¿Qué significa Gálatas 3:16?
LBLA: Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: y a las descendencias, como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: y a tu descendencia, es decir, Cristo.
NBLA: Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: “y a las descendencias,” como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: “y a tu descendencia,” es decir, Cristo (el Mesías).
NVI: Ahora bien, las promesas se le hicieron a Abraham y a su descendencia. La Escritura no dice: «y a los descendientes», como refiriéndose a muchos, sino: «y a tu descendencia», dando a entender uno solo, que es Cristo.
RV1960: Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.
JBS: A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es el Cristo.
Comentario del verso:
Durante los versículos anteriores, Pablo declaró que Cristo redimió—nos sacó de la esclavitud—a todas las personas que estaban bajo la maldición de la ley al convertirse Él mismo en esa maldición; pagó el precio de la muerte y la separación de Dios que nosotros mismos nos merecíamos. Sin embargo, ¿qué ganó Jesús con eso? Jesús permitió que los gentiles, las personas que no era judías, se convirtieran en hijos de Abrahán por medio de la fe, y ellos también recibieron las bendiciones que Dios le prometió a Abrahán.
Pero, ¿pueden realmente las personas no judías reclamar las promesas que Dios les hizo a Abrahán y a sus descendientes después de tantos años? Los judaizantes aparentemente estaban diciendo que no, tal vez alegando que la ley de Moisés tomó el lugar de las promesas que Dios le hizo a Abrahán. Ahora que los gentiles querían ser incluidos en la familia de Dios, también debían ser circuncidados y seguir la ley, o eso decían.
Sin embargo, Pablo insiste en que un pacto no puede ser revocado, ni siquiera a través de ningún tipo de acuerdo posterior. Dios justificó a Pablo debido a su fe. Dios le hizo promesas que conllevaban grandes bendiciones a la descendencia de Abrahán en base a esa fe. Ahora, Pablo insiste en que la descendencia a la que Dios se refería era, de hecho, un hombre: Cristo mismo. Pablo no está diciendo que las promesas a Abrahán no fueran también para el resto de sus descendientes, sino que el enfoque de esas promesas era una persona específica: Jesucristo.
Durante Su tiempo en la Tierra, Jesús fue un hombre judío, completamente humano, que además era completamente Dios. Mateo 1 hace un análisis de la genealogía que va desde Abrahán hasta Jesús. Cristo era descendiente de Abrahán y estaba destinado a convertirse, a través del pacto de Dios, en el centro de todas las promesas que Dios le hizo a Abrahán. Pablo continuará demostrando, entonces, que todos los que están en Cristo también están incluidos en esas promesas del pacto.
Resumen de contexto:
Gálatas 3:15–22 comienza con Pablo presentando un argumento legal que trata sobre el pacto que Dios hizo con Abrahán, el cual permanecía vigente incluso durante el pacto posterior que la ley de Moisés representó. Pablo continúa hablando sobre cuál fue el objetivo de la ley. La ley nos demuestra qué es el pecado y lo pecadores que somos. A través de la ley, nos damos cuenta de que no podemos cumplir con el estándar que Dios ha establecido, por lo que debemos alcanzar la salvación de otra manera: la fe en Cristo. Una vez que Cristo llegó, esta salvación estuvo disponible para todas las personas, incluidos los gentiles, las personas que no son judías
Resumen del capítulo:
Pablo dice que los cristianos de Galacia estaban siendo insensatos por el hecho de creer que necesitaban seguir la ley de Moisés para estar bien con Dios. Pablo les ofrece tres argumentos específicos para apoyar su idea. Primero, recibieron el Espíritu de Dios de una manera poderosa después de creer en Jesús, y no a través del cumplimiento de la Ley. En segundo lugar, las Escrituras mismas nos muestran que la bendición de Dios viene por la fe y que la maldición viene por la Ley. Cristo pagó el precio de esa maldición en la cruz. Tercero, el pacto que Dios hizo con Abrahán es como un documento legal y, por lo tanto, no puede ser revocado.
Contexto del capítulo:
En Gálatas capítulo 2, Pablo dijo que solo podemos ser justificados a través de la fe en Cristo y no siguiendo la ley de Moisés. En el capítulo 3, Pablo nos ofrece tres argumentos para justificar la razón por la que esto es cierto. Pablo comparte un argumento usando la propia experiencia que tuvieron los gálatas, uno usando las Escrituras, y otro poniendo el ejemplo de un pacto legal. Finalmente, Pablo habla acerca de qué podría servir la ley si no puede salvarnos de nuestros pecados. En parte, la ley nos revela nuestra pecaminosidad y nos convence de la necesidad que tenemos de alcanzar la salvación a través de la fe en Cristo. El siguiente capítulo ampliará esta idea sobre lo que significa ser un ''heredero'' espiritual de las promesas de Dios.
Resumen del libro:
A Gálatas a veces se le llama "la versión corta de Romanos" por los temas que trata, tales como la justificación y la santificación por medio de la fe. Un grupo de cristianos conocidos como los “judaizantes” estaban predicando un evangelio basado en el legalismo, en lugar de en la gracia. El propósito principal de Pablo al escribirles la carta a los Gálatas fue reiterar la verdadera naturaleza del evangelio: que somos justificados (hechos justos) y santificados (nos parecemos a más y más a Cristo) solo a través de nuestra fe en Jesucristo. Esta carta probablemente fue escrita poco antes de que los ancianos de la iglesia en Jerusalén dijeran que estaban en contra de las enseñanzas de los judaizantes, lo cual hicieron durante el llamado “Concilio de Jerusalén”.
Accessed 8/3/2025 3:20:48 PM
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