1 Juan 5:15 - Printer Friendly

LBLA: Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.

NBLA: Y si sabemos que El nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que Le hemos hecho.

NVI: Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.

RV1960: Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

JBS: Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, también sabemos que tenemos las peticiones que le hubiéremos pedido.

Las personas que conocen a Dios pueden tener confianza en el hecho de que Dios escuchará sus oraciones. Los creyentes que oran según la voluntad de Dios saben que sus oraciones serán contestadas, y también saben que tienen la vida eterna. Por tanto, eso significa que la oración no se trata simplemente de pedirle favores a Dios, sino que también se trata de ayudarnos a comprender cuál es Su voluntad y cómo obedecerla.

Cuando oramos y Dios no nos concede lo que le estamos pidiendo, eso quiere decir que lo que pedimos no forma parte del plan o la voluntad de Dios. Una situación así puede implicar dolor, sufrimiento, tristeza o dificultades, pero Dios puede usar el dolor, y de hecho lo usa, para cumplir Sus propósitos. Al final, podemos concluir que los creyentes no deben temer el hecho de si Dios escucha o no nuestras oraciones. Sin embargo, el hecho de si Dios las responde o no, depende solo de Dios, por lo que debemos confiar en que la voluntad de Dios es lo más importante. De hecho, podemos confiar en que Dios responderá a todas las oraciones de los creyentes de tal manera que esas oraciones estén en armonía con Su perfecta voluntad.

En 1 Juan 5:13–21, Juan termina su carta centrándose en la seguridad de la salvación. El objetivo de la carta de Juan es proporcionarles a los creyentes un medio para saber con certeza que han alcanzado la vida eterna. Las personas que han puesto su fe en Jesucristo pueden estar absolutamente seguros de que han alcanzado la salvación. A pesar de nuestros fracasos y nuestros pecados, Dios nos perdona, y, a través de Cristo, recibimos el poder para vencer las tentaciones del mundo que nos conducen hacia el pecado.

El capítulo 5 concluye el libro de 1 Juan, y Juan enfatiza una vez más la supremacía del amor en la vida cristiana. Las personas que ponen su fe en Cristo pueden saber, con seguridad, que han alcanzado la vida eterna. Podemos estar seguros debido a que confiamos en todo lo que hizo Jesucristo, y porque el Espíritu Santo mora dentro de nosotros. Cuando seguimos los mandamientos de Dios, particularmente el amor, eso nos ayuda a confiar más en nuestra salvación y nos fortalece en contra de las tentaciones del mundo.

El capítulo 5 concluye el libro de 1 Juan, enfatizando una vez más la supremacía que tiene el amor en la vida cristiana. Las personas que ponen su fe en Cristo pueden saber, con seguridad, que ya han alcanzado la vida eterna. Esta seguridad se obtiene al confiar en las cosas que sabemos de la vida de Jesucristo, así como en la evidencia del Espíritu Santo, quien mora dentro de nosotros. Cuando obedecemos los mandamientos de Dios, particularmente el amor, eso resulta en que confiamos en nuestra salvación, y eso nos da fuerzas para luchar contra las tentaciones de este mundo.

En 1 Juan, Juan comparte que sabía que sus lectores ya estaban familiarizados con el evangelio. En lugar de reafirmar estos hechos, Juan quería fomentar la confianza de los creyentes cristianos. Al mismo tiempo, Juan anima a los creyentes a examinar sus propias vidas para saber si estaban siguiendo a Cristo o no. Juan también desafía a los falsos maestros y las mentiras que estaban diciendo sobre Jesús. Muchos de estos mismos temas también se encuentran en el Evangelio de Juan.