¿Qué significa 1 Corintios 6:7?
LBLA: Así que, en efecto, es ya un fallo entre vosotros el hecho de que tengáis litigios entre vosotros. ¿Por qué no sufrís mejor la injusticia? ¿Por qué no ser mejor defraudados ?
NBLA: Así que, en efecto, es ya un fallo entre ustedes el hecho de que tengan litigios entre sí. ¿Por qué no sufren mejor la injusticia? ¿Por qué no ser mejor defraudados?
NVI: En realidad, ya es una grave falla el solo hecho de que haya pleitos entre ustedes. ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No sería mejor dejar que los defrauden?
RV1960: Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?
JBS: Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no soportáis antes la injuria? ¿Por qué no soportáis antes la calumnia?
Comentario del verso:
Pablo ha dejado claro que los cristianos no deben llevarse los unos a los otros a los tribunales seculares para resolver disputas menores. Por lo tanto, esto no se aplica para los casos más graves (1 Corintios 6:1–2). Lo que Pablo estaba intentando enseñarles es que no era buena idea dejar que personas que no formaran parte del cuerpo de Cristo los juzgaran por casos pequeños que no tuvieran mucha importancia (1 Corintios 2:14–15), ¡ya que los creyentes un día juzgarán incluso a los ángeles (1 Corintios 6:3)! Probablemente, Pablo también estaba preocupado por el daño que esos pleitos tan insignificantes podían causarle al nombre de Cristo (1 Pedro 2:12), a menos que lo que ocurra ponga en peligro a la integridad física o espiritual de una persona (Romanos 13:1). Por lo tanto, los creyentes no deben acudir a tribunales seculares para resolver sus problemas.

Todo esto nos puede llevar a hacernos la siguiente pregunta: ¿qué sucede si los problemas que estamos teniendo son menores, pero la otra parte no está dispuesta a llegar a un acuerdo razonable con la ayuda de la iglesia? Pablo lo dice claramente: es mejor perder.

Pablo ya había dicho algo acerca de esto cuando dijo que los cristianos no deberían permitir que los tribunales seculares ayudaran a la iglesia a resolver conflictos menores. Se supone que el Espíritu Santo mora en los creyentes, por eso, el mero acto de presentar una disputa menor ante un tribunal ya era una derrota. De hecho, no importa quien "ganara", las dos partes acabaría perdiendo. Además, la reputación de la iglesia y de Cristo acabarían viéndose afectadas. Lo peor de todo es que ambas partes demostrarían que los mandamientos de Cristo acerca de amarse y servirse los unos a los otros no fueron importantes para ellos.

Entonces, Pablo dice, ¿por qué no perder una batalla en lugar de perder dos ¿Por qué no sufrir voluntariamente cualquier injusticia que se presente para evitar que algo así nos ocurra? ¿Por qué no dejarse engañar en nombre de Cristo (2 Corintios 12:10) en lugar de aceptar lo que está ocurriendo? Aunque esta no es una situación ideal, es mucho mejor que perderlo todo ante un tribunal secular.

Lo que Pablo nos está enseñando aquí parecer bastante difícil de aceptar y, de hecho, se opone a lo que pensamos sobre la equidad y la justicia. De cualquier manera, esto representa una aplicación directa de las enseñanzas y el ejemplo que Cristo mismo nos ofreció, ya que Cristo nos dijo que no nos vengáramos de nuestros enemigos, sino que los amáramos (Mateo 5:38–48), y luego acabó haciendo exactamente eso durante Su crucifixión.

Es normal esperarse recibir un mejor trato por parte de nuestros hermanos y hermanas en Cristo que de nuestros "enemigos" espirituales. Sin embargo, es esencial que nos amemos los unos a los otros y confiemos en Dios para que Él se encargue de hacer justicia. La justicia de Dios sobrepasa la justicia de cualquier tribunal del mundo, ya sea cristiano o no lo sea.

Debemos tener en cuenta que Pablo está hablando sobre problemas menores, tal y como lo podría ser cualquier caso civil (1 Corintios 6:2). Pablo no está prohibiéndonos participar en el gobierno o en los tribunales para los casos más graves que pudieran surgir. Las Escrituras nos enseñan claramente que los cristianos deben someterse a las autoridades seculares (Romanos 13:1). Por lo tanto, no se nos permite ocultarle al mundo secular cualquier actividad criminal pecaminosa que ocurra en nuestra comunidad, ya sea cristiana o no cristiana.
Resumen de contexto:
1 Corintios 6:1–11 habla sobre los cristianos de Corinto que se estaban demandando los unos a los otros ante tribunales seculares por casos pequeños. Los creyentes algún día juzgarán al mundo y a los ángeles, por eso deberían poder juzgar las pequeñas disputas que pudieran surgir entre ellos. De hecho, sería mejor que un creyente fuera defraudado que pedirles a los incrédulos que resolvieran una disputa que pudiera haber surgido entre dos personas que sean hermanos en Cristo. Después de todo, los incrédulos no heredarán el reino de Dios debido a sus pecados y el hecho de no haber confiado en Cristo para alcanzar la salvación. Sin embargo, el sacrifico de Cristo limpia a los cristianos de esos pecados y su fe en Jesús les permite formar parte de la familia de Dios. Pablo también les recuerda algo importantísimo: no hay pecado que esté más allá del poder del perdón de Cristo.
Resumen del capítulo:
En 1 Corintios 6 Pablo continúa hablando sobre los problemas que había con los cristianos de Corinto dentro de la iglesia. Primero, Pablo habló sobre la inmoralidad sexual, y ahora Pablo comienza a hablar sobre el hecho de que al menos uno de ellos había demandado a otro miembro de la iglesia ante un tribunal civil secular debido a que hubo algún desacuerdo entre ellos. En lugar de demandarse unos a otros ante tribunales formados por incrédulos, deberían resolver los casos pequeños dentro de la iglesia. Pablo los anima a vivir de acuerdo con sus nuevas identidades en Cristo en lugar de vivir de acuerdo con los estándares de inmoralidad sexual de su propia cultura. Este tema sirve como preámbulo del matrimonio, un sujeto sobre el que Pablo también compartirá algunas ideas durante el capítulo 7.
Contexto del capítulo:
Pablo se enfrenta a dos problemas principales que estaban sucediendo en la iglesia de Corinto. Primero, está indignado porque uno de ellos había presentado una demanda en contra de un hermano en Cristo por una disputa menor. Es absurdo pensar que los cristianos, los que juzgarán al mundo y a los ángeles, no puedan ni siquiera juzgar un asunto pequeño que pudiera surgir entre ellos. Segundo, Pablo les advierte a sus lectores que huyan de la inmoralidad sexual. El sexo crea un vínculo poderoso que está destinado a ocurrir únicamente dentro del matrimonio. Dado que nuestros cuerpos le pertenecen y son parte de Cristo, no tenemos derecho a unirlos en un solo cuerpo con alguien con quien no estamos casados.
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/25/2024 5:00:36 AM
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