¿Qué significa 2 Corintios 13:7?
LBLA: Y rogamos a Dios que no hagáis nada malo; no para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que vosotros hagáis lo bueno, aunque nosotros aparezcamos reprobados.
NBLA: Y rogamos a Dios que no hagan nada malo. No para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que ustedes hagan lo bueno, aunque nosotros aparezcamos reprobados.
NVI: Pedimos a Dios que no hagan nada malo, no para demostrar mi éxito, sino para que hagan lo bueno, aunque parezca que nosotros hemos fracasado.
RV1960: Y oramos a Dios que ninguna cosa mala hagáis; no para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que vosotros hagáis lo bueno, aunque nosotros seamos como reprobados.
JBS: Pero oramos a Dios que ninguna cosa mala hagáis; no para que nosotros seamos hallados aprobados, sino para que vosotros hagáis lo que es bueno, aunque nosotros seamos tenidos por reprobados.
Comentario del verso:
Pablo les ha hecho una advertencia muy seria a los corintios: cuando llegara a visitarlos, si hubiera alguien que no se hubiera arrepentido de sus pecados, Pablo disciplinaría a esa persona con toda la autoridad de Cristo (2 Corintios 13:2). Después de eso, Pablo los animó a que se examinaran a sí mismos para ver si estaban bien arraigados en la fe (2 Corintios 13:5). Para ello, tenían que examinar sus propias creencias y conducta para saber si estaban siguiendo verdaderamente a Cristo.

Si descubrieran que, de hecho, creían en el Cristo verdadero, tal y como Pablo esperaba que lo hiciesen, eso también significaría que Pablo habría pasado la prueba y en realidad sería un verdadero apóstol de Cristo. Después de todo, ¿cómo podrían los corintios llegar a la verdadera fe en Cristo si el que los llevó hacia la fe en Cristo fuera un apóstol falso, tal y como lo estaban diciendo las personas que criticaron a Pablo?

Otra cosa que se podría estar implicando aquí es que, si los corintios continuaran pecando sin arrepentimiento, eso provocaría que se avergonzaran de ellos mismos. De hecho, a las personas de afuera les parecería que Pablo nunca les habló a los corintios del verdadero Cristo. Entonces, Pablo añade que él no estaba preocupado de que la gente de afuera lo respetara. La apariencia externa no demuestra si la verdadera fe se ha interiorizado. De hecho, Pablo estaría dispuesto a que las apariencias externas lo hicieran parecer un fracaso, siempre y cuando la realidad fuera que su trabajo continuara llevando a más y más personas hacia la fe en Cristo. Lo que él quería sobre todo es que los corintios hicieran lo correcto y, de esa manera, darían evidencia de que su fe en Cristo era real.

Pablo deseaba que Jesús realmente estuviera con ellos. Si se arrepintieran del pecado y continuaran haciendo todo lo posible para seguir a Cristo, eso sería evidencia de que su fe estaba a salvo. Sin embargo, Pablo no está diciendo que si abandonaran el pecado eso sería lo que los salvaría, ya que la fe en Cristo es lo único que puede hacer eso (Efesios 2:8–9).
Resumen de contexto:
2 Corintios 13:1–10 contiene la advertencia final que Pablo comparte con los corintios en esta carta: Pablo les pide que se arrepientan del pecado antes de que él llegara para visitarlos. De hecho, ninguno de nosotros se librará de la disciplina de Cristo si no nos arrepentimos. Los corintios se darían cuenta de que Cristo realmente hablaba a través de Pablo si Pablo finalmente los disciplinara en Su nombre. Para evitarlo, Pablo los anima a examinarse a sí mismos para ver si Cristo estaba con ellos y estaba orando para crecer en su relación con Él. Pablo sabía que había recibido la autoridad de Dios para representar a Cristo entre ellos, pero quería hacer todo lo posible para evitar tener que disciplinarlos.
Resumen del capítulo:
El último capítulo de la carta de Pablo comienza con Pablo compartiendo con ellos una dura advertencia. Todas las personas que vivieran pecando sin mostrar ninguna señal de arrepentimiento cuando llegara Pablo serían disciplinadas, y los corintios finalmente se darían cuenta de que Pablo hablaba con la autoridad de Cristo, porque Cristo lidiaría poderosamente con su pecaminosidad a pesar de las propias debilidades de Pablo. Pablo los anima a examinarse a sí mismos para ver si Cristo estaba con ellos y estaba orando para crecer en su relación con Él. Pablo sabía que había recibido la autoridad de Dios para representar a Cristo entre ellos, pero quería hacer todo lo posible para evitar tener que disciplinarlos.
Contexto del capítulo:
En 2 Corintios 13, Pablo sigue hablando de los tipos de pecados que no quería encontrarse cuando llegara a visitar a los corintios: divisiones personales e inmoralidades sexuales. Pablo les advierte una vez más que nadie se libraría de la disciplina de Cristo si los corintios siguieran pecando sin mostrar ningún intento de arrepentimiento. Pablo les pide que se examinen a sí mismos para saber si Cristo estaba en ellos. Después, ora para que se vuelvan a unir y les pide que se arrepientan del pecado para que él no tenga que disciplinarlos cuando llegara a visitarlos, ya que Cristo le dio la autoridad para hacerlo.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/21/2024 12:32:27 PM
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