¿Qué significa 2 Corintios 7:1?
LBLA: Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
NBLA: Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
NVI: Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.
RV1960: Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
JBS: Así que, amados, pues teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en temor de Dios.
Comentario del verso:
Pablo comienza hablando sobre las "promesas" que poseen las personas que están en Cristo. Pablo acaba de citar algunos pasajes de las Escrituras del Antiguo Testamento que conectan las promesas que Dios les hizo a los israelitas con la idea de que tenían que ser obedientes al separarse de las naciones impías y las cosas inmundas. Algunas de las promesas que Dios le hizo a Israel dependían de la disposición y la capacidad que los israelitas tenían para obedecer a Dios de esta manera. Así es como se estableció el antiguo pacto.
Bajo el nuevo pacto, sin embargo, Dios les promete a Sus seguidores que vivirá con ellos a través de Cristo. Dios se convertirá en Su Padre y les dará la bienvenida en Su presencia para siempre. En realidad, para que esto ocurra, no se depende en absoluto de la habilidad del creyente para obedecer la ley, ya que todos los creyentes dependen solamente de Cristo. Pablo escribió al comienzo de esta carta lo siguiente: "porque todas las promesas de Dios en él son «Sí». Por eso, por medio de él también nosotros decimos «Amén», para la gloria de Dios" (2 Corintios 1:20).
En otras palabras, Cristo nos asegura que las promesas de Dios se han cumplido y se seguirán cumpliendo. ¿Cómo deberían responder los creyentes ante estas promesas de Dios? Debemos limpiarnos en cuerpo y espíritu. Dado que Dios vive con los creyentes en este momento a través del Espíritu Santo, los cristianos deben eliminar de sus vidas cualquier cosa que se oponga a Dios. Para los corintios, quienes vivían en una cultura que había normalizado la adoración de ídolos, entre otras muchos cosas, todo esto significaba que debían cortar de raíz cualquier tipo de involucramiento en ese tipo de actividades.
Ese proceso continuo de limpieza espiritual es la manera en que podemos "perfeccionarnos en la Santidad". Dios es quien elige a Sus seguidores para que cumplan Sus propósitos, y lo hace por todas las personas que se acercan a Él a través de la fe en Cristo. Esa es la manera en que también comienza el proceso de hacer que esa persona se vaya restaurando y pareciéndose cada día más a la imagen de Cristo (2 Corintios 5:17).
Pablo dijo que Dios también terminará esta obra en cada creyente (1 Corintios 1:8). Los cristianos, sin embargo, deben participar en esa obra obedeciendo los mandamientos de Dios y dejar de lado toda desobediencia "en el temor del Señor", mostrándo respeto por el poder y la justicia de Dios. Debemos también ser conscientes de que un día Cristo juzgará las obras de cada creyente cuando regrese, no para decidir el destino eterno de esa persona sino para darle lo que le corresponde de acuerdo con la forma en esa persona vivió su vida (2 Corintios 5:10).
Resumen de contexto:
2 Corintios 6:14–7:1 comienza con Pablo ordenándoles los corintios que no se unieran en un "yugo desigual" con los incrédulos. La luz y las tinieblas no pueden unirse. Cristo y Satanás no pueden trabajar juntos. Los cristianos son templos de Dios en la Tierra ya que el Espíritu de Dios vive en ellos. Por eso deben evitar formar parte de cualquier tipo de relación formal y vinculante con los incrédulos. Pablo hace referencia a varias Escrituras del Antiguo Testamento para demostrar que los creyentes en Jesús deben separarse de los incrédulos, ya que Dios es su Padre y vive entre ellos.
Resumen del capítulo:
El versículo 1 termina el pensamiento que comenzó en el capítulo anterior de que los creyentes, al ser el pueblo santo de Dios, deben limpiar sus vidas de todo tipo de contaminación. A continuación, Pablo amina a los corintios una vez más a que les abran sus corazones tanto a él como a sus colaboradores. Pablo expresa un gran consuelo y alegría por el informe que recibió de Tito de que la carta que les había mandado fue recibida con tristeza y arrepentimiento, y estaban deseosos de hacer las cosas bien. Pablo también se alegra de saber que Tito se había quedado impresionado con su obediencia y su actitud humilde. En realidad, eso no resolvió todos los problemas que había entre Pablo y los corintios, pero Pablo sí que expresa que tenía una total confianza en ellos.
Contexto del capítulo:
El capítulo 7 de 2 corintios comienza con un versículo que concluye las enseñanzas de Pablo acerca de la importancia de que los cristianos no se asocien con los incrédulos de tal manera que esa relación los vincule por contrato con ellos. Luego, Pablo anima a los corintios una vez más a que les hicieran un lugar en sus corazones. Pablo expresa un enorme consuelo al escuchar que los corintios recibieron la carta tan dura que les había enviado y que ellos decidieron arrepentirse de sus pecados. Tito también se quedó muy impresionado con su obediencia y humildad. Pablo dice que tenía plena confianza en ellos. Durante los siguientes capítulos, Pablo continuará abordando los problemas espirituales que había dentro de esa iglesia.
Resumen del libro:
La segunda carta de los Corintios vuelve a tratar sobre muchos de los temas que Pablo ya trató en la primera carta que le envió a esta misma iglesia. Pablo se alegró de saber que la iglesia de Corinto había seguido su consejo. Al mismo tiempo, Pablo se vio obligado a hablar sobre algunas de las acusaciones que le hicieron con respecto a su personalidad y a su legitimidad como apóstol. La mayor parte de este texto trata sobre este tema. El quinto capítulo, por el contrario, contiene un pasaje que los cristianos recitan muy a menudo cuando lo están pasando mal. Pablo también quiere que la iglesia de Corinto cumpliera su promesa de ayudar en la colecta que se estaba reuniendo para ayudar a los cristianos que estaban sufriendo en Jerusalén.
Accessed 11/23/2024 6:43:49 AM
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