¿Qué significa 2 Corintios 1?
Comentario del capítulo:
La segunda carta de Corintios es la segunda carta bíblica que Pablo le escribió a la iglesia de Corintio, una iglesia que él mismo ayudó a establecer en la ciudad griega de Corinto. En el momento en el que estaba escribiendo esta carta, ya habían pasado muchas cosas entre él y los corintios, sobre todo desde que les escribió 1 Corintios desde la ciudad de Éfeso aproximadamente un año antes. Pablo viajó a Corinto, pasó por un momento difícil con ellos hasta el punto en el que las cosas no acabaron muy bien del todo. Después les escribió otra carta, la cual ahora ya no tenemos, después haberlos visitados esa vez. Entonces, Pablo les envió esta carta después de recibir las noticias de su colaborador Tito, quien estuvo en Corinto y le dijo que los corintios habían cambiado su opinión y su actitud hacia él.
Pablo a menudo comienza sus cartas expresándole a Dios el agradecimiento que sentía por todos sus lectores y la manera en que Dios estaba obrando en sus vidas. Esta vez, sin embargo, Pablo comienza alabando a Dios por el consuelo que les ofrece a todas las personas que lo están pasando mal. Cuando Dios consuela a las personas, esas personas pueden usar ese consuelo para consolarse los unos a los otros. Pablo conecta el sufrimiento cristiano con el sufrimiento de Cristo, y también conecta el consuelo que Dios nos ofrece durante ese sufrimiento con el consuelo que Cristo recibió también cuando Él mismo sufrió en la Tierra.
Los corintios eran conscientes de que Pablo había tenido que sufrir mucho por el evangelio. Al parecer, algunos comenzaron a cuestionarse si un apóstol de Jesús debería sufrir tanto. ¿No debería estar protegido por el poder de Dios debido a que era un apóstol? Pablo les dice que su sufrimiento como apóstol fue lo que hizo posible que los corintios recibieran el evangelio. Y el consuelo que había recibido de Dios durante todos sus sufrimientos fue lo que le permitió consolarlos cuando ellos también lo pasaron mal (2 Corintios 1:1–7).
Quizás los corintios no sabían lo severo que había sido el sufrimiento por el que Pablo había tenido que pasar unos meses antes de que escribiera esta carta. De hecho, Pablo dice que tanto él como sus compañeros incluso llegaron a estar en sus últimas, y creyeron que estuvieron tan cerca de morir que lo único que pudieron hacer fue confiar en el Dios que resucita a los muertos. Dios los liberó, y Pablo estaba seguro de que Dios continuaría liberándolos. Pablo invita a los corintios a formar parte de la victoria de Dios y que continuaran orando por Pablo y sus colaboradores, dándole gracias a Dios por haberlos librado del mal (2 Corintios 2:8–11).
Luego, Pablo comienza a defenderse de algunas de las acusaciones que le hicieron: algunos decían que a Pablo le faltaba integridad, transparencia y honestidad. Algunos de los corintios lo acusaron frívolamente de haber cambiado los planes de viaje que tenía para ir a visitarlos por motivos egoístas. Pablo insiste en que, especialmente con los corintios, él y su equipo siempre habían actuado con total integridad, franqueza y sinceridad, y no les ocultaron nada ni en persona ni a través de sus cartas (2 Corintios 2:12–14).
Pablo hizo sus planes para ir a visitarlos con la voluntad de llevarlos a cabo, pero finalmente cambió esos planes bajo la dirección del Espíritu de Dios y por el bien de corintios. Pablo dice que Dios los estableció a él mismo, a su equipo y a los corintios en Cristo, y Dios también derramó Su propio Espíritu sobre ellos como si fuera un sello, garantizando de esa manera su lugar con Dios en la eternidad. Así como Cristo representa el sí a todas las promesas de Dios, Cristo también fue quien dijo "sí" a los cambios que hizo Pablo en sus planes de viaje (2 Corintios 2:15–22).
