 6:2). Por lo tanto, los tribunales seculares solo debían usarse como último recurso. En casos muy extremos, o cuando una de las partes se encuentre en peligro, la participación del gobierno secular podría ser necesaria.

Cualquiera que hubiera sido el problema civil que ocurrió en la iglesia de Corinto, Pablo insiste en que ambas partes y el resto de la iglesia deberían haber podido resolverlo juntos en lugar de haber permitido que jueces romanos paganos y no espirituales fueran los que decidieran qué hacer al respecto.
Resumen de contexto:
1 Corintios 6:1–11 habla sobre los cristianos de Corinto que se estaban demandando los unos a los otros ante tribunales seculares por casos pequeños. Los creyentes algún día juzgarán al mundo y a los ángeles, por eso deberían poder juzgar las pequeñas disputas que pudieran surgir entre ellos. De hecho, sería mejor que un creyente fuera defraudado que pedirles a los incrédulos que resolvieran una disputa que pudiera haber surgido entre dos personas que sean hermanos en Cristo. Después de todo, los incrédulos no heredarán el reino de Dios debido a sus pecados y el hecho de no haber confiado en Cristo para alcanzar la salvación. Sin embargo, el sacrifico de Cristo limpia a los cristianos de esos pecados y su fe en Jesús les permite formar parte de la familia de Dios. Pablo también les recuerda algo importantísimo: no hay pecado que esté más allá del poder del perdón de Cristo.
Resumen del capítulo:
En 1 Corintios 6 Pablo continúa hablando sobre los problemas que había con los cristianos de Corinto dentro de la iglesia. Primero, Pablo habló sobre la inmoralidad sexual, y ahora Pablo comienza a hablar sobre el hecho de que al menos uno de ellos había demandado a otro miembro de la iglesia ante un tribunal civil secular debido a que hubo algún desacuerdo entre ellos. En lugar de demandarse unos a otros ante tribunales formados por incrédulos, deberían resolver los casos pequeños dentro de la iglesia. Pablo los anima a vivir de acuerdo con sus nuevas identidades en Cristo en lugar de vivir de acuerdo con los estándares de inmoralidad sexual de su propia cultura. Este tema sirve como preámbulo del matrimonio, un sujeto sobre el que Pablo también compartirá algunas ideas durante el capítulo 7.
Contexto del capítulo:
Pablo se enfrenta a dos problemas principales que estaban sucediendo en la iglesia de Corinto. Primero, está indignado porque uno de ellos había presentado una demanda en contra de un hermano en Cristo por una disputa menor. Es absurdo pensar que los cristianos, los que juzgarán al mundo y a los ángeles, no puedan ni siquiera juzgar un asunto pequeño que pudiera surgir entre ellos. Segundo, Pablo les advierte a sus lectores que huyan de la inmoralidad sexual. El sexo crea un vínculo poderoso que está destinado a ocurrir únicamente dentro del matrimonio. Dado que nuestros cuerpos le pertenecen y son parte de Cristo, no tenemos derecho a unirlos en un solo cuerpo con alguien con quien no estamos casados.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/22/2024 3:00:59 AM
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