Génesis 35:26 - Printer Friendly

LBLA: E hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos son los hijos de Jacob que le nacieron en Padán-aram.

NBLA: Hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos son los hijos de Jacob que le nacieron en Padán Aram.

NVI: Los hijos de Zilpá, la esclava de Lea, fueron Gad y Aser. Estos fueron los hijos que tuvo Jacob en Padán Aram.

RV1960: Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Éstos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.

JBS: Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad, y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.

En este pasaje, se registran todos los hijos de Jacob, los cuales están agrupados de acuerdo con quien era su madre biológica. Zilpa era la sirvienta personal de Lea que le había dado su padre Labán (Génesis 29:24). Lea se casó con Jacob solo porque su padre, Labán, engañó a Jacob, quien quería casarse con Raquel (Génesis 29:25–28). La falta de afecto de Jacob por Lea condujo a una rivalidad con Raquel (Génesis 29:30–31). Esto se expresó, en parte, en una competencia para ver quien podía tener más hijos. Tal y como lo hizo Raquel con su sierva, Lea quiso que Zilpa se convirtiera en la esposa de Jacob para que se casara con Jacob y así pudiera tener más hijos. Según las costumbres legales de la época, sus hijos habrían sido considerados como hijos de Lea.

De esta manera, Zilpa dio a luz a Gad (Génesis 30:11) y Aser (Génesis 30:13).

Aparte de Benjamín, el recién nacido de Raquel en la Tierra Prometida de Canaán, los otros 11 hijos de Jacob nacieron todos cuando él vivía y trabajaba con su tío y suegro Labán en Padán Aram.

La lista de hijos se ha completado. Estos 12 comenzarán a cumplir la promesa de Dios de convertirse en múltiples naciones a medida que tengan más hijos y nietos propios.

Génesis 35:16–29 describe algunos de los momentos más duros de la vida de Jacob, después de la gran bendición que Dios le había dado en Betel. Su amada esposa Raquel muere al dar a luz a su duodécimo hijo, Benjamín. Jacob la entierra y construye una columna de piedra para marcar su tumba. A continuación, su hijo primogénito, Rubén, mancha el honor de la familia acostándose con una de las esposas/siervas de Jacob. Aunque Jacob parece no hacer nada, debido a esto, Rubén perderá su primogenitura. Finalmente, el padre de Jacob, Isaac, muere a los 180 años. Jacob y Esaú se reúnen para enterrar a su padre en la cueva de entierro familiar en Mamre. El resto del Génesis explicará la manera en la que el pueblo de Israel terminaría viviendo en Egipto.

Dios le ordena a Jacob que le construya un altar en Betel. Esto cumplirá con las promesas que le hizo a Jacob después de encontrarse con el Señor por primera vez mientras huía de Esaú por miedo a perder su vida. Jacob libera a su familia de todos sus ídolos falsos y luego viaja a Betel. Dios se le aparece de nuevo, reafirmando todas las promesas del pacto. Mientras se están alejando, Raquel muere al dar a luz al duodécimo hijo de Jacob. Su primer hijo, Rubén, se acuesta con Bilá, la sierva y esposa de Jacob, y como resultado pierde su primogenitura. Finalmente, el padre de Jacob, Isaac, muere a los 180 años.

Los recientes acontecimientos provocaron que Jacob comenzara a tenerles miedo a la gente de la tierra donde vivían. Sus hijos masacraron a un pueblo entero para vengarse de la violación de su hermana. Sin embargo, Dios aparentemente usó este derramamiento de sangre para hacer que la gente de la tierra les tuviera miedo a ellos. De este modo, nadie se atrevió a atacar a la familia de Jacob mientras viajaban hacia Betel, construyeron un altar y renovaron su pacto con Dios. Raquel murió dando a luz a Benjamín. El hijo mayor de Jacob se acostó con una de sus siervas, y por eso perdió su primogenitura. Isaac murió, y Jacob y Esaú lo enterraron en la cueva familiar en Mamre. Luego, la historia se enfoca en los hijos de Jacob, principalmente en José, mientras que la familia se vio obligada a mudarse a Egipto.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.