¿Qué significa 2 Corintios 13?
Comentario del capítulo:
El último capítulo de 2 Corintios comienza con Pablo compartiendo una advertencia muy seria con los corintios. Pablo los iba a visitar por tercera vez, y durante esa visita, no iba a demostrar ningún tipo de indulgencia con las personas que estuvieran pecando. Al final del capítulo 12, se nombraron dos tipos de pecado: las divisiones y la inmoralidad. Los corintios querían que Pablo les demostrara que Cristo estaba con él, y Pablo no tendría ningún reparo en demostrarlo imponiendo el juicio de Cristo sobre los corintios. Si eso ocurriera, los corintios se darían cuenta de que, aunque Pablo era débil, Cristo podía mostrar Su poder a través de sus debilidades (2 Corintios 13:1–4).

Entonces, Pablo les pide que se autoexaminen continuamente. Los creyentes deben examinarse a sí mismos para ver si están viviendo de acuerdo con la fe que profesan en Cristo, y para saber si Cristo estaba verdaderamente con ellos. Pablo parece suponer que finalmente pasarían esa prueba y descubrirían que todavía creían en Cristo tal y como lo hicieron cuando les presentó a Jesús por primera vez. Si los corintios se dieran cuenta de que Cristo estaba en ellos, Pablo y sus asociados también pasarían la prueba, ya que eso demostraría que ellos también eran verdaderos representantes de Cristo. Después de todo, si los corintios estaban en Cristo, las personas que los llevaron hacia Cristo también deberían estar en Cristo de igual manera (2 Corintios 13:5–7).

Como Cristo estaba en ellos, Pablo ora para que los corintios no hagan el mal, para que dejen de pecar, y añade que nada de esto se trataba de las apariencias superficiales. De hecho, Pablo prefería que todos pensaran que no había hecho un buen trabajo como apóstol, si eso les permitiera a los corintios comenzar a hacer lo correcto y probar que Cristo estaba con ellos. Sin embargo, Pablo sabía que no podía controlar las opiniones de los demás hiciera lo que hiciera. Tanto él como sus compañeros del ministerio trabajaban para avanzar la verdad del evangelio, esa era su única misión en esta vida. Cristo es la verdad. Ellos no podían hacer nada en contra de la verdad, incluso si eso los ayudara de alguna manera a parecer más fuertes frente a los demás. De hecho, se alegraban de ser débiles porque eso hacía que Cristo se volviera poderoso en ellos. Pablo y sus colaboradores se alegran de que los corintios fueran fuertes de la misma manera y estaban orando para que los corintios se arrepintieran completamente de sus pecados y pusieran toda su devoción en Cristo (2 Corintios 13:8–9).

Pablo les suplica que se arrepientan de sus pecados antes de que fuera a visitarlos. Si no lo hicieran, entonces los disciplinaría con toda la autoridad de Cristo (2 Corintios 13:10).

Pablo termina la carta animando los corintios a regocijarse, a luchar por la restauración, a animarse los unos a los otros y a vivir en paz. Pablo les asegura que el Dios de amor y paz estará con ellos. Pablo también les ofrece saludos a los demás creyentes. La oración final que hace por ellos al final del capítulo está compuesta por una bendición específica procedente de cada uno de los tres miembros de la Trinidad (2 Corintios 13:11–14).
Resumen de contexto:
2 Corintios 13:1–10 contiene la advertencia final que Pablo comparte con los corintios en esta carta: Pablo les pide que se arrepientan del pecado antes de que él llegara para visitarlos. De hecho, ninguno de nosotros se librará de la disciplina de Cristo si no nos arrepentimos. Los corintios se darían cuenta de que Cristo realmente hablaba a través de Pablo si Pablo finalmente los disciplinara en Su nombre. Para evitarlo, Pablo los anima a examinarse a sí mismos para ver si Cristo estaba con ellos y estaba orando para crecer en su relación con Él. Pablo sabía que había recibido la autoridad de Dios para representar a Cristo entre ellos, pero quería hacer todo lo posible para evitar tener que disciplinarlos.
2 Corintios 13:11–14 contiene la despedida final de Pablo. Pablo los anima a que se regocijen, a que permanezcan unidos, a que se consuelen y a que se animen los unos a los otros. Pablo les asegura que el Dios de amor y paz estará con ellos, les recuerda que se saluden dándose un beso santo y les ofrece saludos de creyentes de otras iglesias. Finalmente, Pablo les ofrece una oración de bendición procedente de cada uno de los tres miembros de la Trinidad.
Resumen del capítulo:
El último capítulo de la carta de Pablo comienza con Pablo compartiendo con ellos una dura advertencia. Todas las personas que vivieran pecando sin mostrar ninguna señal de arrepentimiento cuando llegara Pablo serían disciplinadas, y los corintios finalmente se darían cuenta de que Pablo hablaba con la autoridad de Cristo, porque Cristo lidiaría poderosamente con su pecaminosidad a pesar de las propias debilidades de Pablo. Pablo los anima a examinarse a sí mismos para ver si Cristo estaba con ellos y estaba orando para crecer en su relación con Él. Pablo sabía que había recibido la autoridad de Dios para representar a Cristo entre ellos, pero quería hacer todo lo posible para evitar tener que disciplinarlos.
Contexto del capítulo:
En 2 Corintios 13, Pablo sigue hablando de los tipos de pecados que no quería encontrarse cuando llegara a visitar a los corintios: divisiones personales e inmoralidades sexuales. Pablo les advierte una vez más que nadie se libraría de la disciplina de Cristo si los corintios siguieran pecando sin mostrar ningún intento de arrepentimiento. Pablo les pide que se examinen a sí mismos para saber si Cristo estaba en ellos. Después, ora para que se vuelvan a unir y les pide que se arrepientan del pecado para que él no tenga que disciplinarlos cuando llegara a visitarlos, ya que Cristo le dio la autoridad para hacerlo.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/23/2024 3:17:40 AM
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