Efesios 4:27 - Printer Friendly

Pablo acaba de decirles a los efesios que nunca dejen que la ira los controle. Estar enojado no es un pecado en sí mismo, pero sí puede conducirnos hacia el pecado si no la sabemos manejar de una manera espiritual. Pablo dice que la ira puede dar lugar a que Satanás acabe teniendo el control de nuestras vidas. Durante los siguientes versículos, Pablo nos ofrecerá algunas maneras de aplicar esta enseñanza de una manera específica.

Es interesante notar que Pablo menciona al diablo en esta carta solo una vez más, en Efesios 6:11, el cual nos dice: "revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a las asechanzas del diablo". El diablo "maquina" o busca engañarnos en todo momento (Efesios 4:22). Los creyentes deben trabajar diligentemente para evitar que el diablo nos acabe controlando y se haga dueño de nuestras vidas.

La palabra griega topon, la cual se traduce con el verbo "dar lugar" también puede referirse a un "lugar," o una "habitación." Los creyentes debemos esforzarnos por mantener a Satanás fuera de nuestras vidas. El diablo puede usar cualquier "espacio abierto" para atacarnos. Debido a que somos creyentes, somos susceptibles a creernos la mentira de que solo debemos centrarnos en crecer en un área espiritual a la vez, por lo que podemos olvidarnos completamente del resto. Sin embargo, debemos cuidarnos de todo en todo momento, para que nuestra integridad y testimonio puedan usarse en el nombre de Cristo. "Sean prudentes y manténganse atentos, porque su enemigo es el diablo, y él anda como un león rugiente, buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8). Por tanto, debemos estar constantemente en guardia.

En Efesios 4:17–32, Pablo nos ofrece una explicación valiosa y muy práctica sobre cómo vivir una vida cristiana. Pablo dice que hay una gran diferencia entre vivir bajo la esclavitud del pecado y una vida que prospera en el poder de Cristo. Los cristianos deben "despojarse" de las cosas que dificultan la vida de los incrédulos: la malicia, la calumnia, el descontrol y la amargura. En lugar de eso, debemos demostrar una actitud de amor y perdón semejante a la que mostró Cristo.

Comprender verdaderamente la gracia salvadora de Dios, tal y como Pablo la explicó durante los capítulos anteriores, es algo que debe motivar a los cristianos a vivir una vida piadosa. En este capítulo, Pablo anima a los creyentes a vivir de tal manera que honren ese don. Todos los cristianos forman parte de una única familia unificada, forman parte del "cuerpo" de Cristo. Al mismo tiempo, los creyentes reciben diferentes talentos. Dios llama a algunas personas a desempeñar cargos de liderazgo y autoridad. Todos los cristianos debemos alejarnos del ''viejo yo'' que éramos antes de alcanzar la salvación. Mientras Pablo habla sobre el "nuevo yo", comparte algunas ideas prácticas para ayudarnos a entenderlo.

La primera mitad de Efesios se centra sobre todo en la doctrina, estableciendo ideas que se relacionan con la cristiana. Durante la segunda mitad de la carta, la cual comienza en el capítulo 4, Pablo se centra en poner en práctica esas teorías. Pablo comienza haciendo hincapié en la unidad que debe existir entre los cristianos, independientemente de los dones espirituales individuales que cada uno haya recibido. Pablo también comienza a explicar la manera en que el conocimiento de las verdades de Dios debe verse a través de la manera en que nos comportamos. En los capítulos 4, 5 y 6, Pablo habla sobre la manera en que los cristianos deben vivir sus vidas.

Pablo trata uno de sus temas más comunes en Efesios: la importancia de conectar la teoría con la práctica. En este libro, sin embargo, profundiza más en esto antes de hacer esta transición. Debido a que Pablo probablemente les escribió esta carta a más de una iglesia, Pablo se centra en la manera en que las creencias cristianas deben ponerse en práctica a través de nuestras acciones. Los tres primeros capítulos nos hablan de ideas espirituales, y los tres últimos nos muestran cómo deben aplicarse estas verdades en la vida de los creyentes que hayan alcanzado la madurez espiritual. Pablo se centra en el amor, la uni-dad de la Iglesia cristiana y el increíble valor de la salvación que hemos recibido por medio de Cristo.