Este versículo reitera, una vez más, que la señal del arcoíris estaba destinada a demostrar la promesa del pacto "perpetuo" que Dios hizo con toda la humanidad y con toda la especie animal. El simbolismo insinuaba la imagen de un arco de batalla "puesto" en las nubes, en lugar de que Dios lo sostuviera en la mano, lo que representaba un período de paz y no de guerra. Esa paz se establece gracias a que Dios prometió no provocar nunca más un diluvio que destruyera a toda la humanidad.

Es importante darse cuenta de que los seres humanos y los animales no han hecho nada para ganarse o merecerse el regalo de la misericordia de Dios de no destruir toda la vida con un diluvio. Dios fue quien estableció el pacto, Dios sería quien mantendría el acuerdo, y fue Dios quien proporcionó una señal para establecer Su promesa. Tal y como aquellos que disfrutaron de la promesa de Dios después del diluvio, nosotros también somos herederos de esa promesa.

Génesis 9:1–17 continúa describiendo la primera interacción de Dios con Noé y sus hijos después del diluvio. Primero, Dios los bendice y les da instrucciones específicas sobre cómo vivir en este "nuevo" mundo. Dios les ordena reproducirse y llenar la tierra, entre otras cosas. A continuación, Dios establece Su pacto unilateral de no destruir la vida en la tierra con un diluvio nunca más, y les ofrece el arco iris como señal de esta promesa.

El capítulo 9 describe la primera interacción que Dios tiene con Noé y sus hijos después del diluvio. Primero, Dios los bendice y les da instrucciones específicas sobre cómo vivir en este "nuevo" mundo. Dios les ordena reproducirse y llenar la tierra, entre otras cosas. A continuación, Dios establece Su pacto unilateral de no terminar nunca más con la vida en la tierra con un diluvio, y les ofrece el arco iris como señal de esta promesa. Finalmente, Noé profetiza sobre el futuro de los descendientes de sus hijos. Todo esto ocurre después de un incómodo episodio en el que Cam les cuenta a sus hermanos que había visto a Noé desmayarse borracho y completamente desnudo.

Los capítulos 6, 7 y 8 describen la manera en que Dios destruyó el mundo con un diluvio. Ahora, en Génesis 9, las Escrituras describen la relación que Dios tuvo con Noé y sus hijos después del diluvio. Primero, Dios los bendijo y les dio instrucciones específicas, incluida la orden de llenar la tierra. A continuación, Dios amplió Su promesa de no volver a eliminar la vida en la tierra con un diluvio. Finalmente, Noé maldijo a Cam y bendijo a Sem y Jafet después de que Cam les contara a sus hermanos que vio a Noé desmayarse borracho mientras estaba desnudo. Los capítulos 10 y 11 harán un esquema de transición de la historia de la humanidad que irá desde Noé hasta Abrahán.

El libro de Génesis establece verdades fundamentales sobre Dios. Entre estas verdades se encuentran Su papel como Creador, Su santidad, Su odio por el pecado, Su amor por la humanidad y Su disposición para proveer para nuestra redención. Gracias a Génesis, aprendemos no solo de dónde viene la humanidad, sino acerca de la razón por la que el mundo es de la manera que es en la actualidad. El libro también nos habla sobre la fundación de Israel, el pueblo elegido de Dios. Muchos de los principios que se ofrecen en otras partes de las Escrituras dependen de las ideas básicas que se nos presentan en el libro de Génesis. Dentro del marco narrativo de la Biblia, Génesis nos explica la historia del origen del universo, el cual nos conduce hacia el cautiverio de Israel en Egipto, lo cual hace las veces de trasfondo para el libro del Éxodo.

Accessed 11/25/2024 1:48:06 AM

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