Génesis 28:9 - Printer Friendly

LBLA: y Esaú fue a Ismael, y tomó por mujer, además de las mujeres que ya tenía, a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot.

NBLA: y Esaú fue a Ismael, y tomó por mujer, además de las mujeres que ya tenía, a Mahalat, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot.

NVI: Por eso, aunque ya tenía otras esposas cananeas, Esaú fue hasta donde vivía Ismael hijo de Abraham y se casó con su hija Majalat, que era hermana de Nebayot.

RV1960: y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres.

JBS: y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalet, hija de Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres.

Esaú parece haberse dado cuenta de que su matrimonio con las dos esposas cananeas había desagradado a Isaac enormemente; o quizás Isaac nunca le había comunicado esto a Esaú antes o después de casarse con las mujeres hititas; o Esaú se había rebelado contra los deseos de sus padres al casarse con mujeres de una tribu de la tierra de Canaán.

Ahora Esaú toma medidas para tratar de reparar el daño y quizás recuperar la aprobación de su padre. Esaú se casa con una tercera esposa. Esta mujer, sin embargo, no era de una de las tribus de Canaán. Ella tampoco era de la familia de Rebeca, la cual vivía en Mesopotamia. En cambio, Esaú se casó con la hija de uno de los otros hijos de Abrahán, Ismael. Su nombre era Majalat. Es probable que Ismael ya hubiera muerto antes de que esto ocurriera. Entonces, al decir que Esaú "se fue a ver a Ismael", este pasaje probablemente nos quiere decir que se fue a buscar una esposa de entre la gente de Ismael. Al parecer, todavía existía alguna relación entre la descendencia de Ismael y la familia de Isaac. De cualquier forma, esta relación se hizo oficial gracias a esta boda.

En realidad, no se nos dice si el nuevo matrimonio de Esaú les llegaría a agradar a Isaac o a Rebeca, pero lo que está claro es que esto no ayudó a cambiar su posición en la familia. Esaú todavía llevaba consigo la "casi" maldición que Isaac le había impuesto; y Esaú tampoco había sido el elegido para cumplir las promesas del pacto de Abrahán. Además, la mujer con la que se casó era la hija de Ismael, otro hijo que tampoco fue elegido para cumplir las promesas del pacto que

Génesis 28:6–9 describe la reacción de Esaú al enterarse de que Isaac le había dicho a Jacob que no se casara con una mujer cananea. Es probable que Esaú finalmente se diera cuenta de cuánto habían disgustado a sus padres las dos esposas cananeas con las que se había casado. Aparentemente, para ganarse la aprobación de Isaac, Esaú decidió casarse con una de las hijas del hermanastro de Isaac, Ismael. Su nombre era Majalat.

Isaac envió a Jacob lejos de su casa para encontrar una esposa en Mesopotamia, en Padán-aram, donde vivía el hermano de Rebeca. Primero, sin embargo, bendijo completamente a Jacob; por lo tanto, las promesas del pacto de Abrahán ahora pasarían directamente a través de Jacob. Esaú se casó con una de las hijas de Ismael para tratar de complacer a Isaac. El Señor se le apareció a Jacob en un sueño, y le ofreció personalmente las promesas de Abrahán, junto con la seguridad de que estaría con Jacob en Mesopotamia y cuando volviese de allí. Entonces, Jacob le promete que, si el Señor hace eso, haría que el Señor fuera su Dios, lo adoraría y le daría el diezmo.

El capítulo anterior concluyó con Rebeca animando a Jacob a que huyera por su vida hacia la casa de su hermano en Mesopotamia para escapar de la ira de Esaú. En este capítulo, Isaac también le dijo a Jacob que se fuera a vivir con Labán con el fin de encontrar una esposa que no fuera cananea. Al escuchar esto, Esaú se casó con una de las hijas de Ismael. De camino a Mesopotamia, el Señor se le apareció a Jacob en un sueño. Dios le hizo personalmente las promesas del pacto de Abrahán y le dijo a Jacob que estaría con él. Con asombro y temor, Jacob le cambió el nombre a ese lugar, y le puso Betel, "casa de Dios", y prometió adorar al Señor como su Dios. En el próximo capítulo, Jacob probará su propia medicina, y será victima de una engaño mientras se encontraba en el proceso de encontrar una esposa.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.