Génesis 35:5 - Printer Friendly

LBLA: Al proseguir el viaje, hubo gran terror en las ciudades alrededor de ellos, y no persiguieron a los hijos de Jacob.

NBLA: Al continuar el viaje, hubo gran terror en las ciudades alrededor de ellos, y no persiguieron a los hijos de Jacob.

NVI: Cuando partieron, nadie persiguió a la familia de Jacob, porque un terror divino se apoderó de las ciudades vecinas.

RV1960: Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob.

JBS: Y salieron, y el terror de Dios fue sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.

En el capítulo anterior, los hijos de Jacob masacraron a los hombres de la ciudad de Siquén en represalia por la violación de su hermana Dina (Génesis 34:25–27), y se quedaron con la riqueza de los siquemitas, sus esposas y sus hijos. Entonces Jacob se asustó enormemente: la gente de la tierra de Canaán podría decidir unirse para destruirlo a él y a su casa entera (Génesis 34:30).

Una vez más, sin embargo, Dios intervino para cumplir Sus promesas y proteger a Jacob y a su familia de cualquier daño. Esta vez, el método de Dios es hacer que el "terror" de Dios cayera sobre la gente de las ciudades de la región. De este modo, no tuvieron valor para perseguir a la compañía de Jacob. Esto implicaba que Jacob tenía razón en el hecho de estar preocupado por la gente de la región que quería matarlos en represalia por su ataque contra Siquén. Dios tuvo que acabar con ese impulso vengativo dejando caer un gran temor por los israelitas en los corazones de aquellos que querían vengarse.

Génesis 35:1–15 describe el cumplimiento de las promesas que Jacob le había hecho al Señor unos veinte años antes. Por aquel entonces, Jacob se encontró con Dios después de haber huido de Esaú (Génesis 27:42). Ahora que Jacob había regresado sano y salvo a Canaán y había resuelto el conflicto con Esaú, Dios le ordenó que construyera un altar en el lugar donde se habían reunido anteriormente. Jacob finalmente liberó a su familia de todos sus ídolos falsos y construyó el altar. Dios se le apareció más tarde, confirmándole una vez más las promesas del pacto. Jacob respondió a la aparición y a la bendición de Dios construyendo una columna de piedra y derramando una libación y aceite sobre ella. Este lugar recibió el nombre de Betel, que significa "casa de Dios".

Dios le ordena a Jacob que le construya un altar en Betel. Esto cumplirá con las promesas que le hizo a Jacob después de encontrarse con el Señor por primera vez mientras huía de Esaú por miedo a perder su vida. Jacob libera a su familia de todos sus ídolos falsos y luego viaja a Betel. Dios se le aparece de nuevo, reafirmando todas las promesas del pacto. Mientras se están alejando, Raquel muere al dar a luz al duodécimo hijo de Jacob. Su primer hijo, Rubén, se acuesta con Bilá, la sierva y esposa de Jacob, y como resultado pierde su primogenitura. Finalmente, el padre de Jacob, Isaac, muere a los 180 años.

Los recientes acontecimientos provocaron que Jacob comenzara a tenerles miedo a la gente de la tierra donde vivían. Sus hijos masacraron a un pueblo entero para vengarse de la violación de su hermana. Sin embargo, Dios aparentemente usó este derramamiento de sangre para hacer que la gente de la tierra les tuviera miedo a ellos. De este modo, nadie se atrevió a atacar a la familia de Jacob mientras viajaban hacia Betel, construyeron un altar y renovaron su pacto con Dios. Raquel murió dando a luz a Benjamín. El hijo mayor de Jacob se acostó con una de sus siervas, y por eso perdió su primogenitura. Isaac murió, y Jacob y Esaú lo enterraron en la cueva familiar en Mamre. Luego, la historia se enfoca en los hijos de Jacob, principalmente en José, mientras que la familia se vio obligada a mudarse a Egipto.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.

Accessed 11/21/2024 4:52:04 PM