¿Qué significa Génesis 30:15?
LBLA: Pero ella le respondió: ¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿Me quitarás también las mandrágoras de mi hijo? Y Raquel dijo: Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo.
NBLA: Pero ella le respondió: “¿Te parece poco haberme quitado el marido? ¿Me quitarás también las mandrágoras de mi hijo?” “Que él duerma, pues, contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo,” le dijo Raquel.
NVI: Pero Lea le contestó: ?¿Te parece poco el haberme quitado a mi marido, que ahora quieres también quitarme las mandrágoras de mi hijo? ?Bueno —contestó Raquel—, te propongo que, a cambio de las mandrágoras de tu hijo, Jacob duerma contigo esta noche.
RV1960: Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.
JBS: Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.
Comentario del verso:
Raquel le ha pedido a Lea algunas de las plantas de mandrágora que su hijo había encontrado (Génesis 30:14). Aparentemente, se pensaba que las plantas de mandrágora tenían cualidades afrodisíacas y ayudaban contra la infertilidad. Lea pudo tener cuatro hijos con Jacob, pero ahora había dejado de concebir (Génesis 29:31–35). Raquel nunca había podido tener un hijo de forma natural. Sin embargo, ambas pudieron tener hijos a través de sus siervas, algo que formaba parte de una competición que había entre las dos hermanas para ver quién de las dos podía darle más hijos a Jacob (Génesis 30:1–13). De ese modo, cualquier cosa que las ayudara a concebir habría sido un objeto muy codiciado.
Lea responde a la solicitud aparentemente cortés de Raquel con una ira sorprendente y con gran emoción. Incluso después de los años que han pasado y los hijos que Lea le había dado a Jacob, estaba claro que este conflicto no se había resuelto. Es probable que Raquel todavía envidiara a su hermana por los hijos que había dado a luz, y Lea definitivamente estaba abrumada por la constante conciencia de que Jacob amaba a Raquel y no la amaba a ella (Génesis 29:31).
Lo que Lea le dice a Raquel: "me has quitado a mi marido", a la luz de lo que viene a continuación, nos revela que es probable que Jacob ya no estuviera durmiendo con Lea. El deseo que Jacob sentía por Raquel le había dado a Raquel un control total sobre su afecto y atención. Lea se había quedado sola, y no nos sorprende ahora que no estuviera dispuesta a compartir sus mandrágoras, especialmente si creía que podían ayudarle a Raquel a quedarse embarazada y consolidar aún más la preferencia que Jacob sentía hacia ella.
Raquel responde ahora con una oferta reveladora: Lea podría dormir con Jacob por una noche. Esto no solo nos muestra el control que Raquel tenía sobre Jacob, sino que también nos muestra lo desesperada que estaba por cualquier cosa que pudiera ayudarla a quedarse embarazada. La oferta en sí también nos indica claramente que la reciente falta de fertilidad de Lea se debía directamente a la influencia que Raquel tenía sobre Jacob (Génesis 29:35). Lea acabó aceptando la oferta, lo que a su vez nos muestra la desesperación que sentía por volver a quedarse embarazada, así como su entusiasmo por pasar más tiempo con Jacob.
Resumen de contexto:
Génesis 30:1–24 describe el nacimiento de ocho hijos más de Jacob, así como una hija. Raquel no podía tener hijos y por eso su criada finalmente le dio a Jacob dos hijos. Entonces, la criada de Lea también le dio a Jacob más hijos. Más tarde, la propia Lea llegó a tener tres hijos más. Finalmente, Dios recordó a Raquel. Raquel dio a luz a José, y le dio un nombre que se puede entender esencialmente como una oración que tenía el objetivo de que Dios le diera otro hijo más. Cuando termina este capítulo, Jacob tiene 11 hijos, al menos una hija y el plan de regresar a casa con su propia gente.
Resumen del capítulo:
Dios es quien nos permite tener hijos. Dios incluso determina de qué color serán las ovejas y las cabras. Génesis 30 describe el deseo urgente de Raquel y Lea de tener hijos para poder ofrecérselos a Jacob y la manera en que Dios escucha y concede sus oraciones a Su debido tiempo. Además, Dios acaba bendiciendo las inusuales prácticas de Jacob a la hora de criar los rebaños de Labán, permitiéndole a Jacob deshacerse de los planes que Labán tenía para mantenerlo bajo su servicio tanto como le fuera posible.
Contexto del capítulo:
En el capítulo anterior, Labán engañó a Jacob para que se casara con Lea y Raquel y trabajara para él durante un total de catorce años. Dios bendijo a Lea y le permitió quedarse embarazada cuatro veces. Al comienzo de este capítulo, Raquel todavía permanecía estéril mientras que Lea y las dos siervas de Jacob continuaron dándole hijos. Finalmente, Dios respondió a la oración de Raquel y le permitió dar a luz a José. Con su contrato completado, Jacob exigió que Labán lo dejara marcharse para que pudiera volver con su propia gente. Labán se negó y le pidió a Jacob que estableciera los términos para un contrato nuevo. El trato de Jacob, junto con la bendición del Señor y sus prácticas inusuales de reproducción con los rebaños, dio como resultado que Jacob se convirtiera en un hombre rico por derecho propio. Esta riqueza y poder le permitieron finalmente liberarse y regresar a casa.
Resumen del libro:
El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.
Accessed 11/21/2024 5:59:34 PM
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