¿Qué significa 2 Corintios 11?
Comentario del capítulo:
Pablo se sentía como si fuera el protector de los cristianos de Corinto. De hecho, los compara con una novia que está comprometida con Cristo y dice que él era como el padre de esa novia. Los falsos apóstoles en Corinto estaban tratando de seducir a los corintios de varias formas para que finalmente abandonaran el compromiso que habían hecho con Cristo desde el principio. Debido a que era su padre espiritual, Pablo estaba tratando de evitar que los corintios pecaran. Los falsos apóstoles hablaban de un Jesús diferente, y de un espíritu y un evangelio diferentes, y todo ello era falso; eran como la serpiente en el jardín que tentó a Eva para que pecara (2 Corintios 11:1–3).
Pablo se pregunta si una de las razones por las que los corintios se habían desviado del camino de la verdad tan fácilmente por culpa de esos falsos "grandes apóstoles" era porque se negó a recibir ayuda económica de ellos para así poder satisfacer sus propias necesidades. En realidad, Pablo no quiso recibir su ayuda para evitar que alguien pudiera acusarlo de que los estaba ayudando con el mero objetivo de enriquecerse. Esos falsos maestros creían que un apóstol no debería trabajar con sus manos, y debido a que Pablo lo hacía, eso demostraba aún más que Pablo no era un verdadero apóstol, sino una deshonra (2 Corintios 11:4–8).
Pablo dice que el hecho de que se negara a recibir dinero de esos falsos apóstoles lo distinguía muchísimo de los falsos apóstoles, quienes probablemente sí se estaban beneficiando a costa de los corintios. Pablo dice que son mentirosos, y que se hacían pasar por apóstoles para engañar a los corintios. Además, se disfrazaban de siervos de la justicia de la misma manera que Satanás se disfraza de ángel de luz. Sin embargo, su fin estaba cerca, y en ese momento tendrían que pagar por todas las cosas malas que hicieron (2 Corintios 11:9–15).
Estos "grandes apóstoles" trataron a los corintios horriblemente: mandaban sobre ellos como si fueran esclavos, se aprovechaban de ellos, y los trataban como si fuera seres inferiores. Quizás los corintios pensaban que esa era la forma en que los verdaderos apóstoles debían tratar a las personas. Pablo dice sarcásticamente que estaba avergonzado de haberse comportado de una manera tan débil en lugar de haber elegido tratarlos de esa manera (2 Corintios 11:16–21).
A continuación, Pablo dice que, después de todo, sí iba a jactarse de sí mismo, pero usando todos sus sufrimientos. Pablo se dice a sí mismo que estaba loco por decir que él le servía a Cristo mucho mejor que ellos, ya que un verdadero servidor de Cristo nunca diría tal cosa. La razón por la que hizo esto, por supuesto, no era jactarse de sí mismo, sino comparar sus "logros" (los cuales en realidad eran sus sufrimientos), con los logros de los corintios. Pablo usó muchos de los sufrimientos por los que había tenido que pasar durante el ministerio para enorgullecerse de sí mismo. Por tanto, de acuerdo con los corintios, quienes valoraban el poder, la posición social y el privilegio más que nada en el mundo, esta lista seguramente les sonaría como evidencia que confirmaba que Pablo era una fracasado (2 Corintios 11:21–29).
Al final, Pablo acepta el hecho de que se estaba jactando de todas las cosas que mostraban sus debilidades, incluido el hecho de que tuvo que escaparse de una sentencia de muerte real por el hecho de declarar que Cristo era el Hijo de Dios en una sinagoga de Damasco. Tal y como Pablo lo demostrará durante el capítulo siguiente, el poder de Cristo se perfecciona en la debilidad de los que lo sirven (2 Corintios 11:30–33).
Resumen de contexto:
En 2 Corintios 11:1–15 Pablo pone en tela de juicio a los falsos apóstoles de Corinto. Estas personas eran como la serpiente que tentó a Eva en el jardín; o también se podían comparar con un hombre que estaba intentando seducir a una mujer que ya estaba comprometida con el fin de alejarla de su prometido. Esos falsos maestros se disfrazaban de servidores de la justicia tal y como Satanás se disfraza para parecerse a un ángel de luz. Pablo es un padre espiritual que debe proteger a los corintios de este tipo de engaños, las cuales provenían de falsos apóstoles que estaban manchando la reputación de Cristo y de Su iglesia. Después, Pablo enfatiza una vez más su compromiso de no aceptar fondos de los corintios para cubrir sus propias necesidades, simplemente para demostrar la manera en que él se diferenciaba de esos falsos apóstoles.
2 Corintios 11:16–33 incluye una lista con los diferentes tipos de sufrimiento que Pablo tuvo que experimentar mientras servía a Cristo. Pablo describe todo esto como si fuera una locura, burlándose así de la actitud arrogante de los falsos apóstoles que surgieron en Corinto. En verdad, los corintios probablemente habrían pensado en todas estas cosas como si fueran símbolos de fracaso, debilidad y pérdida. De hecho, Pablo se sorprende de que estuvieran tan dispuestos a ser maltratados por esos falsos apóstoles, y les dice con sarcasmo que él era "demasiado débil" como para aprovecharse de ellos de esa manera. Toda esta parte en la que Pablo habla sobre su debilidad lo llevará en el siguiente capítulo a concluir que Cristo es más fuerte en él en los momentos en los que él se siente más débil.
Resumen del capítulo:
En 2 Corintios 11, Pablo compara a los creyentes de Corinto con una novia que está prometida. También los representa como si fueran la serpiente que tentó a Eva en el jardín durante Génesis 3. El trabajo de Pablo, al ser su padre espiritual, era proteger a los corintios de las mentiras provenientes de los falsos apóstoles que surgieron de entre sus filas. Esos falsos maestros se disfrazaban de servidores de la justicia tal y como Satanás se disfraza para parecerse a un ángel de luz. Pablo estaba sorprendido de que los corintios hubieran soportado un trato tan duro e indigno por parte de estos hombres. Después, Pablo usa el sarcasmo para jactarse de sí mismo como lo estaban haciendo esos falsos maestros de sí mismos. Sin embargo, Pablo comienza a jactarse principalmente de las formas en las que había tenido que sufrir por el nombre de Cristo durante su ministerio.
Contexto del capítulo:
El capítulo 11 continúa con el mismo tema que se estaba tratando en el capítulo anterior. En ese capítulo, Pablo les prometió que sería tan valiente como fuera necesario una vez fuera a verlos en persona. Pablo pensaba que era el padre espiritual de los corintios, y los estaba protegiendo e intentando salvar de los engaños de los falsos apóstoles, quienes estaban enseñándoles un evangelio falso. Pablo está sorprendido de que los corintios hubieran aguantado que esos falsos maestros los hubieran tratado de esa manera. Después, Pablo comienza a jactarse de una manera sarcástica para competir con los falsos apóstoles. Sin embargo, Pablo comienza a jactarse de todas las cosas que mostraban sus debilidades. Ese tema continúa en el capítulo 12, en el que Pablo les explica todo lo que había tenido que sufrir en su caminar con Cristo.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/21/2024 7:29:16 AM
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