Efesios 3:11 - Printer Friendly

LBLA: conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor,

NBLA: conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor,

NVI: conforme a su eterno propósito realizado en Cristo Jesús nuestro Señor.

RV1960: conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor,

JBS: conforme a la determinación eterna, que hizo en Cristo Jesús Señor nuestro,

Este misterio que Dios nos ha revelado se basa en el hecho de los judíos y los gentiles están unidos, son uno (Efesios 3:1–10). Al mismo tiempo, aunque esto no se hubiera explicado completamente hasta ese momento, en realidad no es algo nuevo. Dios no se inventó este plan en el último momento, sino que lo planeó desde la eternidad pasada. Algunos pasajes de las Escrituras nos dan a entender que todo lo que pasaría en el mundo desde el principio forma parte de su voluntad (Proverbios 3:19; Job 38:4; Isaías 48:13). Dios siempre supo lo que quiso hacer y nos lo ha ido revelando exactamente como lo había preparado. Dios sabe lo que quiere hacer, y "hace todas las cosas según el designio de su voluntad" (Efesios 1:11).

Este plan se llevó a cabo en "Cristo Jesús nuestro Señor". En otras palabras, el misterio se reveló a través de Jesús. Él es el Mesías y fue él quien cumplió las profecías sobre la persona que vendría, Dios con nosotros (Emmanuel), y el Siervo Sufriente (Isaías 53). Por medio de Jesús, podemos alcanzar la salvación, ya sea que seamos judíos o gentiles; no por la ley, sino por la fe (Efesios 2:8–9).

Efesios 3:1–13, Pablo nos explica su ministerio dentro del contexto del misterio que Dios le reveló. Dios quiso que Pablo fuera el apóstol de los gentiles, aunque aún así siempre le predicaba a todo el que quisiera escucharlo. Sin embargo, antes de que Dios lo llamara, Pablo había estado persiguiendo a la Iglesia y, por lo tanto, no era creyente; la gracia divina de Dios fue lo que salvó a Pablo en última instancia, y la gracia divina de Dios es lo único que puede hacer crecer a la familia de la Iglesia. Incluso los ángeles estaban aprendiendo más acerca de los misterios de Dios mientras lo observan obrando a través de Su iglesia.

El capítulo 3 de Efesios nos resume la enseñanza doctrinal de Pablo y comparte una aplicación práctica de la misma. Pablo habla tanto de su encarcelamiento como de su vocación espiritual. Esta vocación incluía la proclamación del hecho de que todas las personas, tanto judíos como gentiles, pueden ahora formar parte de la misma familia espiritual. Pablo también ora por la fortaleza espiritual de la iglesia de Éfeso, y nos explica que, al ir aprendiendo nuevas cosas sobre Cristo, también debemos actuar en consecuencia en la manera en que vivimos por y para Cristo.

Los tres primeros capítulos de Efesios se centran en la doctrina, y los tres últimos nos hablan sobre temas más prácticos. El capítulo 3 inicia la transición que va desde la manera en que debemos comprender la salvación, la gracia y el poder de Cristo, hasta la manera en que los cristianos deben vivir sus vidas. Para hacer la transición, en este capítulo, Pablo habla sobre el momento en el que Dios lo llamó y ora por la fortaleza espiritual de la iglesia de Éfeso. Los primeros versículos del capítulo 4 tratan sobre el propio encarcelamiento de Pablo.

Pablo trata uno de sus temas más comunes en Efesios: la importancia de conectar la teoría con la práctica. En este libro, sin embargo, profundiza más en esto antes de hacer esta transición. Debido a que Pablo probablemente les escribió esta carta a más de una iglesia, Pablo se centra en la manera en que las creencias cristianas deben ponerse en práctica a través de nuestras acciones. Los tres primeros capítulos nos hablan de ideas espirituales, y los tres últimos nos muestran cómo deben aplicarse estas verdades en la vida de los creyentes que hayan alcanzado la madurez espiritual. Pablo se centra en el amor, la uni-dad de la Iglesia cristiana y el increíble valor de la salvación que hemos recibido por medio de Cristo.