¿Qué significa Gálatas 2?
Comentario del capítulo:
Gálatas 2 comienza describiéndonos un encuentro crucial que ocurrió entre Pablo y los otros apóstoles en Jerusalén, y termina con una magnífica descripción de cómo ser justificado ante Dios mediante la fe en Cristo. En el capítulo anterior, Pablo terminó dando detalles sobre su conversión y su estudio posterior, lo que lo llevó a comenzar a predicar el mismo evangelio al que una vez intentó destruir.
Finalmente, Pablo viajó a Jerusalén con Bernabé, un cristiano judío, y Tito, un cristiano gentil. Probablemente los habían enviado los creyentes de Antioquía para ayudar económicamente a los cristianos de Jerusalén, quienes estaban pasando por una gran hambruna. Sin embargo, Pablo aprovechó la ocasión para tener una reunión privada con los líderes más influyentes del movimiento cristiano en Jerusalén, incluidos otros apóstoles como Pedro y Juan (Gálatas 2:1–2).
A estos otros apóstoles, Pablo les presentó el mensaje acerca de Jesús que había estado predicándoles a los gentiles en otras partes del mundo, y pudo confirmar que era el mismo mensaje que los apóstoles habían estado predicando: que las personas no pueden salvarse guardando la ley. La salvación se encuentra sólo a través de la fe en Cristo y lo que hizo en la cruz: morir por nosotros para liberarnos de nuestros pecados. Pablo les preguntó a los apóstoles si los creyentes gentiles debían comenzar a seguir la ley después de haber confiado plenamente en Cristo. Todos los apóstoles estuvieron de acuerdo: no era necesario y dijeron que Tito no necesitaba ser circuncidado, tal y como lo hubiera requerido la ley de Moisés.
Sin embargo, algunas personas en Jerusalén no estaban de acuerdo. Pablo los llama "falsos hermanos", personas que querían robarles a los gentiles la libertad que habían alcanzado en Cristo. Estos judaizantes querían convertir a todos los cristianos en esclavos de la ley. Los otros apóstoles, sin embargo, reconocieron que Pablo era un apóstol por derecho propio y había sido enviado por Cristo para predicarles a los gentiles. Pedro, Santiago y Juan lo confirmaron de manera oficial dándole "la diestra en señal de compañerismo", lo que quiere decir que aceptaron formalmente a Pablo, por lo que los demás también tenían que aceptarlo (Gálatas 2:3–10).
Sin embargo, más tarde, cuando Pedro llegó a donde Pablo vivió en Antioquía, las cosas no fueron tan bien. Pedro creía que Dios aceptaba a los gentiles que confiaban en Cristo. Aunque la ley y las costumbres judías no les permitían a los judíos comer con los gentiles, Pedro lo estuvo haciendo tiempo. Sin embargo, un día llegaron algunos de los seguidores de Santiago, el hermano de Jesús, hombres que todavía creían que los cristianos judíos no podían comer con los cristianos gentiles, y Pedro se asustó. Entonces se levantó de la mesa y se apartó de ellos. Debido a su influencia, todos los demás cristianos judíos se levantaron de la mesa también. Incluso Bernabé, el compañero de ministerio de Pablo, no pudo soportar la presión y también se apartó.
Pablo se puso de pie y se opuso a Pedro cara a cara debido a la hipocresía que estaba mostrando. Pablo le dijo: si ahora vives como si fueras gentil, comiendo con gentiles: ¿cómo puedes obligar a los gentiles a seguir todas las reglas y costumbres judías? Este desafío que Pablo le presentó a otro apóstol, en este caso Pedro, se acabó convirtiendo en el tema principal de esta carta. Por tanto, no hay razón para que un cristiano se comporte como si las buenas obras, las tradiciones o los rituales fueran necesarias para alcanzar la salvación (Gálatas 2:11–14).
Luego, Pablo comienza a exponer un argumento muy poderoso: nadie puede ser justificado—hacerse justo ante Dios—siguiendo las obras de la ley. Pedro y Pablo, aunque nacieron judíos, habían sido justificados ante Dios a través de la fe en Cristo. De hecho, esa es la única manera en la que Dios ha decidido justificar a las personas.
Finalmente, Pablo dice que había "muerto a la ley" y ha resucitado para servirle a Dios. ¿De qué manera? Al creer en Cristo, porque fue crucificado con Cristo en un sentido espiritual; su yo pecaminoso había sido ejecutado a través de la fe en Cristo y luego Cristo vino a tomar su lugar con Pablo. Ahora, insiste Pablo, Pablo vivía a través de la fe en Cristo (Gálatas 2:15–21).
