¿Qué significa Génesis 36?
Comentario del capítulo:
Génesis 36 nos presenta una lista de la descendencia de Esaú, y se centra en la genealogía y los gobernantes de Edom, la nación que vino de Esaú. El capítulo se inserta en Génesis entre las generaciones de Isaac (Génesis 25:19), que terminaron con su muerte en el capítulo anterior (Génesis 35:28–29), y las generaciones de Jacob, que continúan con la historia de José hasta el final del libro (Génesis 37:1–2).
Tres de las esposas de Esaú parecieron ser las madres de casi todos sus hijos. Curiosamente, los nombres de estas esposas y los padres de los que procedían son algo diferentes de los que aparecieron en Génesis 26:34 y 28:9. Es posible que Esaú tuviera otras esposas o que los nombres de sus esposas cambiaran por alguna razón. Esaú tomó a sus esposas del pueblo cananeo que habitaba en esa tierra. Abrahán insistió en que Isaac no se casara con una mujer cananea. Isaac también le ordenó a Jacob que encontrara una esposa entre sus parientes, quienes no vivían en Canaán. La decisión de Esaú de casarse con estas mujeres pudo haber contribuido al hecho de que finalmente se alejara de su familia
Esaú está asociado con el nombre "Edom" debido a su nacimiento único y un evento que ocurrió en su vida en el pasado (Génesis 25:25, 30). La tierra que gobernaron también tiene un nombre bastante irónico. Esaú era conocido por ser muy peludo (Génesis 27:11), y la palabra "Seir" significa literalmente "peludo" (Génesis 36:1).
Ada, Aholibama y Basemat, esposas de Esaú, dieron a luz a cinco hijos, incluido Elifaz, su primogénito. Estos hijos nacieron todos en la tierra de Canaán. Los hijos de Jacob, en cambio, nacieron todos fuera de la tierra antes de que él regresara a casa. Los de Esaú nacieron en la tierra antes de que trasladara a su familia y todo lo que poseía a la región montañosa de Seir (Génesis 36:2–5).
Este territorio les perteneció anteriormente a los horeos (Génesis 14:6) antes de que los conquistaran (Deuteronomio 2:12). La decisión de alejarse de Jacob cumplió con la profecía de que Esaú se liberaría de la influencia de su hermano (Génesis 27:39–40). Todo eso fue impulsado por la economía, ya que no había suficientes recursos para sustentar a los dos grandes clanes (Génesis 36:6–8).
Este capítulo enfatiza repetidamente que Esaú era Edom. Es decir, el pueblo y la nación edomitas vinieron todos de él. Sus nietos se enumeran de acuerdo con sus padres, y luego se enumeran nuevamente como los jefes o líderes tribales de la tierra de Edom. Uno de los nombres clave en este segmento es Amalec, ya que sus descendientes se convertirían en feroces enemigos de Israel (Éxodo 17:8, 16; Deuteronomio 25:17–19; 1 Samuel 15:2–3). Otra parte de esta lista menciona a los reyes de los horeos (Deuteronomio 2:12) que ocuparon la tierra (Génesis 14:6) antes de que los clanes de Esaú la conquistaran. El texto también nos señala que Edom tuvo reyes mucho antes que Israel los tuviera. Esto se debe a que Israel pasaría más de cuatro siglos en esclavitud (Éxodo 12:40), antes de que llegara la era de los "jueces" (Jueces 12:25). Por lo tanto, los israelitas tuvieron jueces antes que reyes (Génesis 36:9–39).
Finalmente, el capítulo enumera otro conjunto de jefes que pertenecían al pueblo de Esaú, unas regiones que recibieron el nombre de los jefes originales de los clanes que ocuparon cada una de esas áreas (Génesis 36:40–43).
Con el tiempo, la nación de Edom se volvió hostil hacia la nación de Israel (Números 20:14–21; 1 Samuel 14:47; 2 Reyes 8:20). Esto finalmente condujo a la participación de Edom en la derrota y el exilio de Israel, y al juicio de Dios sobre los edomitas (Abdías 1:1–4, 10). La profecía se cumplió cuando los nabateos vencieron a Seir y la nación de Edom se disolvió (Malaquías 1:2–5). Los supervivientes se establecieron en Hebrón, y comenzaron a ser conocidos como los idumeos. Un miembro notable de este grupo fue Herodes el Grande, quien trató de matar a Jesús cuando solo era un niño (Mateo 2:16–18). En el año 70 d.C., los idumeos intentaron unirse a la rebelión judía contra Roma y fueron completamente eliminados y se acabaron extinguiendo como pueblo.
