¿Qué significa 1 Juan 3:7?
LBLA: Hijos míos, que nadie os engañe ; el que practica la justicia es justo, así como El es justo.
NBLA: Hijos míos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como El es justo.
NVI: Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como él es justo.
RV1960: Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.
JBS: Hijitos, no os engañe ninguno; el que hace justicia, es justo, como él también es justo.
Comentario del verso:
Juan nuevamente llama a sus lectores "hijitos", un término que usa siete veces en esta carta para referirse a los creyentes. De hecho, Jesús también hizo lo mismo (Juan 13:33). Juan les dice que no se dejen engañar. Los falsos maestros estaban difundiendo afirmaciones espirituales falsas y peligrosas, y esa es la razón por la que Juan habla de una manera tan seria y directa a lo largo de esta carta.
Un creyente que verdaderamente camina con Cristo hace lo que es correcto, tal y como lo hizo Jesús. En última instancia, no podemos saber con certeza la condición espiritual de los demás (1 Samuel 16:7), aunque sí podemos juzgar su comportamiento. Sin embargo, en lo que respecta a este principio, en realidad no hay necesidad de juzgar la salvación de los demás. De hecho, deberíamos tener muchísimo cuidado al enjuiciar a los demás de esa manera. Independientemente de cuál sea su estado espiritual, si una persona vive en contra de las enseñanzas de Jesús, no está "en comunión" con Dios, por lo que no debemos ni escuchar ni seguir a esa persona. Siempre han existido falsos maestros a lo largo de la historia de la iglesia, incluso durante los momentos en los que Juan escribió sus cartas.
Resumen de contexto:
1 Juan 3:4–10 condena enérgicamente el pecado y no deja excusa alguna. Si bien esta advertencia suele interpretarse como una prueba de fuego para la salvación, el público específico de Juan son, en realidad, los creyentes cristianos. La salvación no excusa el pecado, porque todo pecado proviene del diablo, no de Dios. El pecado siempre perturba nuestro caminar con Dios. Y quienes solo andan en pecado y tinieblas no pueden afirmar ser hijos de Dios.
Resumen del capítulo:
El tercer capítulo de 1 Juan se centra en el concepto de amor. Debido a Su amor, Dios no solo nos considera Sus hijos, sino que realmente somos Sus hijos. Juan también nos explica la manera en que el pecado, incluido el odio, nunca surge como consecuencia de tener una relación con Dios. Además, se supone que los cristianos, a diferencia del mundo, no solo deben "sentir" amor, sino que también debemos actuar en consecuencia.
Contexto del capítulo:
Durante los capítulos 1 y 2, Juan dejó claras la diferencias que existen entre las personas que verdaderamente están comunión con Cristo y las personas que viven "en tinieblas". El capítulo 3 continúa hablando sobre este mismo tema, pero haciendo énfasis en el tema del amor. Todo esto sirve de puente para conectar la manera en que Juan describe la vida de las personas que viven en tinieblas y aquellas que viven en la luz, y la explicación sobre cómo la fidelidad de Dios nos da confianza a los cristianos.
Resumen del libro:
En 1 Juan, Juan comparte que sabía que sus lectores ya estaban familiarizados con el evangelio. En lugar de reafirmar estos hechos, Juan quería fomentar la confianza de los creyentes cristianos. Al mismo tiempo, Juan anima a los creyentes a examinar sus propias vidas para saber si estaban siguiendo a Cristo o no. Juan también desafía a los falsos maestros y las mentiras que estaban diciendo sobre Jesús. Muchos de estos mismos temas también se encuentran en el Evangelio de Juan.
Accessed 12/26/2025 5:45:45 PM
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