1 Pedro 3:10 - Printer Friendly

LBLA: Pues EL QUE QUIERE AMAR LA VIDA Y VER DIAS BUENOS, REFRENE SU LENGUA DEL MAL Y SUS LABIOS NO HABLEN ENGAÑO.

NBLA: Porque, “EL QUE DESEA LA VIDA, AMAR Y VER DIAS BUENOS, REFRENE SU LENGUA DEL MAL Y SUS LABIOS NO HABLEN ENGAÑO.

NVI: En efecto, «el que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños;

RV1960: Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño;

JBS: Porque: El que quiere amar la vida, y ver los días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño;

Durante los dos versículos anteriores, Pedro les ha pedido a los cristianos que vivan juntos en armonía y nunca piensen en vengarse. Incluso cuando se nos trata mal, los cristianos no debemos vengarnos. De hecho, Dios les ordena a los cristianos que bendigan a las personas que los tratan mal.

Durante los versículos que van del 10 al 12, Pedro enfatiza esta idea compartiendo un pasaje del Salmo 34:12–16. Las palabras de David en el Antiguo Testamento se siguen aplicando en la actualidad. Las personas que quieran amar la vida y llegar a ver días buenos deberían tomar decisiones muy específicas acerca de cómo deciden vivir sus vidas en la actualidad. ¿Está diciendo Pedro que si vivimos como él está a punto de describirnos, amaremos nuestra vida y veremos buenos días en este lado del cielo? ¿O solo está hablando de la promesa de la eternidad? Probablemente, ambas ideas se puedan aplicar aquí hasta cierto punto.

En los Salmos, David compartió un principio general procedente de la sabiduría de Dios: cuando tomamos ese tipo de decisiones tenemos más posibilidades de vivir mejor en esta vida. Entonces, lo que Pedro está haciendo es usa la declaración de David para confirmar lo que está diciendo en su propio contexto. Los cristianos que viven de esta manera aprovecharán al máximo esta vida y recibirán recompensas en la vida venidera.

Por tanto, ¿qué decisiones debemos tomar para que podamos llegar a ver días buenos y llenos de vida? En realidad, todo se resume en lo que los cristianos nos negamos a hacer y en las cosas que decidimos hacer. Primero, debemos negarnos a hablar mal o engañar a los demás con nuestras palabras. Probablemente, Pedro está diciendo esto dentro del contexto de lo que ha venido diciendo sobre la importancia de no vengarnos de las personas que hablan mal de nosotros y nos mienten. Dios quiere que los cristianos eviten tomar este tipo de decisiones y, por tanto, debemos negarnos a usar nuestras palabras para hacerles daño a los demás, incluso aunque nos veamos tentados a hacerlo.

Pedro sigue hablando sobre este tema mientras hace referencia a los Salmos durante dos versículos más.

En 1 Pedro 3:8–22, Pedro se dirige a todos los creyentes y les ordena que estén unidos y que nos busquen vengarse de los demás cuando les hagan daño. Pedro cita tanto a David como a Isaías para demostrar que Dios siempre ha querido que Su pueblo rechace el mal y haga el bien, incluso cuando estamos sufriendo. De hecho, puede ser la voluntad de Dios que Su pueblo sufra, en parte, para demostrar Su poder. Al dar un buen ejemplo a través de nuestra conducta, podemos convencer a otros para que ellos también se arrepientan. Cristo también sufrió, murió, resucitó y ascendió para recibir todo el poder y la autoridad en el cielo.

En este capítulo, Pedro continúa enseñando cosas importantes sobre la manera en que los cristianos deben someterse a las autoridades humanas, y ahora se dirige a las esposas cristianas. Las esposas creyentes deben someterse a sus propios esposos, incluso si el esposo no es un seguidor de Cristo. De hecho, los esposos podrían convencerse de la bondad y el poder de Cristo a través del ejemplo de conducta de sus esposas. Los maridos cristianos deben honrar a sus esposas. Todos los creyentes deben vivir juntos en unidad y evitar vengarse de los demás en todo momento. En parte, Dios quiere usar nuestra conducta ante el sufrimiento para provocar que el mundo vea Su poder a través de nosotros. Cristo también sufrió y murió, pero luego resucitó y ascendió al cielo.

En la carta que Pedro le escribió a un grupo de cristianos que estaban siendo perseguidos, Pedro les habla sobre cómo soportar el sufrimiento que viene a raíz de nuestra fe en Cristo. Hasta ahora, Pedro nos ha asegurado a los cristianos que nuestro futuro está seguro en la eternidad con Dios. Somos Su pueblo santo, apartados para cumplir Sus propósitos. Por eso, es importante que vivamos esa verdad, incluso cuando suframos. Los cristianos deben vivir en sumisión a toda autoridad humana, incluidos los reyes, los gobernadores y los amos de los esclavos y sirvientes.

Unos 30 años después de la resurrección de Jesús, los cristianos comenzaron a ser perseguidos por su fe con más fuerza que nunca. ¿Cómo debían responder ante tal situación? ¿Cómo debemos responder ante el sufrimiento en la actualidad? El apóstol Pedro escribió esta carta para consolar a los creyentes y animarlos a que se mantuvieran fuertes. Pedro los anima a poner toda su esperanza en el futuro perfecto que pasarán con Cristo, y a obedecerlo y confiar en Él en el presente, incluso durante sus sufrimientos. Cristo sufrió mucho y, ahora, los seguidores de Cristo tienen la oportunidad de seguirlo incluso a través de ese sufrimiento, y de mostrar Su gracia y Su poder a través de la manera en que ponen su esperanza en Él, la manera en que lo obedecen y depositan su fe en Cristo.