¿Qué significa Hebreos 6:4?
LBLA: Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
NBLA: Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
NVI: 4-6 Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a la vergüenza pública.
RV1960: Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
JBS: Porque es imposible que los que una vez recibieron la luz, y que gustaron aquel don celestial, y que fueron hechos partícipes del Espíritu Santo;
Comentario del verso:
Hebreos 6:4–6 se encuentra entre los pasajes más incomprendidos de todo el Nuevo Testamento. Sin una comprensión clara del contexto, estos versículos parecen contradecir directamente la doctrina de la seguridad eterna. Las referencias que aparecen en los versículos 5 y 6 sobre la apostasía y la falta de restauración se pueden malinterpretar fácilmente para implicar que la salvación no es eterna; y, sin embargo, la Biblia no debe leerse como una lista de frases que no tienen relación entre ellas. Cada palabra, cada verso y cada frase deben considerarse como parte de un todo. Considerar estas palabras, desde esa perspectiva, cambia enormemente la forma en que se interpretan.
Primero, necesitamos mantener el contexto completo de la Biblia. Según las Escrituras, nuestra salvación está asegurada eternamente (Juan 10:28–30). Así como la salvación no se gana a través de las obras (Romanos 3:20; 11:6), tampoco se puede perder debido a las obras (1 Juan 1:9). Entonces, una vez que una persona se salva legítimamente, se salva para siempre. El libro de los Hebreos se dirige a los cristianos, y la redacción de este versículo respalda esta conclusión. Aquellos que "han saboreado el don celestial" (Efesios 2:8) y que "tuvieron parte en el Espíritu Santo" (Efesios 1:13–14; Gálatas 3:2) son verdaderos creyentes.
En lugar de perder la salvación, los versículos 4, 5 y 6 describen las posibles consecuencias de tener una fe inmadura y atrofiada; tal condición nos deja vulnerables a la misma desobediencia que fue impulsada por la duda que Israel experimentó en el desierto (Números 13–14). Esto se trató en los capítulos 3 y 4 de Hebreos (Hebreos 3:12–19; 4:11). Los cristianos que pierden su confianza en Dios y dudan de las doctrinas fundamentales, implícitamente se ponen de lado de la idea de que Cristo debería haber sido crucificado y que lo que dijo no era verdad (Hebreos 6:6). Una vez que una persona alcanza ese estado, no hay nada que nadie pueda hacer para traerla de vuelta hacia una fe viva y activa. Esto es similar a los temas que se describen en lugares como Proverbios 29:1 y 1 Juan 5:16–17.
Sin embargo, Dios no es un hombre, ni está limitado como los hombres (Lucas 18:27). El método de Dios para alcanzar a un cristiano de estas características se presenta de manera simbólica más adelante en este capítulo (Hebreos 6:7–8). Cuando un campo deja de producir, se usa fuego para purificarlo, lo cual se entiende a menudo como un símbolo del juicio de Dios (Hebreos 10:26–27). El campo no se destruye, pero sí se le trata con dureza. Este, nuevamente, es el mismo patrón que se ve en Éxodo cuando Israel se vio obligado a vagar durante cuarenta años por el desierto. La duda condujo a la desobediencia, al juicio, produjo cambios y acabó resultando en obediencia y restauración.
Una interpretación alternativa es que estos versículos traen a colación la pérdida de la salvación, pero solo como una teoría. Según este punto de vista, el autor pretende mostrar que la pérdida de la salvación es imposible porque implicaría una re-crucifixión de Cristo. Esto puede entenderse como algo razonable, pero no parece ajustarse al contexto ni a la explicación que se dio antes.
Resumen de contexto:
Hebreos 6:4–8 se cita con frecuencia por aquellos que dudan de la doctrina de la seguridad eterna más que cualquier otro pasaje del Nuevo Testamento. Por esa razón, se puede decir que estas palabras son unas de las más malinterpretadas del Nuevo Testamento. Tomado en contexto, este pasaje representa una advertencia para los cristianos sobre las posibles consecuencias que acarrea tener una fe superficial e inmadura. Aquellos que caen en la duda y la desobediencia no pueden ser "restaurados", excepto por el fuego del juicio de Dios. Hay un fluir natural en esta parte de Hebreos: desde la inmadurez espiritual, y sus consecuencias, hacia la confianza que debería inspirar nuestro crecimiento.
Resumen del capítulo:
El capítulo 6 sigue explorando los peligros de tener una fe superficial e inmadura. En lugar de intentar volver a explicar los conceptos más básicos, el autor tiene la intención de seguir adelante. Según este pasaje, una fe superficial abre los riesgos de la duda, el desánimo y la desobediencia, y también nos pueden conducir hacia una situación en la que la única esperanza de restauración se diera a través del juicio, tal y como lo experimentó Israel durante sus cuarenta años deambulando por el desierto. Dado que nuestra esperanza está anclada en la naturaleza demostrada, inmutable, perfecta y absoluta de Dios, debemos tener confianza y paciencia, en lugar de tener miedo.
Contexto del capítulo:
En el capítulo 6 se nos termina de hacer una advertencia que ya comenzó a compartirse durante los últimos versículos del capítulo 5. El autor de Hebreos quiere comunicarnos algunas ideas que son bastante profundas, pero tiene sus dudas sobre si los lectores estarán preparados para entenderlas. Sin embargo, la única opción es seguir adelante. De hecho, ya no hay tiempo para volver a afianzar los fundamentos de la fe. La inmadurez espiritual impide el crecimiento, lo cual conduce hacia la duda, al desánimo y, finalmente, hacia el juicio de Dios. Las personas que solo se dedican a arañar la superficie del cristianismo y luego caen en la desobediencia, no pueden ser restaurados hasta que hayan experimentado las consecuencias de sus acciones a través del juicio de Dios. Para evitar cometer ese error, debemos confiar en las promesas absolutas de Dios y en la obra de Cristo mientras buscamos pacientemente Su sabiduría divina. El capítulo 7 retomará de nuevo el tema del sacerdocio de Melquisedec.
Resumen del libro:
El libro de Hebreos está destinado a desafiar, animar y darles fuerza a los creyentes cristianos. Según esta carta, Jesucristo es superior a todos los demás profetas y a todas las demás afirmaciones que existen sobre la verdad. Dado que Dios nos ha dado a Cristo, debemos escuchar lo que Él dice y no retroceder. Las consecuencias de ignorar a Dios son espantosas. Hebreos es importante ya que se basa en muchas porciones del Antiguo Testamento para defender que Cristo es la máxima y perfecta expresión del plan que Dios tenía para la humanidad. Este libro presenta algunas ideas difíciles sobre la fe cristiana, algo que el autor enfatiza en varias ocasiones.
Accessed 11/5/2024 3:35:16 AM
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