1 Juan 3:19 - Printer Friendly

LBLA: En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de El

NBLA: En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de El

NVI: En esto sabremos que somos de la verdad, y nos sentiremos seguros delante de él:

RV1960: Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él;

JBS: Y en esto conocemos que somos de la verdad, y tenemos nuestros corazones certificados delante de él.

En este versículo Juan nos ofrece la primera parte de una declaración que termina en el siguiente versículo. El comienzo de esta frase de Juan nos ofrece dos ideas. Primero, lo que Juan está a punto de decir en el versículo 20 nos ayuda a los creyentes a saber que estamos actuando de acuerdo con la verdad del evangelio. En segundo lugar, lo que dice también nos ayuda a tranquilizar nuestro corazón, sobre todo en los momentos en los que nos sintamos tentados a pecar.

En 1 Juan 5:13, Juan hace un resumen acerca de la capacidad que tenemos de saber, con certeza, que somos creyentes en Cristo. En este versículo en particular, 1 Juan 3:19, Juan trata de tranquilizar a los creyentes: al amar a los demás a través de nuestras acciones, demostramos que "permanecemos" en la vida que Cristo quiere para nosotros (Juan 10:10).

Esta idea de tranquilidad también se conecta con el versículo 20, donde Juan nos explica la manera en que los cristianos deben responder ante el pecado. En lugar de desesperarnos cuando nos sintamos tentados a pecar, los creyentes, quienes hemos alcanzado la salvación, podemos estar seguros de que Dios nos perdonará (1 Juan 2:1).

En 1 Juan 3:19–24, Juan concluye el capítulo tres conectando nuestra confianza en la oración con nuestra obediencia a Dios. Si bien el amor de Dios es incondicional y Su salvación está asegurada, el hecho de si lo obedecemos o no sigue siendo crucial. Cuando el corazón nos reprende, eso es una señal de que somos verdaderamente sus hijos, y Dios también nos está dando la oportunidad de corregir nuestro comportamiento. Tal y como se mencionó anteriormente en este capítulo, el amor no es solo un mandamiento importante, sino que es una señal clave de la fe cristiana.

El tercer capítulo de 1 Juan se centra en el concepto de amor. Debido a Su amor, Dios no solo nos considera Sus hijos, sino que realmente somos Sus hijos. Juan también nos explica la manera en que el pecado, incluido el odio, nunca surge como consecuencia de tener una relación con Dios. Además, se supone que los cristianos, a diferencia del mundo, no solo deben "sentir" amor, sino que también debemos actuar en consecuencia.

Durante los capítulos 1 y 2, Juan dejó claras la diferencias que existen entre las personas que verdaderamente están comunión con Cristo y las personas que viven "en tinieblas". El capítulo 3 continúa hablando sobre este mismo tema, pero haciendo énfasis en el tema del amor. Todo esto sirve de puente para conectar la manera en que Juan describe la vida de las personas que viven en tinieblas y aquellas que viven en la luz, y la explicación sobre cómo la fidelidad de Dios nos da confianza a los cristianos.

En 1 Juan, Juan comparte que sabía que sus lectores ya estaban familiarizados con el evangelio. En lugar de reafirmar estos hechos, Juan quería fomentar la confianza de los creyentes cristianos. Al mismo tiempo, Juan anima a los creyentes a examinar sus propias vidas para saber si estaban siguiendo a Cristo o no. Juan también desafía a los falsos maestros y las mentiras que estaban diciendo sobre Jesús. Muchos de estos mismos temas también se encuentran en el Evangelio de Juan.