Efesios 1:21 - Printer Friendly

LBLA: muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero.

NBLA: muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero.

NVI: muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero.

RV1960: sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;

JBS: sobre todo principado y potestad, y potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino aun en el venidero:

En la antigüedad, sentarse a la derecha del rey era un signo de poder, autoridad, cercanía y aceptación por parte del rey. Jesús está sentado a la diestra de Dios de acuerdo con el versículo 20, algo que también se describe de la misma manera en otros pasajes del Nuevo Testamento (Romanos 8:34; 1 Pedro 3:22). Jesús está "muy por encima de todo principado, autoridad, poder y señorío". Pablo se refiere a Jesús de esta manera solo en este pasaje de las Escrituras. En Colosenses 2:10 dijo que Jesús "es la cabeza de toda autoridad y poder". Pablo habla de Jesús describiéndolo como alguien que es tan poderoso como Dios.

Además del poder de Cristo, Su nombre es tan grande que en Su nombre se predicaría el "arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando por Jerusalén." (Lucas 24:47). La grandeza de Su nombre también es atemporal: eterna. Pablo no nos da lugar a pensar que el poder y la autoridad de Cristo podrían ser superados por alguien más. Todas las figuras, profetas y líderes que vinieron después de Jesús son solo Sus seguidores. Cristo reina ahora y reinará para siempre. Los capítulos 21 y 22 de Apocalipsis nos ofrecen detalles adicionales sobre el reinado eterno de Jesús.

Efesios 1:15–23 nos habla sobre el valor que tiene nuestra salvación en Cristo. Las oraciones que Pablo hace por los creyentes de Éfeso no sólo incluyen momentos de alabanza por los éxitos que estaban cosechando en el Espíritu, sino que Pablo también deseaba que siguieran creciendo. Este pasaje involucra en gran medida la realidad de la supremacía de Cristo. Al ser creyentes, no sólo somos seguidores de Jesús, sino que también somos destinatarios de Sus bendiciones y poder. Pablo quiere recordarle a la iglesia de Éfeso que entender a Cristo completamente nos ayuda a amar mucho más y a tener una fe mucho más fuerte.

El primer capítulo de Efesios contiene dos pasajes principales. El primero nos describe las bendiciones que los cris-tianos hemos recibido gracias a nuestra salvación, la cual hemos alcanzado a través de Cristo. Pablo habla de esas bendiciones mientras que también alaba a Dios Padre. Durante la segunda sección, Pablo se dedi-ca a elogiar a los efesios por su reputación y ora para que Cristo los ayude a tener una fe más plena y consciente.

Durante los tres primeros capítulos de Efesios, Pablo habla sobre doctrina, mientras que los tres últimos hablan sobre cómo poner en práctica esa doctrina. En el capítulo 1, Pablo habla sobre el valor que tiene nuestra salvación en Cristo y las bendiciones que recibimos de ella, y Pablo habla de esto mientras alaba a Dios y nos describe al detalle lo que significa tener una herencia en el cielo. Los capítulos siguientes se basarán en estas ideas, ya que Pablo relaciona lo que somos en Cristo con la forma en que debemos vivir debido a que somo cristianos.

Pablo trata uno de sus temas más comunes en Efesios: la importancia de conectar la teoría con la práctica. En este libro, sin embargo, profundiza más en esto antes de hacer esta transición. Debido a que Pablo probablemente les escribió esta carta a más de una iglesia, Pablo se centra en la manera en que las creencias cristianas deben ponerse en práctica a través de nuestras acciones. Los tres primeros capítulos nos hablan de ideas espirituales, y los tres últimos nos muestran cómo deben aplicarse estas verdades en la vida de los creyentes que hayan alcanzado la madurez espiritual. Pablo se centra en el amor, la uni-dad de la Iglesia cristiana y el increíble valor de la salvación que hemos recibido por medio de Cristo.