¿Qué significa 2 Corintios 10:6?
LBLA: y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando vuestra obediencia sea completa.
NBLA: y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando la obediencia de ustedes sea completa.
NVI: Y estamos dispuestos a castigar cualquier acto de desobediencia una vez que yo pueda contar con la completa obediencia de ustedes.
RV1960: y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
JBS: Y estando prestos para castigar a toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida.
Comentario del verso:
Pablo ha estado diciendo que se encontraba inmiscuido en una guerra espiritual junto a sus colaboradores en Cristo en contra de los falsos maestros que comenzaron a surgir de entre los corintios. El campo de batalla eran las mentes de los propios corintios, y la victoria se obtendría únicamente si los corintios decidieran obedecer a Cristo y someterse únicamente a Su voluntad. Usando las armas de Dios, Pablo y sus compañeros estaban completamente equipados para destruir los argumentos de sus oponentes, los cuales intentaban socavar el conocimiento de Dios. Pablo y sus colaboradores tenían la intención de capturar los pensamientos de los corintios. Dado que las acciones siguen a los pensamientos, los corintios finalmente acabarían obedeciendo a Cristo de nuevo (2 Corintios 10:1–6).

Pablo ahora añade que estaba listo para castigar la manera en que estaban desobedeciendo a Cristo, pero solo cuando su obediencia se completara. Probablemente, esto significa que una de las prioridades de Pablo era que todos los creyentes de Corinto acabaran obedeciendo a Cristo en todas las cosas. Sin embargo, Pablo y sus asociados estaban listos para castigar a los miembros de Corinto que estaban negándose a obedecer al Señor, lo cual seguramente se refiera a los falsos maestros que surgieron en esa iglesia.

Cuando dice que quería castigarlos, Pablo no está hablando de ningún tipo de daño físico. A los cristianos no se les permite usar ningún tipo de violencia mientras defienden su fe (Juan 18:36). Esto fue parte del comentario que Pablo hizo en el versículo anterior cuando dijo que no él y sis colaboradores no usaban armas físicas, sino espirituales. El castigo al que se hace referencia aquí incluía la excomunión de las personas que se estaban oponiendo a Dios (1 Corintios 5:1–2), o algún tipo de disciplina espiritual en contra de las personas en Cristo que estaban viviendo en pecado y rebelión.

Pablo estaba haciéndoles una advertencia a las personas que decían que en persona era muy débil, pero que a través de sus cartas era muy valiente.
Resumen de contexto:
En 2 Corintios 10:1–18 Pablo responde a las acusaciones que algunos corintios habían hecho en su contra, quienes decían que, aunque sus cartas eran muy duras, él era muy humilde en persona. En realidad, Pablo no se opone a lo que estaban diciendo. Sin embargo, sí les hizo una advertencia: si fuera necesario, los visitaría con toda la valentía en Cristo para castigar todo tipo de desobediencia viera allí. De hecho, Pablo describe el conflicto que estaba teniendo con esos falsos apóstoles como si de una guerra espiritual se tratara. Pablo y sus asociados planeaban ganar esa batalla centrándose en capturar nuevamente los pensamientos de los corintios para que obedecieran a Cristo. Pablo nunca iba a parar de enorgullecerse en el Señor.
Resumen del capítulo:
Las personas que estaban criticando a Pablo desde Corinto decían que las cartas de Pablo eran muy duras, pero Pablo no les imponía nada de respeto en persona. Pablo les responde advirtiéndoles que no le hicieran mostrar lo valiente que podría llegar a ser cuando los visitara de nuevo. Pablo y sus compañeros luchaban continuamente en nombre de Dios y el evangelio usando armas espirituales que podían destruir todo tipo de argumentos falsos. Pablo se enorgullecía únicamente del Señor, y no de ningún otro apóstol falso. Los corintios deberían recordar que llegaron a la fe en Cristo como resultado del ministerio de Pablo, quien era un verdadero apóstol de Jesús.
Contexto del capítulo:
2 Corintios 10 continúa el patrón que Pablo ha estado siguiendo a lo largo de toda la carta, tratando cada tema de una manera ordenada. Después de concluir sus comentarios sobre la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos de Jerusalén, Pablo comienza a hablarles sobre una acusación personal que hicieron en su contra. Estos falsos maestros decían que en persona, Pablo no imponía nada, y que un verdadero apóstol debería tener mucha más presencia de la que tenía Pablo. Pablo no se avergüenza de eso, y les dice que si tuviera que disciplinarlos tal y como dijo que lo haría en las cartas, lo acabaría haciendo. Pablo estaba envuelto en una guerra espiritual que tenía el objetivo de conquistar las mentes de los corintios y su obediencia hacia Cristo y, por eso, se negó a alardearse a sí mismo tal y como lo estaban haciendo esos falsos apóstoles. Este tema continúa en el capítulo 11.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/21/2024 11:18:04 AM
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