Hebreos 2:5 - Printer Friendly

LBLA: Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando.

NBLA: Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando.

NVI: Dios no puso bajo el dominio de los ángeles el mundo venidero del que estamos hablando.

RV1960: Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando;

JBS: Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, del cual hablamos.

Algunos grupos judíos creían que los ángeles gobernarían el mundo en los últimos tiempos. Esto incluía a los esenios, la secta que produjo los Manuscritos del Mar Muerto. Sin embargo, según el escritor de Hebreos, las Escrituras que se citaron en los capítulos 1 y 2 demuestran que esto no es así. Aquel que recibe poder y autoridad claramente no es un ángel. En este pasaje, el autor va desde la idea de que el Mesías no es un ángel hasta la evidencia específica de que en realidad es un hombre. Los versículos anteriores dejaron claro que este Mesías Prometido es divino (Hebreos 1:3), pero estos próximos versículos presentan al Mesías Prometido encarnado en un hombre (Hebreos 2:14). Este es un ejemplo útil de cómo los autores del Nuevo Testamento entendieron a Dios como una Trinidad de Padre, Hijo y Espíritu.

El propósito de este pasaje es mostrar que Dios, en la forma de Jesús, se hizo humano para contrarrestar en su plenitud el poder de Satanás que nos lleva hacia la muerte y el pecado. Esto le permitió a Jesús considerar a la humanidad como "hermanos" y hacer las veces de sumo sacerdote perfecto y supremo por y para ellos.

Tal y como señala este versículo, esto no se debe entender como un cambio de tema. Este es el mismo tema del cual estamos hablando [en el libro de Hebreos]". Los siguientes versículos nos proporcionarán más evidencia del Antiguo Testamento. Estas referencias habrían sido especialmente significativas para las personas a las que se dirigía esta carta: los judíos cristianos.

Hebreos 2:5–18 explica por qué el Mesías, Jesucristo, vino en forma de hombre, en lugar de ser un ángel. Para servir como un verdadero ejemplo, tuvo que experimentar nuestro sufrimiento y tentaciones humanas. Al hacerlo, Jesús pudo convertirse en el "Capitán" o el "Fundador" de nuestra salvación; Su resurrección rompe nuestra esclavitud y el miedo que le tenemos a la muerte. Al usar más citas del Antiguo Testamento, el escritor de Hebreos demuestra que esto es exactamente lo que Dios había planeado desde el principio.

El capítulo 2 comienza con una fuerte advertencia sobre los peligros de la apostasía. El capítulo 1 comenzó explicando que Jesucristo ha traído consigo el mensaje de Dios. Este capítulo señala que aquellos que tienen fe en Cristo, pero se desvían de esa verdad, se enfrentarán a terribles consecuencias. El resto del pasaje continúa con el mensaje que ya empezó en el Capítulo 1, usando citas del Antiguo Testamento para demostrar que el Mesías no es un ángel, sino que es un ser superior a cualquier ser creado. De hecho, es idéntico a Dios; y, sin embargo, se volvió completamente humano para servir como nuestro perfecto sumo sacerdote.

Los dos primeros capítulos de Hebreos están destinados a demostrar que Jesucristo es superior a los ángeles. En lugar de ver a Jesús como un ser creado, o un ángel exaltado, debería ser visto como lo que es: alguien idéntico a Dios. Estos dos capítulos utilizan extensas citas del Antiguo Testamento para demostrar esto mismo. Los primeros versículos del capítulo 2 presentan la primera de varias advertencias que aparecen dentro del libro de Hebreos sobre los peligros de la apostasía. Los capítulos posteriores nos demostrarán que Cristo también es superior a todos los demás profetas, líderes espirituales y sacerdotes.

El libro de Hebreos está destinado a desafiar, animar y darles fuerza a los creyentes cristianos. Según esta carta, Jesucristo es superior a todos los demás profetas y a todas las demás afirmaciones que existen sobre la verdad. Dado que Dios nos ha dado a Cristo, debemos escuchar lo que Él dice y no retroceder. Las consecuencias de ignorar a Dios son espantosas. Hebreos es importante ya que se basa en muchas porciones del Antiguo Testamento para defender que Cristo es la máxima y perfecta expresión del plan que Dios tenía para la humanidad. Este libro presenta algunas ideas difíciles sobre la fe cristiana, algo que el autor enfatiza en varias ocasiones.