Resumen de contexto:
Génesis 36:1–8 nos ofrece un resumen de lo que le sucedió a Esaú, el hermano gemelo de Jacob. Esaú se llama Edom, que literalmente significa "rojo". Esto proviene del momento de su nacimiento (Génesis 25:25) y un incidente que tuvo con su hermano (Génesis 25:30). La tierra donde finalmente se estableció también recibió un nombre que hacía mención al físico de Esaú; "Seir" significa literalmente "peludo". La nación de Edom creció después de que Esaú se alejara de la familia de Jacob. Dios le dio a Jacob el nombre de "Israel". Con el tiempo, las naciones "hermanas" de israelitas y edomitas se convertirán en enemigos acérrimos. El breve libro profético de Abdías predice un severo juicio sobre Edom debido a cómo trataron a Israel (Abdías 1:1–2).
Génesis 36:9–19 describe las líneas familiares que descendieron de Esaú, quien también era conocido como Edom (Génesis 36:1). Estas fueron familias importantes que se expandieron después de que Esaú se llevara a su familia de Canaán hasta Seir (Génesis 14:6; Deuteronomio 2:12).
Génesis 36:20–30 describe al pueblo que tanto Esaú como su descendencia derrotaron para finalmente tomar el control de su tierra natal (Deuteronomio 2:12). Estas personas eran conocidas como los horeos (Génesis 14:6), quienes eran descendientes de un hombre llamado Seir. Después de la conquista de Esaú, la región se empezó a conocer como Edom (Génesis 36:1).
Génesis 36:31–43 enumera a ocho reyes de Edom, la nación que descendió de Esaú (Génesis 36:1). Aparentemente, todos ellos gobernaron una ciudad diferente. Este pasaje señala claramente que todos los reyes de Edom reinaron antes de que Israel hubiera tenido sus propios reyes. Mientras Edom conquistaba a Seir (Génesis 36:9), Israel tuvo que soportar siglos de esclavitud (Éxodo 12:40). Esto fue seguido por un largo período bajo el mandato de una serie de "jueces" (Jueces 21:25) antes de que designaran a su primer rey (1 Samuel 8:4–5). Finalmente, en esta sección, se enumeran a los líderes del clan. Probablemente, cada uno de ellos representaba a una región específica en la tierra de Edom.
Resumen del capítulo:
Génesis 36 describe las generaciones de Esaú, centrándose principalmente en la genealogía y los gobernantes de la tierra de Edom. En repetidas ocasiones, el capítulo enfatiza que Esaú es Edom, repitiendo así algo que Génesis ya había hecho anteriormente (Génesis 25:25, 30). El pueblo edomita son sus descendientes. Las regiones de la tierra de Edom llevan el nombre de su descendencia. El capítulo se desvía brevemente para ofrecer la genealogía del pueblo horeo (Génesis 14:6) el cual ocupaba la tierra antes de que fuera conquistada (Deuteronomio 2:12). Finalmente, el capítulo enumera a ocho reyes de Edom, junto con los jefes cuyos nombres se asociaban con las regiones que ocupaban sus clanes.
Contexto del capítulo:
Génesis 35 concluye con la muerte de Isaac, y esto marca el final del arco de la historia que se centró en él (Génesis 25:19). Génesis 36 describe brevemente las generaciones de Esaú, el hermano gemelo de Jacob, enumerando sus hijos, nietos y los reyes de Edom, la nación que vino de Esaú. Esto es similar a cómo Génesis 25:12–18 compartió con nosotros el destino de Ismael, otro hijo de un patriarca por el que las promesas de Dios finalmente no llegaron a pasar. Génesis 37 comienza con las generaciones de Jacob, centrándose principalmente en la historia de José.
Resumen del libro:
El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.
Accessed 11/21/2024 12:52:55 PM
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