Efesios 6:4 - Printer Friendly

LBLA: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.

NBLA: Y ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en la disciplina e instrucción del Señor.

NVI: Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.

RV1960: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

JBS: Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Después de que Pablo se pasara los tres primeros versículos hablando sobre la manera en que los hijos deben obedecer a sus padres, Pablo habla aquí sobre la manera en que los padres deben tratar a sus hijos. Como cabeza de familia, el padre es el máximo responsable de la educación de sus hijos. En la práctica, tanto el padre como la madre forman parte de la enseñanza de sus hijos, y así es también como lo habrían entendido los lectores de Pablo.

Pablo les pide a los padres que no "exasperen" a sus hijos. La palabra griega es parorgizete, la cual implica la idea de la exasperación o la frustración. En la práctica, esto quiere decir que no debemos ser injustos ni crueles, ni tampoco mostrar ningún tipo de favoritismo descarado. Los padres que son bondadosos no deben causar que sus hijos se frustren continuamente. A veces, la ira a veces puede ser una emoción sana, pero sí es cierto que a menudo nos puede conducir hacia el pecado (Efesios 4:26).

En cambio, Pablo les pide a los padres que eduquen a sus hijos. En otras palabras, los cristianos deben estar muy involucrados en la crianza de sus propios hijos. Para ello, Pablo menciona dos áreas importantes de enseñanza. Primero, Pablo habla de la disciplina. La disciplina implica el hecho de aprender a autocontrolarnos y la capacidad de refrenarnos y no dejarnos llevar por nuestros deseos personales y elegir hacer lo correcto. Segundo, Pablo añade que la "instrucción del Señor" es también una parte esencial del aprendizaje de los niños. Los padres deben enseñarles y hablarles a sus hijos sobre los caminos de Dios a través tanto de la educación como a través de sus acciones.

Según las Escrituras, un padre disciplina a sus hijos porque los ama (Proverbios 3:12), lo instruye (Proverbios 13:1) y provee para sus hijos (Proverbios 19:14).

Pablo nos ofrece en Efesios 6:1–4 una serie de instrucciones para que los hijos obedezcan a sus padres, y para que los padres presten mucha atención en la manera en que educan a sus hijos. Los niños que aprenden a respetar la autoridad de sus padres tienen más posibilidades de acabar teniendo éxito en la vida. Por tanto, cuando obedecemos a nuestros padres, nos comportamos de la manera correcta. Sin embargo, los padres deben tener cuidado de no contrariar a sus hijos. En lugar ofuscarlos hasta el punto en el que sientan ira o frustración, los padres cristianos deben enseñar y disciplinar a sus hijos con amor y tener el corazón centrado en Dios.

Pablo les ofrece instrucciones específicas tanto a los hijos como a los padres, haciendo hincapié en la importancia que tienen la obediencia y la paciencia durante el proceso. Pablo también les pide a las personas que sirven a sus amos o jefes que les sirvan con sinceridad y buenas intenciones, como si trabajaran para Cristo. A los amos les advierte que no sean severos, ya que el mismo Dios que juzgará a todo el mundo los tratará a ellos tal y como ellos trataron a las personas que los sirvieron en la Tierra. A todos los cristianos se nos pide que utilicemos las herramientas que Dios nos ha dado para sobrevivir a los ataques del diablo, las cuales pueden verse como las piezas que forman una armadura. Pablo termina esta carta de la manera que lo hace normalmente, compartiendo oraciones, bendiciones y noticias sobre los planes de futuro que tenía en ese momento.

Efesios se divide en dos partes. Los primeros tres capítulos tratan sobre doctrina, y los tres últimos capítulos nos hablan sobre cómo aplicar las verdades de esas doctrinas en nuestra vida diaria. Durante este último capítulo, Pablo habla de la manera en que deben vivir debido a que somos cristianos, y nos describe las herramientas espirituales que Dios nos ha dado, las cuales nos presenta en forma de analogía utilizando las partes de las que se compone una armadura para expresar estas verdades. Pablo hace un resume de todo lo que ha dicho en esta carta para demostrar la manera en que deben vivir los cristianos, y cómo deben crecer y vivir de acuerdo con lo que verdaderamente significa la salvación que hemos recibido en Cristo.

Pablo trata uno de sus temas más comunes en Efesios: la importancia de conectar la teoría con la práctica. En este libro, sin embargo, profundiza más en esto antes de hacer esta transición. Debido a que Pablo probablemente les escribió esta carta a más de una iglesia, Pablo se centra en la manera en que las creencias cristianas deben ponerse en práctica a través de nuestras acciones. Los tres primeros capítulos nos hablan de ideas espirituales, y los tres últimos nos muestran cómo deben aplicarse estas verdades en la vida de los creyentes que hayan alcanzado la madurez espiritual. Pablo se centra en el amor, la uni-dad de la Iglesia cristiana y el increíble valor de la salvación que hemos recibido por medio de Cristo.