¿Qué significa 2 Corintios 10:15?
LBLA: no gloriándonos desmedidamente, esto es, en los trabajos de otros, sino teniendo la esperanza de que conforme vuestra fe crezca, nosotros seremos, dentro de nuestra esfera, engrandecidos aún más por vosotros,
NBLA: No nos gloriamos desmedidamente, esto es, en los trabajos de otros, sino tenemos la esperanza de que conforme la fe de ustedes crezca, nosotros seremos, dentro de nuestra esfera, engrandecidos aún más por ustedes,
NVI: No nos jactamos desmedidamente a costa del trabajo que otros han hecho. Al contrario, esperamos que, según vaya creciendo la fe de ustedes, también nuestro campo de acción entre ustedes se amplíe grandemente,
RV1960: No nos gloriamos desmedidamente en trabajos ajenos, sino que esperamos que conforme crezca vuestra fe seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla;
JBS: no gloriándonos más allá de nuestra medida en trabajos ajenos; sino teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla.
Comentario del verso:
Pablo dijo en los versículos anteriores que se negó a participar en juegos de popularidad junto a sus oponentes en Corinto, ya que no estaba interesado en hacerse famoso según los estándares de la cultura y la sociedad de su época, los cuales sí eran importantes para estos falsos maestros que surgieron de entre los corintios.
Dios le encomendó una misión a Pablo para la que no se necesitaba demostrar ningún tipo de valía, ni tampoco debía tener ningún talento impresionante para llevarla a cabo. De hecho, Pablo ya había completado esa misión que Dios le había encomendado, la cual era alcanzar a los corintios con el evangelio. Por tanto, Pablo pensaba que todos estos juegos eran una auténtica absurdez.
Pablo añade ahora que él no se jactaba del trabajo que habían realizado por otros, quizás refiriéndose con esto a sus oponentes, los falsos maestros de Corinto, quienes estaban tratando de afirmar que los corintios "les pertenecían a ellos", incluso a pesar del hecho de que Pablo fue quien estableció la iglesia allí. Pablo fue quien les presentó a Cristo a los corintios, y los corintios lo sabían bien.
Aunque Pablo había cumplido con su misión principal, Pablo no pensaba que su trabajo se hubiera terminado. La esperanza que tenía Pablo era que, a medida que creciera su fe, también crecería la influencia que Cristo tendría sobre ellos. De esta manera, habría muchas más personas que acabarían depositando su fe en Cristo para contribuir en su ministerio y eso facilitaría mucho más la expansión del evangelio por todo el mundo.
Resumen de contexto:
En 2 Corintios 10:1–18 Pablo responde a las acusaciones que algunos corintios habían hecho en su contra, quienes decían que, aunque sus cartas eran muy duras, él era muy humilde en persona. En realidad, Pablo no se opone a lo que estaban diciendo. Sin embargo, sí les hizo una advertencia: si fuera necesario, los visitaría con toda la valentía en Cristo para castigar todo tipo de desobediencia viera allí. De hecho, Pablo describe el conflicto que estaba teniendo con esos falsos apóstoles como si de una guerra espiritual se tratara. Pablo y sus asociados planeaban ganar esa batalla centrándose en capturar nuevamente los pensamientos de los corintios para que obedecieran a Cristo. Pablo nunca iba a parar de enorgullecerse en el Señor.
Resumen del capítulo:
Las personas que estaban criticando a Pablo desde Corinto decían que las cartas de Pablo eran muy duras, pero Pablo no les imponía nada de respeto en persona. Pablo les responde advirtiéndoles que no le hicieran mostrar lo valiente que podría llegar a ser cuando los visitara de nuevo. Pablo y sus compañeros luchaban continuamente en nombre de Dios y el evangelio usando armas espirituales que podían destruir todo tipo de argumentos falsos. Pablo se enorgullecía únicamente del Señor, y no de ningún otro apóstol falso. Los corintios deberían recordar que llegaron a la fe en Cristo como resultado del ministerio de Pablo, quien era un verdadero apóstol de Jesús.
Contexto del capítulo:
2 Corintios 10 continúa el patrón que Pablo ha estado siguiendo a lo largo de toda la carta, tratando cada tema de una manera ordenada. Después de concluir sus comentarios sobre la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos de Jerusalén, Pablo comienza a hablarles sobre una acusación personal que hicieron en su contra. Estos falsos maestros decían que en persona, Pablo no imponía nada, y que un verdadero apóstol debería tener mucha más presencia de la que tenía Pablo. Pablo no se avergüenza de eso, y les dice que si tuviera que disciplinarlos tal y como dijo que lo haría en las cartas, lo acabaría haciendo. Pablo estaba envuelto en una guerra espiritual que tenía el objetivo de conquistar las mentes de los corintios y su obediencia hacia Cristo y, por eso, se negó a alardearse a sí mismo tal y como lo estaban haciendo esos falsos apóstoles. Este tema continúa en el capítulo 11.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/23/2024 6:49:16 AM
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