¿Qué significa Génesis 38:26?
LBLA: Judá los reconoció, y dijo: Ella es más justa que yo, por cuanto yo no la di por mujer a mi hijo Sela. Y no volvió a tener más relaciones con ella.
NBLA: Judá los reconoció, y dijo: “Ella es más justa que yo, por cuanto yo no la di por mujer a mi hijo Sela.” Y no volvió a tener más relaciones con ella.
NVI: Judá los reconoció y declaró: «Su conducta es más justa que la mía, pues yo no la di por esposa a mi hijo Selá». Y no volvió a acostarse con ella.
RV1960: Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció.
JBS: Entonces Judá lo conoció, y dijo: Más justa es que yo, por cuanto no le he dado a Sela mi hijo. Y nunca más la conoció.
Comentario del verso:
Judá se da cuenta de que había caído en una trampa que Tamar le había tendido (Génesis 38:14–19). Sin embargo, más que eso, se da cuenta de que no solo era culpable, sino incluso más culpable que ella misma. Judá admite su culpabilidad por no haber cumplido con su compromiso de casar a su tercer hijo con Tamar (Génesis 38:11). El movimiento desesperado de Tamar fue causado debido al hecho de que ella era una viuda que no tenía hijos; La promesa incumplida de Judá la dejó sin ninguna esperanza de vida.
Es importante darse cuenta de que Judá no dice que Tamar fuera inocente. Las acciones de Tamar no están justificadas en absoluto, en ningún sentido, pero Judá se da cuenta plenamente del papel que él mismo había desempeñado para provocar esta situación. Y, por supuesto, él era al menos el culpable del pecado por el que estaba pidiendo que quemaran a Tamar. En esencia, Judá dice que no importa lo que haya hecho Tamar, su propio pecado había sido mucho peor. Él también era culpable de haber cometido una inmoralidad sexual, así como de haber mentido y abandonado a una mujer viuda.
Las Escrituras no nos dan más detalles sobre la relación que surgió entre Judá y Tamar desde este momento en adelante. Todo lo que sabemos es que Judá no volvió a tener relaciones sexuales con ella. En realidad, no se nos dice si fue aceptada como una esposa de pleno derecho o simplemente fue aceptada en su casa como un miembro más de la familia. A todos los efectos, Judá ha acabado asumiendo la responsabilidad del "levirato" (Deuteronomio 25:5–6) algo que debería haber recaído en su propio hijo (Génesis 38:11).
El plan de Tamar era extremadamente peligroso. En cierto sentido, tuvo la suerte de quedarse embarazada y tuvo la oportunidad de demostrar que Judá había formado parte de todo el entresijo. Una vez más, la historia temprana de Israel está marcada por engaños y revelaciones sorprendentes (Génesis 27:34–35; 29:21–27; 37:23–28).
Resumen de contexto:
Génesis 38:20–26 nos revela el final del plan que Tamar había ideado para obtener lo que le correspondía por haberse quedado viuda. Su suegro, Judá, se negó a cumplir con la tradición del matrimonio levirato y no le concedió a Tamar a su siguiente hijo para que se casara con ella. Entonces, ella se disfrazó de prostituta y se acostó con Judá, algo que al final la llevó a quedarse con su sello y su bastón como pago por sus servicios. Cuando Judá se enteró de que Tamar estaba embarazada y era viuda, exigió hipócritamente que la mataran por haber cometido una inmoralidad sexual de esas características. Al final, Tamar le presentó el bastón y el sello a Judá como prueba de que Judá era el padre del bebé que Tamar llevaba dentro. Judá, por su parte, admitió tímidamente el error que había cometido.
Resumen del capítulo:
Judá, el hijo de Jacob, se casa con una mujer cananea y tiene tres hijos con ella. Su primer hijo se casa con una mujer llamada Tamar, pero Dios lo mata por un pecado que no se nombra. Judá respeta la tradición que se seguía en esos días y decide casar a la viuda de Er con uno de sus hermanos. Onán se aprovecha de la situación solo para tener relaciones sexuales, pero se niega deliberadamente a darle hijos a Tamar. Por lo tanto, Dios también acabó con su vida. Después de que Judá abandonara a Tamar, ella se disfrazó de prostituta y consiguió acostarse con Judá. Cuando Tamar demuestra que estaba embarazada y probó que Judá era el padre, Judá admitió su culpa. Finalmente, Tamar dio a luz a gemelos.
Contexto del capítulo:
Génesis 38 parte desde la historia de José (Génesis 37:26–28) para describirnos lo que sucedió cuando Judá se alejó de su familia en Hebrón y se casó con una mujer cananea. Dos de sus tres hijos fueron ejecutados por Dios, y los dos estuvieron casados con la misma mujer. Cuando Judá decidió abandonarla, ella tramó un plan para engañarlo para que tuviera relaciones sexuales con ella. Después de que se demostrara que él era el padre del escandaloso embarazo de Tamar, Judá le permitió vivir con él y ella dio a luz a los gemelos de Judá. El siguiente capítulo vuelve a centrarse en José y su ascenso social dentro de la sociedad egipcia (Génesis 39:1).
Resumen del libro:
El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.
Accessed 11/22/2024 5:55:52 AM
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