Génesis 2:5 - Printer Friendly

LBLA: Y aún no había ningún arbusto del campo en la tierra, ni había aún brotado ninguna planta del campo, porque el SEÑOR Dios no había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre para labrar la tierra.

NBLA: Aún no había ningún arbusto del campo en la tierra, ni había aún brotado ninguna planta del campo, porque el SEÑOR Dios no había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre para labrar la tierra.

NVI: aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra, ni había brotado la hierba, porque Dios el SEÑOR todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía el hombre para que la cultivara.

RV1960: y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra,

JBS: y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque el SEÑOR Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni aun había hombre para que labrase la tierra;

En preparación para la llegada del hombre, faltaban dos cosas en este punto de la historia de la creación: la lluvia y alguien que cultivara la tierra. Este versículo describe un mundo en el que aún no habían brotado arbustos ni pequeñas plantas del campo. La palabra hebrea para las plantas que Dios creó durante los días anteriores, como en Génesis 1:11, es de'se, que es un término bastante general. Aquí, en el versículo 5, los términos que se usan son siah y ē'seb, que son más específicos. Este pasaje, entonces, describe la falta de cosechas cultivadas, lo cual provocaría que los humanos no pudieran comer de ellas.

Dios hizo que crecieran todo tipo de plantas en la tierra durante el tercer día de la creación, y veremos en el versículo 8 que Dios plantará árboles en el Edén que tendrán la capacidad de dar buenos frutos para comer. Este versículo apunta hacia el futuro trabajo y propósito del hombre en la tierra, en el que se añadirán cosas como plantar cosechas y labrar la tierra, para traer así orden a la tierra cuidando de lo que Dios había hecho.

Génesis 2:4–9 comienza a describir detalles adicionales sobre la creación de los seres humanos, comenzando con la creación del primer hombre. El hombre está "formado" a partir de la materia existente, el polvo o los escombros de la tierra, una materia a la que Dios finalmente le sopla el aliento de vida. Dios planta el jardín en el Edén y coloca allí al hombre. Entre los muchos árboles del jardín, hay dos de especial importancia: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.

Génesis 2 comienza con una descripción del séptimo día de la creación, en el que Dios descansó de Su obra. Luego regresa al sexto día y describe con más detalle la creación del hombre, el jardín/huerto en el que Dios lo colocó y la obra que Dios le dio para hacer. Dios reconoce que no es bueno que el hombre esté solo y de su propia costilla crea a la mujer. Esta mujer se convierte en la compañera y esposa de Adán, ofreciendo así el ejemplo original del diseño de Dios para el matrimonio. Los dos existen en pura inocencia, están desnudos, pero no tienen vergüenza. Muy pronto, el pecado lo cambiará todo.

Génesis 2 concluye la descripción de la semana de la creación de Dios y luego se concentra en la creación del hombre, su trabajo, su ambiente perfecto y la creación de la mujer como su ayudante y esposa. Génesis representa nuestro último vistazo al mundo antes de que fuera devastado por el pecado humano y la muerte debido a la desobediencia de Adán y Eva durante el capítulo 3. Mientras que el capítulo 1 nos ofreció una descripción completa de la creación, este capítulo se concentra más en algunos eventos específicos de la vida de Adán y Eva, los cuales son cruciales para comprender la caída del hombre.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.