Colosenses 4:18 - Printer Friendly

LBLA: Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acordaos de mis cadenas. La gracia sea con vosotros.

NBLA: Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acuérdense de mis cadenas (de mis prisiones). La gracia (El favor del Señor) sea con ustedes.

NVI: Yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra. Recuerden que estoy preso. Que la gracia sea con ustedes.

RV1960: La salutación de mi propia mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén.

JBS: La salutación de mi mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén.

En este versículo final de la carta que Pablo les escribió a los colosenses, Pablo le añade un toque personal final a todo lo que ha estado escribiendo. En base a este versículo, parece que Pablo le estaba dictando esta carta a alguien, quizás a Timoteo (Colosenses 1:1), Lucas (Colosenses 4:14) o Marcos (Colosenses 4:10). De hecho, esto era algo habitual en la antigua escritura epistolar y no les habría sorprendido en absoluto a sus lectores originales. Lo que sí les habría llamado la atención sobre este versículo final es el hecho de que Pablo escribiera personalmente el final de la carta. Esto es como si Pablo hubiera escrito su autógrafo o su firma en la carta, lo cual le añade mucho valor a una carta que ya de por sí era muy importante.

Al final, Pablo añade: "recuerden que estoy preso. Que la gracia sea con ustedes". Aunque estuvo bajo arresto domiciliario durante este tiempo en Roma (Hechos 28:30–31), Pablo quizás estaba siendo retenido en su apartamento con una cadena. En algunos casos, los prisioneros eran encadenados directamente a un guardia romano para evitar que se escaparan. Por otro lado, quizás Pablo estaba hablando en sentido figurado de su encarcelamiento. En cualquier caso, Pablo no tenía la libertad de visitar personalmente a los creyentes colosenses. Por eso, ellos debían orar por él y "recordar" su encarcelamiento.

Pablo termina esta carta compartiendo su frase típica: "que la gracia sea con ustedes". A pesar de todas las dificultades por las que estuviera pasando, Pablo empezaba y terminaba sus cartas hablando de la gracia de Dios, la cual es suficiente tanto para la salvación como para cualquier otro aspecto de la vida cristiana.

Colosenses 4:7–18 es el último pasaje de la carta que Pablo les escribió a los creyentes de Colosas, y Pablo les comunica este mensaje de la manera típica que lo hacía en la mayoría de sus cartas. Las cartas de Pablo incluyen una introducción, después nos presentan una serie de ideas, luego la manera de ponerlas en práctica, y al final terminan con noticias y una serie de saludos. Aquí, Pablo menciona específicamente la ciudad de Laodicea, la cual estaba a unas 12 millas de Colosas. Pablo también habla de varios compañeros cristianos, algunos de los cuales también se mencionan en otras cartas, incluidos Tíquico, Onésimo, Aristarco, Marcos, Epafras y Lucas.

El primer versículo del capítulo 4 forma parte de las enseñanzas que Pablo estaba compartiendo sobre los siervos y los amos durante el capítulo 4. Después de esto, Pablo nos habla sobre la manera en que los cristianos deben tener conversaciones con las personas. La forma en que los creyentes hablan tiene un gran impacto en la eficacia con la que se recibe y se entiende nuestro mensaje. Luego, Pablo termina su carta compartiendo noticias y mensajes sobre varios ministros cristianos. Entre ellos se encuentran personas que Pablo también menciona en otras cartas, como Tíquico, Epafras, Arquipo y Onésimo.

Durante los capítulos anteriores de esta carta, Pablo estableció la supremacía de Cristo, abordó las debilidades que sustentan las falsas enseñanzas que estaban amenazando a la iglesia de Colosas y les ofreció una serie de instrucciones y conductas que son necesarias en la vida cristiana. En el capítulo 4, Pablo completa todo esto añadiendo un comentario más sobre la manera en que los cristianos deben conversar. Pablo termina la carta compartiendo noticias y comentarios sobre varios creyentes cristianos. Esta carta sigue el patrón de escritura de Pablo, dentro del cual se pueden discernir el siguiente orden: introducción, teoría, aplicación, noticias personales y despedida.

En el libro de Colosenses, Pablo dice que Cristo es superior a todos los demás maestros, credos y filosofías del mundo. En esta carta, la cual escribió desde la cárcel, Pablo aborda una vez más el tema de las falsas enseñanzas. Algunos andaban diciendo que los cristianos debían renunciar a todos los placeres físicos, que debían adorar a los ángeles y que debían confiar en la sabiduría de una élite reducida que se caracterizaba por seguir filosofías humanas. En realidad, todos estos problemas coinciden con los fundamentos de una antigua herejía llamada gnosticismo. En respuesta a eso, Pablo dice que Cristo es supremo y suficiente para nuestra salvación.