Específicamente, Pablo dice que retrasó su regreso a Corinto para así poder perdonarlos, lo cual probablemente significa que, si hubiera ido, los habría tenido que disciplinar muy duramente, y no quería hacerlo. Pablo y sus colaboradores no querían aprovecharse de ningún modo de la autoridad que Dios les permitió tener sobre los corintios. En cambio, prefirieron poder trabajar con ellos para que ellos estuvieran gozosos y su fidelidad hacia Dios siguiera creciendo (2 Corintios 2:23–24).
Resumen de contexto:
En 2 Corintios 1:1–2 Pablo se presenta a sí mismo y a Timoteo. También identifica a la audiencia que recibiría la carta: la iglesia de Corinto, junto con todos los creyentes de la región de Acaya. Los corintios conocían bien al apóstol Pablo en ese momento, al igual que conocían bien a Timoteo. Pablo a menudo hablaba de las personas que estaban con él cuando escribía sus cartas, para apoyar con testigos lo que estaba a punto de compartir con las iglesias. Después de eso, Pablo ofrece su habitual oración de gracia y paz por ellos de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
En 2 Corintios 1:3–11, Pablo le ofrece a Dios una profunda alabanza por siempre consolar a todos los que están sufriendo. Pablo conecta el sufrimiento cristiano con los sufrimientos de Cristo. Esto les demostraría a los corintios la manera en que el sufrimiento de Pablo y el consuelo que había recibido de Dios habían sido para su beneficio. Pablo había experimentado algún tipo de sufrimiento que había sido bastante grave justo antes de escribir esta carta, e incluso faltó poco para que él y sus compañeros acabaran muriendo. Sin embargo, el Dios que resucita a los muertos los había liberado de tal situación. Pablo invita a los corintios a participar en la celebración del poder de Dios y les pide que sigan orando por él y sus compañeros, dándole gracias a Dios por haberlos liberado.
En 2 Corintios 1:12–24 Pablo se defiende de las acusaciones que algunas personas de la iglesia de Corinto habían hecho en su contra. Aparentemente, algunos estaban diciendo que Pablo había actuado de una manera deshonesta, e incluso les mostró una falta de compromiso bastante seria porque dijo que los iba a visitar, pero al final no lo hizo. Esos planes se pueden leer al final de la carta de 1 Corintios. Pablo insiste en que, especialmente con ellos, él y sus compañeros de trabajo se habían estado comportado con sencillez, integridad y transparencia, además de con sinceridad. Pablo cambió de planes no por frivolidad, sino porque el Espíritu Santo le dijo que era mejor no visitarles en ese momento.
Resumen del capítulo:
Este es el comienzo de otra carta que Pablo les escribió a los Corintios después de que surgieran algunos problemas graves en esa iglesia. Pablo comienza alabando a Dios por el consuelo que les ofrece a las personas que lo están pasando mal, y conecta el sufrimiento cristiano con los sufrimientos de Cristo. Pablo insiste en que su sufrimiento y el consuelo que ha recibido de Dios han sido para el beneficio de los corintios. Pablo defiende tanto su integridad como su sinceridad al tratar con ellos y les explica la razón por la que había retrasado el viaje que había preparado para visitarlos: lo hizo por su bien.
Contexto del capítulo:
Pablo escribió 2 Corintios 1 aproximadamente un año después de escribir 1 Corintios y, de hecho, en ese año pasaron muchísimas cosas. Pablo visitó a los corintios antes de viajar a Macedonia, pero esa visita no fue nada bien, y luego les escribió una carta muy dura desde Macedonia que, lamentablemente, no tenemos en la actualidad. Pablo también estaba escribiendo esta nueva carta desde Macedonia, después de enterarse de que los corintios habían tenido un cambio de actitud radical. Pablo comienza la carta alabando a Dios por ofrecerle consuelo a las personas que están sufriendo y defendiéndose de varias de las acusaciones que le hicieron algunas personas de la iglesia de Corinto.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/21/2024 7:42:09 AM
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