¿Qué significa 1 Timoteo 5:19?
LBLA: No admitas acusación contra un anciano, a menos de que haya dos o tres testigos.
NBLA: No admitas acusación contra un anciano, a menos de que haya dos o tres testigos.
NVI: No admitas ninguna acusación contra un anciano, a no ser que esté respaldada por dos o tres testigos.
RV1960: Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos.
JBS: Contra un anciano no recibas acusación, sino con dos o tres testigos.
Comentario del verso:
Pablo continúa hablando sobre cómo se debe tratar a los ancianos. Aquí, Pablo pasa de hablar sobre las razones por las que los ancianos debían ser recompensados económicamente por sus esfuerzos, a hablar sobre cómo lidiar con las acusaciones que pudieran hacerse en contra ellos. Según Pablo, una acusación no debe tomarse en serio "a menos que haya dos o tres testigos", lo cual es muy similar a lo que la Torá nos dice sobre esto, específicamente en los casos legales (Deuteronomio 19:15; Juan 8:17), así como lo que Jesús nos enseña en Mateo 18:15–20. En el caso de Jesús, Jesús se estaba refiriendo a los pecados o las ofensas personales en lugar de a una posible mala conducta de los ancianos. En esas situaciones, primero se debía hablar en privado con ese anciano, y luego acompañado por una o dos personas más si todavía no se había resuelto el problema (Mateo 18:15–16). En el caso de que el problema todavía no se hubiera resuelto, entonces este problema debía presentarse ante la iglesia (o la "asamblea"). Pablo ya habló en 2 Corintios 13:1 sobre cómo lidiar con este tipo de acusaciones, y lo que enseña en Timoteo sobre este tema parece ser la manera común en que las iglesias intentaban solucionar este tipo de problemas, al menos las que Pablo ayudó a fundar.

Pablo sabía que los líderes de la iglesia iban a ser objeto de ciertas acusaciones más tarde o más temprano, tal y como ocurrió con Pablo. Las personas que tienen autoridad, o que hablan sobre temas controvertidos, son el blanco principal de todo tipo de críticas, calumnias y chismes. Por esta razón, la iglesia solo debe evaluar las acusaciones que impliquen a dos o más personas, y esas personas deben presentar tantas pruebas como sea posible. Pablo parecía estar especialmente preocupado por las acusaciones que se pudieran hacer en contra de los ancianos (1 Timoteo 3:1–7).

Tal y como lo veremos en el siguiente versículo, Pablo no da por sentado que los ancianos sean incapaces de pecar, pero lo que más deseaba es que la iglesia no se distrajera debido a las falsas acusaciones que a veces surgen en contra del liderazgo eclesiástico. Sin embargo, los ancianos que pecan deben recibir una reprimenda pública de la iglesia.
Resumen de contexto:
En 1 Timoteo 5:17–25, Pablo nos ayuda a entender la manera en que una iglesia debe honrar a los ancianos y cómo deben disciplinarse si fuera necesario. La iglesia debe ayudar a los ancianos económicamente para que puedan centrarse plenamente en cubrir las necesidades de la congregación. Las acusaciones en contra de los ancianos deben tomarse en serio únicamente cuando hay pruebas suficientes para corroborar que lo que se está diciendo es cierto. Si se descubre que un anciano está pecando, la iglesia debe reprenderlo públicamente. Pablo también le advierte a Timoteo que no se precipite al asignar ancianos, ya que los pecados de algunos hombres están ocultos y muchas veces son difíciles de detectar.
Resumen del capítulo:
En el capítulo 5 de 1 Timoteo, Pablo habla sobre la manera en que Timoteo debía supervisar y guiar a los diferentes grupos de personas que formaban la iglesia. Timoteo debía respetar tanto a los hombres como a las mujeres, jóvenes y mayores. Una gran parte del capítulo trata sobre cómo cuidar a las viudas. Pablo quería que Timoteo le diera prioridad a las personas que realmente necesitaban ayuda, en lugar de centrarse en las personas que simplemente estaban comportándose como unos perezosos. Timoteo también recibe instrucciones sobre cómo rechazar las acusaciones sin fundamento que pudieran hacerse en contra de un anciano y cómo disciplinarlo adecuadamente si finalmente se descubriera que ese anciano estaba pecando. Teniendo esto en cuenta, Pablo también le advierte a Timoteo que no fuera imprudente a la hora de nombrar a los ancianos de la iglesia.
Contexto del capítulo:
Durante los primeros capítulos, Pablo habló de las responsabilidades tanto de Timoteo como del resto de los líderes de la iglesia. En este capítulo, el énfasis se pone en la manera en que Timoteo debía cuidar al resto de la congregación. Pablo dice que es importante cuidar de las viudas. Este pasaje termina más o menos con todo lo que Pablo quería enseñarle específicamente a Timoteo y a la iglesia. Durante el próximo y último capítulo, Pablo desarrolla un poco más todos estos temas y le pide a Timoteo que aprovechara al máximo el tiempo y el talento espiritual que Dios le había dado.
Resumen del libro:
1 Timoteo es una de las tres "epístolas pastorales" que Pablo les escribió a dos personas específicas. Las otras cartas de Pablo, tal y como Romanos, Efesios y Colosenses, están dirigidas a una audiencia más amplia. En estas epístolas pastorales, Pablo les da consejos tanto a Timoteo como a Tito sobre cómo liderar mejor sus iglesias locales. Estas tres cartas se centran en cómo debe funcionar la iglesia y el tipo de líderes que deben dirigirla. 1 Timoteo, tal y como ocurre con 2 Timoteo y Tito, son cartas más personales, por tanto, son menos formales y sistemáticas que el resto. Pablo nos ayuda a entender la manera en que los pastores, los diáconos y los ancianos deben priorizar su tiempo y energía en la iglesia.
Accessed 9/30/2025 9:23:06 PM
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