¿Qué significa Génesis 16?
Comentario del capítulo:
Génesis 16 sigue la vida de uno de los patriarcas más importantes de Israel: Abrán, al que pronto se le pondrá el nombre de Abrahán. Hasta este punto, Abrán y su esposa Saraí todavía no tenían hijos, a pesar de que Abrán tenía más de setenta y cinco años (Génesis 12:4). De hecho, en este punto de la narración, ¡Abrán estaba a punto de cumplir noventa años (Génesis 16:16)! En el capítulo anterior, Abrán le expresó sus preocupaciones a Dios sobre esa misma situación, y Dios le respondió con una demostración dramática de las intenciones que tenía.
Durante todos estos años, Abrán se resistió a seguir las prácticas normales de su época. Abrán y Saraí eran ricos y tenían muchos sirvientes. Abrán también pudo haber tenido muchas esposas si hubiera querido. En cambio, eligió esperar a que Dios cumpliera la promesa de tener hijos a través de su esposa Saraí, quien era estéril. Entonces, cuando Abrán tenía alrededor de ochenta y cinco años, Saraí aparentemente se cansó de esperar. Según ella, ya había llegado la hora de seguir el plan B: entregarle a su sirvienta egipcia Agar a Abrán para que finalmente pudieran tener un hijo. Aparentemente, si una esposa no podía tener hijos, se consideraba apropiado que ella le diera una sirviente a su esposo para que se convirtiera en su esposa también, entendiendo con esto que cualquier hijo nacido de esa sirvienta se convertiría legítimamente en hijo de la esposa original. Abrán, aceptó, lamentablemente, y Agar se quedó embarazada rápidamente.
Entonces, el plan se desmoronó. Agar, quien fue elevada de esclava a esposa, quien ahora era la madre biológica del único hijo de Abrán, comenzó a tratar a Saraí con desprecio. Quizás Agar comenzó a preguntarse para qué necesitaban Abrán y ella a Saraí. Quizás le molestaba la idea de que su hijo le perteneciera a Saraí. En cualquier caso, la dinámica de la familia cambió. La manera de pensar de Saraí acerca de su plan también cambió. ¡Saraí le dejó claro a Abrán que lo consideraba el responsable de que este conflicto hubiera ocurrido! Entonces, ella le exigió que dejara claro que Saraí seguía teniendo autoridad sobre Agar. Una vez más, Abrán estuvo de acuerdo. Después de esto, Saraí comenzó a tratar con dureza a Agar, con tanta dureza que Agar huyó sola hacia el desierto, tal vez temiendo incluso por su vida.
Dios, sin embargo, no iba a permitir que Agar y su hijo fueran despreciados de esa manera. El ángel del Señor, tal vez Yahvé mismo, se encontró con Agar descansando en un manantial situado a lo largo de un camino que iba de regreso a su tierra natal de Egipto. Entonces, El señor le dio a Agar una orden y le hizo una promesa.
Primero, el ángel del Señor le dijo a Agar que regresara y se sometiera a Saraí. Luego le reveló que ella daría luz a un hijo, Ismael, y que su descendencia sería tan numerosa que sería incontable. Sin embargo, Ismael iba a ser un hombre "indómito", y la vida de sus descendientes, estaría marcada por los conflictos que iba a tener con todos a su alrededor. A pesar de estas noticias contradictorias, Agar se quedó asombrada y agradecida de que Dios la hubiera escuchado. El nombre de su hijo, Ismael, significa "Dios escucha". Ella le puso de nombre al Dios que la escuchó llorar y vino para encontrarse con ella "Tú eres el Dios que ve" y nombró al pozo Beer-lahai-roi, "pozo del que vive y me ve".
Agar regresó con Abrán y Saraí, y entonces nació Ismael. Si bien Dios les había dado la garantía a Agar e Ismael de que los bendeciría, este niño no era el hijo de la promesa que había hecho con Dios. Dios no había planeado cumplir Su voluntad de esta manera, y el hijo nacido de la segunda esposa de Abrán no era el hijo que Dios les había prometido. Después de todo, pasarían otros 13 años antes de que Dios le revelara completamente Su plan a Abrán, y les diera a él y a Saraí su hijo tan esperado.
Resumen de contexto:
Génesis 16:1–16 demuestra que Dios escucha, ve y se preocupa, pero que no se dejará apresurar ni manipular a la hora de cumplir Sus promesas. Saraí y Abrán intentaron recibir al hijo prometido de Dios siguiendo sus propios planes. En este caso, Saraí casó a Abrán con una sirvienta egipcia. Sin embargo, el embarazo resultante los condujo hacia un duro conflicto y una sorprendente revelación que el Señor le ofreció a Agar. Su hijo Ismael no sería el hijo de la promesa, aunque se convertirá en una gran nación, y su pueblo vivirá en conflicto con todos los demás pueblos. Abrán y Saraí seguirán esperando la llegada de su propio hijo.
Resumen del capítulo:
Saraí, cansada de esperar a tener un hijo, convenció a Abrán de seguir el plan B, el cual consistía en darle a Abrán una de sus esclavas egipcias para que se convirtiera en su esposa, sabiendo que cualquier hijo que tuvieran le pertenecería a Saraí. Sin embargo, una vez que Agar se quedó embarazada, comenzó el conflicto. Saraí comenzó a tratar con dureza a Agar y Agar acabó huyendo sola hacia el desierto. El Señor la encontró allí y le ordenó que regresara y se sometiera a Saraí. Sin embargo, el Señor también le reveló a Agar que su hijo tendría un número incontable de descendientes y que vivirían en conflicto con todos. Agar acabó alabando a Dios como Aquel que ve, decidió regresar con Abrán y Saraí, y después nació Ismael.
Contexto del capítulo:
Después de establecer formalmente Sus promesas del pacto con Abrán durante el capítulo anterior, el Señor todavía no les había dado un hijo a Abrán y Saraí. Saraí convenció a Abrán de que tomara a su esclava como esposa con la esperanza de tener un hijo de esa manera. Abrán aceptó hacerlo. Agar se quedó embarazada, y entonces los problemas comenzaron a surgir. Saraí trató a Agar con tanta dureza que la muchacha se escapó sola al desierto. El Señor se la encontró y le ordenó que regresara y obedeciera a Abrán y Saraí. Sin embargo, el Señor también le reveló que el hijo de Agar, Ismael, se convertiría en el padre de un gran pueblo que viviría en conflicto con todos a su alrededor.
Resumen del libro:
El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.
Accessed 11/23/2024 6:41:17 AM
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