¿Qué significa 1 Pedro 2:10?
LBLA: pues vosotros en otro tiempo no erais pueblo, pero ahora sois el pueblo de Dios; no habíais recibido misericordia, pero ahora habéis recibido misericordia.
NBLA: Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia.
NVI: Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.
RV1960: vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
JBS: Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis ya alcanzado misericordia.
Comentario del verso:
En el versículo 10, Pedro cita Oseas 2:23. Este profeta del Antiguo Testamento se convirtió en un símbolo viviente de la voluntad que Dios tuvo desde el principio: perdonar los pecados de la humanidad y redimirla. Aunque la esposa de Oseas le era infiel constantemente, él la perdonó y la rescató de una vida sumida en la esclavitud. Al igual que Israel, Dios nos ha cambiado a todos los cristianos (la iglesia), y hubo un antes y un después en nuestras vidas. Antes de todo esto, no éramos un pueblo, y vivíamos sumidos en nuestro propio orgullo y egoísmo. Sin embargo, en Cristo, nos hemos convertido en el pueblo de Dios. Por tanto, le pertenecemos, tenemos un propósito y compartiremos con Él el resto de la eternidad.

Antes de todo esto, no habíamos experimentado la misericordia de Dios. De hecho, si no hubiera sido por Dios, habríamos sido castigados por nuestros pecados, pero, a través de la fe en Cristo, hemos recibido misericordia, y nuestro ser ha cambiado para siempre. Dese cuenta de que ambas declaraciones aparecen en el tiempo presente y en el presente perfecto. Por tanto, en estos momentos no estamos buscando o esperando convertirnos en el pueblo de Dios para recibir Su misericordia. En Cristo, ya somos el pueblo de Dios, hemos recibido Su misericordia, y eso significa que la transacción ya se ha completado.
Resumen de contexto:
En 1 Pedro 2:1–12, Pedro nos describe la casa espiritual que Dios está construyendo. Jesús es la piedra fundamental perfecta que Dios ha elegido para sustentar esa casa. Las personas que confían en Él son también piedras vivas con las que se construye la casa. Además, servimos individualmente como sacerdotes y sacrificios espirituales y nuestras vidas representan el sacrificio más importante que debemos ofrecerle a nuestro constructor. Por lo tanto, debemos vivir vidas basadas en el amor y la bondad, y es normal sentir que no pertenecemos a este mundo mientras nos preparamos para regresar a casa para estar con nuestro Padre. Mientras tanto, en este lado de la eternidad nunca dejaremos de luchar contra de nuestros pecados.
Resumen del capítulo:
Pedro explica con detalle lo que significa vivir como pueblo escogido de Dios. Cristo es la piedra angular de la casa espiritual que Dios está edificando. Debemos luchar contra nuestro egoísmo y nuestro deseo de pecar. Esto implica someternos a las autoridades humanas, por muy injustas o severas que sean. Significa soportar el sufrimiento, como Cristo lo hizo por nosotros al morir en la cruz. Nuestro papel no es librar una guerra física por la justicia aquí; pronto volveremos a casa.
Contexto del capítulo:
1 de Pedro 1 nos describe la gloriosa realidad de nuestro presente y futuro al ser hijos de Dios a través de Su gracia y mediante nuestra fe en Jesús. Dios nos llamó para ser pueblo santo que Él mismo ha redimido para cumplir Sus propósitos. Eso significa que los creyentes deben vivir de una manera diferente a como lo hace mundo. En este capítulo, Pedro define exactamente lo que significa llevar una vida santa, incluida la batalla que debemos librar contra nuestros propios deseos de pecar. Esto también quiere decir que debemos estar dispuestos a sufrir bajo las autoridades humanas, incluso aquellas que estén siendo injustas con nosotros.
Resumen del libro:
Unos 30 años después de la resurrección de Jesús, los cristianos comenzaron a ser perseguidos por su fe con más fuerza que nunca. ¿Cómo debían responder ante tal situación? ¿Cómo debemos responder ante el sufrimiento en la actualidad? El apóstol Pedro escribió esta carta para consolar a los creyentes y animarlos a que se mantuvieran fuertes. Pedro los anima a poner toda su esperanza en el futuro perfecto que pasarán con Cristo, y a obedecerlo y confiar en Él en el presente, incluso durante sus sufrimientos. Cristo sufrió mucho y, ahora, los seguidores de Cristo tienen la oportunidad de seguirlo incluso a través de ese sufrimiento, y de mostrar Su gracia y Su poder a través de la manera en que ponen su esperanza en Él, la manera en que lo obedecen y depositan su fe en Cristo.
Accessed 12/25/2025 3:05:02 PM
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