¿Por qué se entregó Cristo por Pablo y por todos nosotros? Pablo dice que Su motivo fue muy simple: el amor (Gálatas 2:19).
Resumen de contexto:
Gálatas 2:1–10 nos habla sobre una importante reunión que ocurrió en Jerusalén entre Pablo y los demás apóstoles. Pablo se complace en saber que estaban predicando el mismo evangelio de la gracia de Dios a través de la fe en Cristo que él mismo estaba predicando. De hecho, estaban de acuerdo en que a los gentiles no se les debía obligar a seguir la ley, y respaldaron el hecho de que Dios hubiera mandado a Pablo a predicarles a los gentiles. Pedro, Santiago y Juan le ofrecieron a él y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, un símbolo de su apoyo, aprobación y la unidad que existía entre ellos.
Gálatas 2:11–14 nos describe un momento difícil en el que Pablo se vio obligado a enfrentarse a Pedro debido a su comportamiento hipócrita. Aunque Pedro había dicho que estaba de acuerdo con que la salvación solo se alcanza a través de la fe en Cristo y no mediante la ley, Pedro estaba teniendo problemas para vivir esa verdad cuando la gente lo estaba observando. La decisión de Pedro de dejar de comer con los gentiles provocó que todos los judíos que estaban con él acabaran haciendo lo mismo. Por el bien del verdadero evangelio, Pablo se enfrentó a Pedro, y enfatizo la hipocresía con la que estaba actuando. Pedro había estado viviendo como "un gentil", y había estado comiendo con ellos. Entonces, ¿cómo podría después obligar a cualquier gentil a vivir bajo la ley?
En Gálatas 2:15–21 Pablo habla sobre la diferencia que existe entre la fe en Cristo y el cumplimiento de la ley. Nadie puede ser justificado a ojos de Dios por medio de las obras de la ley, sino solo por la fe en Cristo. Creer en Cristo significa que somos crucificados junto a Él y que Jesús acaba recibiendo la pena por los pecados que nosotros mismos decidimos cometer. Pablo vivía a través de la fe en el Hijo de Dios. Jesús se entregó para salvar a Pablo de sus pecados porque lo amaba. Por tanto, decir que una persona puede ser justificada a través de la ley es como decir que en realidad Jesús dio su vida por nada.
Resumen del capítulo:
Pablo tuvo una reunión crucial con los otros apóstoles. ¿Estaban predicando, como él lo hacía, que la salvación solo se puede alcanzar a través de la fe en Cristo y no siguiendo la ley? Al final se dio cuenta de que sí estaban haciéndolo, pero había ciertos falsos hermanos entre ellos que se oponían al evangelio de la gracia de Dios. Después de recibir la aprobación oficial de Pedro y los demás, Pablo llegó a oponerse a Pedro por haber intentado distanciarse públicamente de los cristianos gentiles por temor a cómo podrían verlo el resto de los cristianos judíos en Jerusalén. Pablo dice que la justificación solo se alcanza a través de la fe en Cristo y no por las obras de la ley.
Contexto del capítulo:
En Gálatas 1, Pablo defendió el hecho de que él era un apóstol de verdad y que su mensaje era digno de confianza. En Gálatas 2, dice que los otros apóstoles estaban de acuerdo con él acerca de que el evangelio es la salvación que Dios nos ofrece únicamente a través de la fe en Cristo. Pablo habla sobre un momento en el que tuvo que enfrentarse a Pedro debido a su hipocresía y luego argumentó que la fe en Cristo es la única manera en que Dios puede justificar a una persona. Las obras de la ley no pueden justificar a nadie; de lo contrario, Cristo no habría tenido que morir en la cruz.
Resumen del libro:
A Gálatas a veces se le llama "la versión corta de Romanos" por los temas que trata, tales como la justificación y la santificación por medio de la fe. Un grupo de cristianos conocidos como los “judaizantes” estaban predicando un evangelio basado en el legalismo, en lugar de en la gracia. El propósito principal de Pablo al escribirles la carta a los Gálatas fue reiterar la verdadera naturaleza del evangelio: que somos justificados (hechos justos) y santificados (nos parecemos a más y más a Cristo) solo a través de nuestra fe en Jesucristo. Esta carta probablemente fue escrita poco antes de que los ancianos de la iglesia en Jerusalén dijeran que estaban en contra de las enseñanzas de los judaizantes, lo cual hicieron durante el llamado “Concilio de Jerusalén”.
Accessed 6/16/2025 7:12:32 PM
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