¿Qué significa 1 Corintios 9:15?
LBLA: Mas yo de nada de esto me he aprovechado. Y no escribo esto para que así se haga conmigo; porque mejor me fuera morir, que permitir que alguno me prive de esta gloria.
NBLA: Pero yo de nada de esto me he aprovechado. Y no escribo esto para que así se haga conmigo. Porque mejor me fuera morir, que permitir que alguien me prive de esta gloria.
NVI: Pero no me he aprovechado de ninguno de estos derechos, ni escribo de esta manera porque quiera reclamarlos. Prefiero morir a que alguien me prive de este motivo de orgullo.
RV1960: Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria.
JBS: Mas yo de nada de esto me aproveché; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana ésta mi gloria.
Comentario del verso:
Durante los versículos anteriores, Pablo dijo con firmeza que él tenía el derecho de recibir apoyo financiero de las personas a las que servía como apóstol que era. Utilizando citas tanto del Antiguo Testamento (1 Corintios 9:9) como de las palabras de Jesús (1 Corintios 9:14), demostró que eso era algo legítimo y razonable. Sin embargo, Pablo les dejó claro a sus lectores que nunca les había reclamado nada de eso a ellos, ni tampoco quería hacerlo.

¿Por qué? En el versículo 12, Pablo dijo que no les pidió dinero a los corintios porque no quería poner un obstáculo en su camino hacia el evangelio de Cristo. Aparentemente, no quería que nadie se alejara del evangelio por miedo a que pensaran que Pablo lo estaba predicando solo por el dinero.

Ahora, Pablo les da otra razón por la que no quiso reclamarles nada a los corintios: Pablo quería seguir teniendo un motivo por el que enorgullecerse. De hecho, Pablo dice que preferiría morirse antes de dejar de predicar las buenas nuevas de la gracia de Dios a través de Jesucristo por su propia voluntad y libre albedrío.

¿Es esto un alarde de auto glorificación? ¿Está Pablo demostrando un orgullo egoísta al negarse a recibir dinero de aquellos a quienes servía? No. Tal y como nos lo mostrarán los siguientes versículos, Pablo podía enorgullecerse de haber predicado el evangelio sin querer recibir nada a cambio. Dios fue quien quiso que lo hiciera, y Dios también fue quien permitió que lo hiciera. Por lo tanto, rechazar ayuda económica de las personas a las que estaba ayudando había sido su propia decisión y nadie lo forzó a hacerlo de esa manera (1 Corintios 9:16–18).
Resumen de contexto:
1 Corintios 9:1–18 habla sobre la razón por la que Pablo, siendo un apóstol, tenía derecho a pedir apoyo financiero de las personas a las que servía, incluidos los cristianos de Corinto. Aunque podía pedirles ayuda, Pablo se negó a usar un derecho que en realidad le pertenecía. Pablo no quería que nada se interpusiera en el camino de alguien que escuchara el evangelio. Debía predicar el evangelio, y punto. Sin embargo, Pablo quería ofrecer y compartir el evangelio gratis a pesar de que tenía el derecho a pedirles ayuda financiera. Este pasaje establece el hecho de que los creyentes tienen la obligación de apoyar económicamente a aquellos que sirven a través del ministerio. El hecho de que Pablo no se beneficiara de este derecho, el cual en realidad le pertenecía, hizo que su mensaje fuera aún más válido.
Resumen del capítulo:
Pablo anima a los cristianos de Corinto a que renuncien voluntariamente a sus "derechos" por el bien de las personas que eran más débiles en su fe. Pablo demuestra que él también había renunciado a sus derechos, incluido el derecho que los apóstoles tenían a recibir apoyo financiero de aquellos a quienes servían. En cambio, Pablo se alegró de que sirvió a los corintios sin haber recibido ninguna compensación de ellos, incluso aunque había sido difícil para él. Pablo se describe a sí mismo como un atleta que está compitiendo para conseguir el premio de una corona en la eternidad. La idea que quería compartir es que los creyentes siempre deben tratar de buscar la piedad y el bien de los demás siguiendo ese mismo compromiso.
Contexto del capítulo:
1 Corintios 8 terminó con la declaración de que Pablo renunciaría a su derecho a comer carne antes de hacer tropezar a un hermano o hermana en Cristo. Pablo nos muestra en este capítulo que, de hecho, ya estaba renunciando a sus derechos de apóstol, ya que no les estaba pidiendo dinero para ayudarlo. Pablo no quería que nada se interpusiera en el camino de que alguien creyera en el evangelio. Pablo limitó aún más sus libertades "convirtiéndose", en cierta manera, en las personas a las que predicaba, para que todos ellos y todas ellas llegaran a la fe en Cristo. Además, Pablo se disciplinaba tal y como lo hacía un atleta cuando se entrenaba, para obtener un premio y evitar ser descalificado. Los siguientes pasajes ampliarán esta idea de distinguir lo que está "permitido" de lo que es "mejor".
Resumen del libro:
La primera carta de los Corintios es uno de los libros más prácticos del Nuevo Testamento. Pablo le escribió una carta a una iglesia que estaba inmersa en una ciudad que se asociaba con el comercio, pero también con la corrupción y la inmoralidad. Estos creyentes estaban teniendo algunos problemas a la hora de aplicar apropiadamente los dones espirituales que Dios les había ofrecido y de resistirse a las prácticas impías de la cultura que los rodeaba. La carta de Pablo les ofrece instrucciones para asuntos de la vida real como el matrimonio y la espiritualidad. También se ocupa de la importancia de la unidad y ofrece una de las descripciones del amor más conocidas de la Biblia en el capítulo 13.
Accessed 11/22/2024 5:44:36 AM
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