Efesios 1:5 - Printer Friendly

LBLA: nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,

NBLA: nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de Su voluntad,

NVI: nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad,

RV1960: en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,

JBS: el cual nos señaló dede antes el camino para ser adoptados en hijos por Jesús, el Cristo, en sí mismo, por el buen querer de su voluntad,

El apóstol Pablo continúa hablando sobre el tema de la predestinación, y lo conecta con los temas del amor y la adopción. Debido a Su amor, Dios nos eligió de antemano para que seamos Sus hijos. Jesús vino en el momento justo para que los lectores de Pablo escucharan el mensaje del evangelio y creyeran. Una vez lo hicieron, se convirtieron en miembros de la familia de Dios. Aunque no eran judíos, fueron adoptados como hijos por medio de Jesús. Pablo habla de la salvación en otros lugares como si en realidad fuera una adopción (Romanos 8:15, 23; 9:4; Gálatas 4:5).

Pablo también habla sobre la razón por la que Dios eligió a los creyentes para que fueran sus hijos. Esto ocurrió "según el beneplácito de su voluntad". A través de un acto de amor y como parte de Su plan divino, Dios hizo un plan para que todas las personas, incluso aquellas que no forman parte del pueblo judío, pudieran formar parte de la familia de Dios. Estos creyentes gentiles seguramente apreciaron muchísimo lo que Pablo dice aquí, ya que Pablo era un judío devoto que, por la gracia de Dios, se convirtió en el apóstol de los gentiles. Este "hebreo de hebreos" (Filipenses 3:4–7) consideraba a sus lectores gentiles como iguales, como hermanos y hermanas en la familia de Dios.

En Efesios 1:3–14, Pablo alaba a Dios por las bendiciones que nos ofrecido. En un solo pasaje, Pablo une las ideas de la predestinación, la gloria de Dios, la salvación de Su pueblo y los derechos que hemos recibido al convertirnos en hijos de Dios. En particular, los creyentes somos bendecidos porque Dios nos eligió, antes de la creación, para salvarnos. Esa salvación tuvo un gran costo: la muerte de Jesucristo. Debido a que somos hijos de Dios, podemos estar seguros de que Dios nos dará lo que nos ha prometido: es decir, la eternidad con Él en el cielo.

El primer capítulo de Efesios contiene dos pasajes principales. El primero nos describe las bendiciones que los cris-tianos hemos recibido gracias a nuestra salvación, la cual hemos alcanzado a través de Cristo. Pablo habla de esas bendiciones mientras que también alaba a Dios Padre. Durante la segunda sección, Pablo se dedi-ca a elogiar a los efesios por su reputación y ora para que Cristo los ayude a tener una fe más plena y consciente.

Durante los tres primeros capítulos de Efesios, Pablo habla sobre doctrina, mientras que los tres últimos hablan sobre cómo poner en práctica esa doctrina. En el capítulo 1, Pablo habla sobre el valor que tiene nuestra salvación en Cristo y las bendiciones que recibimos de ella, y Pablo habla de esto mientras alaba a Dios y nos describe al detalle lo que significa tener una herencia en el cielo. Los capítulos siguientes se basarán en estas ideas, ya que Pablo relaciona lo que somos en Cristo con la forma en que debemos vivir debido a que somo cristianos.

Pablo trata uno de sus temas más comunes en Efesios: la importancia de conectar la teoría con la práctica. En este libro, sin embargo, profundiza más en esto antes de hacer esta transición. Debido a que Pablo probablemente les escribió esta carta a más de una iglesia, Pablo se centra en la manera en que las creencias cristianas deben ponerse en práctica a través de nuestras acciones. Los tres primeros capítulos nos hablan de ideas espirituales, y los tres últimos nos muestran cómo deben aplicarse estas verdades en la vida de los creyentes que hayan alcanzado la madurez espiritual. Pablo se centra en el amor, la uni-dad de la Iglesia cristiana y el increíble valor de la salvación que hemos recibido por medio de Cristo.