Génesis 29:11 - Printer Friendly

LBLA: Entonces Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.

NBLA: Entonces Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.

NVI: Luego besó a Raquel, rompió en llanto,

RV1960: Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.

JBS: Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz, y lloró.

Cuando Jacob vio a su prima Raquel llegar al pozo con las ovejas de su tío, se volvió muy audaz y se emocionó rápidamente. Sin aparentemente decirle nada a Raquel, Jacob inmediatamente le dio de beber a su rebaño de ovejas (Génesis 29:10). ¡Después besó a su prima y comenzó a llorar como un niño! Jacob parece haberse sentido abrumado por la alegría de haber encontrado tan rápidamente a su familia al llegar a la región, así como de haber hecho contacto con una mujer que posiblemente podría convertirse en su esposa. Después de todo, Isaac lo había enviado para casarse con una de las hijas de Labán (Génesis 28:1–2).

La respuesta gozosa de Jacob es similar a la del criado de Abrahán cuando se dio cuenta de que la joven que había encontrado en un pozo también era un pariente cercano de Abrahán (Génesis 24:22–27).

Besar a un familiar no se habría visto necesariamente como un gesto romántico en esta época. Sin embargo, puede haber parecido extraño prescindir de identificarse primero como un familiar, especialmente cuando se echó a llorar inmediatamente después de hacerlo. Podemos asumir que Raquel estaría bastante confundida.

Génesis 29:1–30 describe la llegada de Jacob a la casa de su tío. Labán estaba feliz de ver a su sobrino, probablemente por primera vez. Jacob se enamoró de la hija más atractiva de Labán, Raquel, y aceptó trabajar para Labán siete años para así poder casarse con ella. En la noche de bodas, sin embargo, Labán cambió traicioneramente a Raquel por su hermana mayor, Lea. Jacob aceptó casarse con Raquel durante la siguiente semana, pero tuvo que prometer que trabajaría para Labán por otros siete años para que esto ocurriera.

El viaje de Jacob desde su casa lo lleva hacia la casa de su tío en Jarán. Jacob se enamora de la hija menor de Labán, Raquel, y acepta trabajar para Labán durante siete años para casarse con ella. Cuando llega el momento, Labán cambió a Raquel por su hermana mayor y menos atractiva, Lea. Jacob se sorprende al descubrir que había consumado el matrimonio con la hermana equivocada. El manipulador Labán le asegura a Jacob que aún podía casarse con Raquel durante la siguiente semana, siempre que trabajara por él por otros siete años. Jacob amaba a Raquel más que a Lea, pero con la ayuda del Señor, Lea le permitió a Jacob tener sus primeros cuatro hijos.

El capítulo anterior nos presentaba a Jacob huyendo de casa para buscar a su tío en Mesopotamia. Esto ocurrió por dos cosas: para escapar de la ira de su hermano Esaú, y para buscar una esposa adecuada entre la familia de su madre. Jacob llegó a casa de su tío Jacob y se enamoró de su hija Raquel. Después de trabajar durante siete años para casarse con ella, su tío engañó a Jacob para que se casara con Lea, la hija mayor. Labán también permitió que Jacob se casara con Raquel a cambio de otros siete años de trabajo. Aunque Jacob no la amaba, el Señor se dio cuenta de la angustia de Lea y le permitió tener cuatro hijos. En el siguiente capítulo, los celos de Raquel desencadenarán una especie de lucha para ver quien de las dos podía tener más hijos.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.