1 Juan 5:1 - Printer Friendly

LBLA: Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de El.

NBLA: Todo aquél que cree que Jesús es el Cristo (el Mesías), es nacido de Dios. Todo aquél que ama al Padre, ama al que ha nacido de El.

NVI: Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios, y todo el que ama al padre ama también a sus hijos.

RV1960: Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.

JBS: Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y cualquiera que ama al que engendró, ama también al que es nacido de él.

En el capítulo 5, Juan enfatiza la capacidad que tiene el creyente para "vencer" al mundo mediante el poder de Cristo. En este versículo inicial, Juan dice que "nacemos de Dios" cuando ponemos nuestra fe en Cristo. En el evangelio de Juan, Juan también habla sobre el concepto de "nacer de Dios" (Juan 1:13). El capítulo 3 de Juan nos ofrece el relato más detallado de la Biblia en lo que respecta a esta idea. Jesús le dice a Nicodemo que una persona debe nacer de nuevo para entrar al reino de Dios. La única manera de nacer de nuevo es creer que Jesús es el Mesías (Juan 14:6).

En la segunda parte de este versículo, Juan les recuerda nuevamente a los lectores que el amor que sentimos por Dios y por los demás van juntos de la mano. Los verdaderos creyentes también deben amar al resto de los creyentes. A diferencia de los falsos maestros, quienes odian y rechazan a otros creyentes, los verdaderos cristianos deben considerar a los demás creyentes como hermanos y hermanas, miembros de la familia de Dios. Por tanto, las personas que dicen amar a Dios, pero odian a los demás, son unos mentirosos de acuerdo con lo que Juan ya ha dicho durante esta carta (1 Juan 4:20).

1 Juan 5:1–5 desarrolla dos ideas principales. Inicialmente, Juan repite la idea de que el amor, debido a que es un mandamiento de Dios, debe formar parte de la vida de los creyentes. Amar a los demás es la forma en que demostramos que hemos "nacido de Dios". En segundo lugar, Juan explica que las personas que tienen fe en Cristo pueden vencer los pecados y las tentaciones del mundo. La victoria, para el cristiano, se alcanza mediante la fe en Cristo, quien ya ha vencido a estos poderes de las tinieblas.

El capítulo 5 concluye el libro de 1 Juan, y Juan enfatiza una vez más la supremacía del amor en la vida cristiana. Las personas que ponen su fe en Cristo pueden saber, con seguridad, que han alcanzado la vida eterna. Podemos estar seguros debido a que confiamos en todo lo que hizo Jesucristo, y porque el Espíritu Santo mora dentro de nosotros. Cuando seguimos los mandamientos de Dios, particularmente el amor, eso nos ayuda a confiar más en nuestra salvación y nos fortalece en contra de las tentaciones del mundo.

El capítulo 5 concluye el libro de 1 Juan, enfatizando una vez más la supremacía que tiene el amor en la vida cristiana. Las personas que ponen su fe en Cristo pueden saber, con seguridad, que ya han alcanzado la vida eterna. Esta seguridad se obtiene al confiar en las cosas que sabemos de la vida de Jesucristo, así como en la evidencia del Espíritu Santo, quien mora dentro de nosotros. Cuando obedecemos los mandamientos de Dios, particularmente el amor, eso resulta en que confiamos en nuestra salvación, y eso nos da fuerzas para luchar contra las tentaciones de este mundo.

En 1 Juan, Juan comparte que sabía que sus lectores ya estaban familiarizados con el evangelio. En lugar de reafirmar estos hechos, Juan quería fomentar la confianza de los creyentes cristianos. Al mismo tiempo, Juan anima a los creyentes a examinar sus propias vidas para saber si estaban siguiendo a Cristo o no. Juan también desafía a los falsos maestros y las mentiras que estaban diciendo sobre Jesús. Muchos de estos mismos temas también se encuentran en el Evangelio de Juan.