Efesios 2:17 - Printer Friendly

LBLA: Y VINO Y ANUNCIO PAZ A VOSOTROS QUE ESTABAIS LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA ;

NBLA: Y VINO Y ANUNCIO PAZ A USTEDES QUE ESTABAN LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA.

NVI: Él vino y proclamó paz a ustedes que estaban lejos y paz a los que estaban cerca.

RV1960: Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;

JBS: Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;

Jesús es nuestra paz (Efesios 2:14), y predicó explícitamente sobre la paz (Juan 14:27; Mateo 5:9). Dese cuenta de que Pablo dice que Jesús "vino" a la tierra, implicando que Jesús había existido eternamente antes de venir a la Tierra (Juan 1:1–3), pero vino para ofrecerles la paz a todos los pueblos, tanto a los judíos como a los gentiles. Jesús les ofreció la paz tanto a los gentiles "que estaban lejos" como a la nación judía "que estaba cerca". A través de los apóstoles y los primeros creyentes, Jesús les ofreció paz tanto a los Israelitas como a los reinos "lejanos" que se encontraban más allá de la Tierra Prometida (Hechos 1:8).

Dios siempre ha estado preocupado por las personas que vivían más allá de la nación de Israel. Los ejemplos de Jonás (y la manera en que Dios se preocupó por los ciudadanos de Nínive), Daniel (los babilonios) y Jesús mismo, nos revelan que el amor de Dios se extiende hacia todas las personas que creen en Él. Gracias a la cruz de Cristo, todas las personas tienen el mismo acceso a Dios. Este mensaje debe difundirse por todas las naciones o grupos étnicos del mundo (Mateo 28:19–20), algo que ya estaba sucediendo durante el ministerio de Pablo en Éfeso y más allá.

Efesios 2:11–22 nos explica la manera en que las personas que han alcanzado la salvación por gracia mediante la fe en Cristo han llegado a formar parte de una sola familia. Antes de que Jesús viniera, el pueblo judío consideraba a los gentiles como si fueran personas impuras e inferiores. Aquí, Pablo nos explica la manera en que el evangelio también permite que los gentiles, no solo los judíos, puedan tener esperanza, recibir las promesas de Dios y llegar a tener una relación con Dios. Seguramente, la mayor parte de la iglesia de Éfeso era gentil, y esa es la razón por la que Pablo tuvo que hablar sobre lo que algunos judíos pensaban erróneamente: que los gentiles no podían formar parte de la familia de Dios.

Pablo enfatiza repetidamente que la salvación se logra en base a la gracia de Dios, a través de la fe. Las buenas obras, el esfuerzo humano y nuestras mejores intenciones nunca serán suficientes como para ganarnos la salvación. Todo el mundo está marcado por el pecado, tanto el pecado que se comete de manera deliberada como de manera accidental, y por esta razón merecemos estar separados de Dios. Por tanto, la única manera de alcanzar la salvación es a través de Su misericordia y gracia, por lo que no hay lugar a la jactancia. Esto también significa que todas las personas que han alcanzado la salvación, tanto judíos como gentiles, forman parte de una misma familia espiritual, y no hay motivo para que haya ningún tipo de hostilidad entre los creyentes. De hecho, todos somos indignos de la bondad de Dios y hemos alcanzado la salvación gracias a esa misma bondad y gracia de Dios.

Durante los tres primeros capítulos de Efesios, Pablo se centra en cuestiones doctrinales, y los tres últimos nos muestran cómo deben aplicarse esos principios en la vida real. El capítulo 2 nos presenta un par de puntos que hablan sobre nuestra condición al hacer recibido la salvación de Dios mediante la gracia y la fe. En primer lugar, la salvación depende totalmente de la gracia de Dios, no de los esfuerzos humanos. En segundo lugar, esto significa que todos los cristianos forman parte de la misma familia, tanto judíos como gentiles. Esto sirve de puente entre la explicación que aparece en el capítulo 1 sobre la asombrosa gloria de Dios y el tema del capítulo 3, donde se habla de cómo Dios ha puesto en marcha el plan que ideó desde el principio.

Pablo trata uno de sus temas más comunes en Efesios: la importancia de conectar la teoría con la práctica. En este libro, sin embargo, profundiza más en esto antes de hacer esta transición. Debido a que Pablo probablemente les escribió esta carta a más de una iglesia, Pablo se centra en la manera en que las creencias cristianas deben ponerse en práctica a través de nuestras acciones. Los tres primeros capítulos nos hablan de ideas espirituales, y los tres últimos nos muestran cómo deben aplicarse estas verdades en la vida de los creyentes que hayan alcanzado la madurez espiritual. Pablo se centra en el amor, la uni-dad de la Iglesia cristiana y el increíble valor de la salvación que hemos recibido por medio de Cristo.