Filipenses 2:13 - Printer Friendly

LBLA: porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito.

NBLA: Porque Dios es quien obra en ustedes tanto el querer como el hacer, para Su buena intención.

NVI: pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.

RV1960: porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

JBS: porque Dios es el que en vosotros obra así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

En el versículo 12, Pablo les dice a los cristianos filipenses: "ocúpense en su salvación con temor y temblor", lo que significa que deben poner en práctica la verdad de su fe. Por tanto, su identidad en Cristo debe verse a través de sus acciones y actitudes. La razón por la que Pablo les ordena hacer eso aparece aquí en el versículo 13: Dios está actuando a través de las vidas de estos creyentes, y eso debe provocar un profundo sentido de admiración y aprecio hacia Dios en la vida de los creyentes.

A continuación, Pablo habla de dos áreas en las que Dios está presente en la vida del creyente. Primero, Dios obra en nosotros para que nosotros "queramos" que Su buena voluntad se cumpla. El Señor pone el deseo de servirle en nuestros corazones.

Segundo, Dios obra en nosotros "para hacer" o cumplir Su buena voluntad. El Espíritu de Dios nos da tanto el deseo como la fuerza para vivir para el Señor. Pablo habla mucho sobre la idea de "hacer cosas por y para el Señor" en esta carta (Filipenses 1:6; 2:12, 25, 30; 4:3) y, para hacer esto, debemos obedecerlo (Filipenses 2:12) siguiendo la guía de Su Espíritu. En realidad, no se trata de un tipo de obediencia legalista de la ley, algo sobre lo que Pablo habla cuando trata de oponerse a las falsas enseñanzas que estaba predicando el grupo de la circuncisión, sino de un tipo de obediencia que se basa en un amor en Dios y en el Espíritu que vive dentro del creyente.

Filipenses 2:12–18 nos explica cómo deben vivir los cristianos, teniendo en cuenta todo lo que Cristo estuvo dispuesto a hacer por ellos. Pablo dice que pongamos en práctica nuestra salvación, y que el nuevo naci-miento de Cristo en nuestras vidas se vea en la manera en que vivimos nuestra vida. Como parte de esto, los creyentes deben servir a Dios sin quejarse ni lamentarse. Pablo sabía que su obediencia a Dios trajo consigo muchos proble-mas, pero todos esos problemas debían entenderse como una forma de ofrenda. Todos los cristianos están invitados a servirles a Dios y al mundo de esa misma manera desinteresada.

Pablo dice que Jesucristo es alguien que está dispuesto a ser humilde y que siempre obedece a Dios Padre. Esa es la razón por la que Dios exaltará el nombre de Jesús sobre todos los demás. Algún día, de una manera u otra, todas las personas admitirán que Jesucristo es el Señor, y acabarán siguiéndolo. Pablo quiere que los creyentes filipenses vivan contentos y que estén unidos. Pablo les da instrucciones sobre dos personas. La primera era la persona que les iba a entregar esta carta, Epafrodito. El otro era Timoteo, el amigo de confianza de Pablo, quien tenía la esperanza de ir a visitarlos muy pronto.

En Filipenses 1, Pablo habla sobre la importancia de tener la perspectiva correcta. La vida de un cristiano, cuando la vive en Cristo, a veces es fácil y a veces es difícil, pero todo momento puede servirnos para glorificar a Dios. El capítulo 2 enmarca este concepto a través de la humildad que mostró el propio Jesucristo. Cristo siembre tuvo la voluntad de obedecer a Dios Padre, incluso hasta el punto de ser crucificado, lo cual nos demuestra claramente la increíble humildad que el Señor nos mostró a través de Su vida. A cambio de esto, Dios honrará Su nombre por encima de todo nombre. Las instrucciones que Pablo les ofrece a los filipenses acerca de Timoteo y Epafrodito también forman un puente que ayudan a conectar el capítulo 2 con el capítulo 3, donde Pablo hablará de estos hombres y los comparará con los peligros que provenían de los falsos maestros que estaban causando serios problemas en muchas iglesias de esa época.

En Filipenses, Pablo habla de la vida cristiana. Pablo destaca temas como la alegría y la gloria, y también hace hincapié en que la forma de pensar de un cristiano -su actitud- afecta la manera en que vive su fe. Pablo estaba muy agradecido por el apoyo que había recibido de la iglesia filipense, pero también estaba preocupado por la influencia que algunos falsos maestros estaban teniendo dentro de la iglesia. Esta carta es menos teológica que la mayoría de sus otros escritos, pero sí mucho más práctica.