¿Qué significa 2 Corintios 3:13?
LBLA: y no somos como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no fijaran su vista en el fin de aquello que había de desvanecerse.
NBLA: Y no somos como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los Israelitas no fijaran su vista en el fin de aquello que había de desvanecerse.
NVI: No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.
RV1960: y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro, para que los hijos de Israel no fijaran la vista en el fin de aquello que había de ser abolido.
JBS: y no como Moisés, que ponía un velo sobre su faz, para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en su cara, cuya gloria había de perecer.
Comentario del verso:
Pablo ha estado comparando la gloria del antiguo pacto que Dios hizo con Israel y el nuevo pacto de la gracia de Dios que reciben todas las personas que se acercan a Él a través de la fe en Cristo. La gloria que vino a través del antiguo pacto se estaba desvaneciendo. La gloria de la revelación de Dios a través de Cristo es eterna. A través de la fe en Cristo, Dios recibe la muerte de Jesús en la cruz como un pago por el pecado humano y a cambio acepta a todas las personas que se acercan a él debido a la vida justa y sin pecado que Jesús vivió en la Tierra.

Esto le trajo un sentido de libertad y confianza inmenso a Pablo mientras representaba a Dios ante el mundo. De esta manera, no tenía nada que temer, porque su posición ante Dios no se basaba en sus propias obras o talento, sino que todo se basaba en la justicia de Cristo.

Moisés, por otro lado, no pudo alcanzar ese sentido de libertad al representar a Dios ante los israelitas. Pablo menciona aquí un pasaje de Éxodo 34. Moisés volvió con su pueblo después de haber estado con Dios y su rostro había cambiado, ya que estaba reflejando la gloria de Dios de tal manera que la gente tenía miedo de acercarse a él (Éxodo 34:30). Por lo tanto, no pudieron soportar la gloria de Dios debido a su pecaminosidad. Moisés se cubrió el rostro para poder protegerlos de la gloria de Dios. Por otro lado, Pablo sí que pudo revelarle al mundo la gloria de Dios en la persona de Jesús.
Resumen de contexto:
En 2 Corintios 3:7–18 Pablo compara la gloria de Dios tal y como se nos reveló a través dos pactos diferentes. El primero fue el antiguo pacto con Israel, el segundo es la gloria que se reveló en el nuevo pacto de la gracia de Dios a través de la fe en Cristo. La gloria del antiguo pacto se estaba desvaneciendo tal y como lo hizo en el rostro de Moisés después de haber estado con Dios. Las personas que se acercan a Dios a través de la fe en Cristo reciben el perdón de sus pecados y pueden contemplar la gloria de Dios. El Espíritu elimina el velo de la incredulidad a través de Cristo. Las personas que comienzan a observan a Cristo comienzan a volverse como Él.
Resumen del capítulo:
2 Corintios 3 comienza con Pablo insistiendo de nuevo en el hecho de que la presencia de Cristo moraba en los corazones de los corintios y que esa era toda la evidencia que necesitaban para saber que su ministerio había sido honesto y sincero. Luego, Pablo compara la gloria limitada que Dios compartió con el pueblo de Israel a través del antiguo pacto con la gran gloria que Dios nos ha revelado a todos nosotros a través de la fe en Cristo. Esa gloria se revela solamente cuando el velo de la incredulidad desaparece a través de Cristo gracias al poder del Espíritu Santo. Las personas que se centran en observar la gloria de Dios en Cristo comienzan un proceso de transformación que los lleva a parecerse a Cristo más y más con el paso del tiempo.
Contexto del capítulo:
Durante los capítulos anteriores, Pablo nos habló sobre la manera en que los corintios habían respondido cuando leyeron la carta que les había enviado a través de Tito y todas las instrucciones que en ella intentó comunicarles. Aquí, Pablo comienza a defenderse una vez más, centrándose en el hecho de que él era un verdadero apóstol de Cristo. Luego, Pablo compara el antiguo pacto de la ley de Moisés con el nuevo pacto de la fe en Cristo. El antiguo pacto reveló la seriedad del pecado humano, la condenación de Dios y el hecho de que para pagar por el pecado humano se necesitaban sacrificios de animales continuamente. El nuevo pacto, sin embargo, se basa en el perdón de Dios, quien les perdona los pecados a todas las personas que confían en Cristo, y les permite mirar Su gloria y comenzar a ser transformados en la imagen de Cristo a través del poder del Espíritu Santo. Después, Pablo habla sobre increíble valor del evangelio cuando lo comparamos con las dificultades que tenemos que pasar durante esta vida.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/23/2024 7:07:20 PM
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