¿Qué significa 1 Pedro 2:5?
LBLA: también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
NBLA: también ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
NVI: también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.
RV1960: vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
JBS: vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús, el Cristo.
Comentario del verso:
En el versículo anterior, Pedro dijo que Jesús, el Señor, es la piedra viva. Él vive ahora, pero primero tuvo que morir. En los próximos versículos, Pedro dice que Jesús es la piedra angular de la casa de Dios. Ahora, Pedro incluye a los creyentes en esta metáfora. Tal y como Jesús, los cristianos también viven. Una vez estuvimos muertos espiritualmente, pero hemos sido vivificados a través de la gracia de Dios y nuestra fe en Cristo (Efesios 2:5). Aunque moriremos físicamente, nuestra resurrección ya está asegurada porque Dios nos lo ha prometido (1 Pedro 1:3–5).

Los cristianos también son piedras especiales que son necesarias para terminar un proyecto específico. Actualmente, Dios está construyendo y formando una casa espiritual con nosotros, una morada donde Dios mismo pueda morar. En este nuevo templo, formado por el pueblo de Dios, cada uno de nosotros también servimos como sacerdotes.

Por supuesto, bajo la Ley del Antiguo Testamento, el pueblo iba al templo, y los sacerdotes representaban al pueblo frente a Dios. Pedro dice que, ahora, en Cristo, el mismo pueblo de Dios es el templo. Nosotros también somos los sacerdotes. Todas las barreras que había entre Dios y nosotros han desaparecido, y eso nos permite acercarnos a nuestro amoroso Padre con valentía, y no necesitamos a ningún otro mediador, solo a Jesús (Hebreos 4:16).

También, bajo la Ley, el pueblo llevaba sacrificios al templo, los sacerdotes mataban a esos animales y se los ofrecían a Dios en nombre de Su pueblo. Ahora, en Cristo, el pueblo es el templo: nosotros somos los sacerdotes, y nosotros también somos los sacrificios que le ofrecemos a Dios.

Sin embargo, tal y como lo escribe Pablo en Romanos 12:1, somos sacrificios vivos. Debido a que nuestros pecados ya han sido perdonados a través de la muerte de Jesús, ya no se requiere más muerte ni sangre. En cambio, ofrecemos nuestros cuerpos vivos (todo nuestro ser) como un sacrificio espiritual aceptable para que Dios lo use para cumplir Sus propósitos.
Resumen de contexto:
En 1 Pedro 2:1–12, Pedro nos describe la casa espiritual que Dios está construyendo. Jesús es la piedra fundamental perfecta que Dios ha elegido para sustentar esa casa. Las personas que confían en Él son también piedras vivas con las que se construye la casa. Además, servimos individualmente como sacerdotes y sacrificios espirituales y nuestras vidas representan el sacrificio más importante que debemos ofrecerle a nuestro constructor. Por lo tanto, debemos vivir vidas basadas en el amor y la bondad, y es normal sentir que no pertenecemos a este mundo mientras nos preparamos para regresar a casa para estar con nuestro Padre. Mientras tanto, en este lado de la eternidad nunca dejaremos de luchar contra de nuestros pecados.
Resumen del capítulo:
Pedro explica con detalle lo que significa vivir como pueblo escogido de Dios. Cristo es la piedra angular de la casa espiritual que Dios está edificando. Debemos luchar contra nuestro egoísmo y nuestro deseo de pecar. Esto implica someternos a las autoridades humanas, por muy injustas o severas que sean. Significa soportar el sufrimiento, como Cristo lo hizo por nosotros al morir en la cruz. Nuestro papel no es librar una guerra física por la justicia aquí; pronto volveremos a casa.
Contexto del capítulo:
1 de Pedro 1 nos describe la gloriosa realidad de nuestro presente y futuro al ser hijos de Dios a través de Su gracia y mediante nuestra fe en Jesús. Dios nos llamó para ser pueblo santo que Él mismo ha redimido para cumplir Sus propósitos. Eso significa que los creyentes deben vivir de una manera diferente a como lo hace mundo. En este capítulo, Pedro define exactamente lo que significa llevar una vida santa, incluida la batalla que debemos librar contra nuestros propios deseos de pecar. Esto también quiere decir que debemos estar dispuestos a sufrir bajo las autoridades humanas, incluso aquellas que estén siendo injustas con nosotros.
Resumen del libro:
Unos 30 años después de la resurrección de Jesús, los cristianos comenzaron a ser perseguidos por su fe con más fuerza que nunca. ¿Cómo debían responder ante tal situación? ¿Cómo debemos responder ante el sufrimiento en la actualidad? El apóstol Pedro escribió esta carta para consolar a los creyentes y animarlos a que se mantuvieran fuertes. Pedro los anima a poner toda su esperanza en el futuro perfecto que pasarán con Cristo, y a obedecerlo y confiar en Él en el presente, incluso durante sus sufrimientos. Cristo sufrió mucho y, ahora, los seguidores de Cristo tienen la oportunidad de seguirlo incluso a través de ese sufrimiento, y de mostrar Su gracia y Su poder a través de la manera en que ponen su esperanza en Él, la manera en que lo obedecen y depositan su fe en Cristo.
Accessed 12/25/2025 4:21:29 PM
© Copyright 2002-2025 Got Questions Ministries. All rights reserved.
Text from LBLA, NBLA, NVI, RV1960, JBS © Copyright respective owners, used by permission.
www.BibleRef.com