Hebreos 7:26 - Printer Friendly

LBLA: Porque convenía que tuviéramos tal sumo sacerdote : santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos,

NBLA: Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y exaltado más allá de los cielos,

NVI: Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.

RV1960: Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;

JBS: Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.

Según el autor de Hebreos, tiene sentido que el plan final de Dios para nuestra salvación involucrara a un sumo sacerdote que sea eterno, sea exaltado y no tenga pecado. La esencia de este pasaje ha sido la superioridad del sacerdocio de Jesús con respecto al del Antiguo Pacto (Hebreos 7:22). Una de las ideas de las que se ha estado hablando es que el sacerdocio del Antiguo Pacto no fue prometido con un juramento (Hebreos 7:20), mientras que Jesús recibió esa promesa de Dios (Hebreos 7:21). Los sacerdotes solo podían servir hasta la muerte (Hebreos 7:23), mientras que Cristo está vivo para siempre (Hebreos 7:16). Los versículos posteriores también mencionarán el hecho de que los sacerdotes humanos tienen que ofrecer sacrificios por sus propios pecados (Hebreos 7:27), mientras que Jesús no tiene pecado (Hebreos 4:15), y que los sacrificios de animales nunca pueden igualar el sacrificio único y perfecto ofrecido por Jesús en la cruz (Hebreos 9:11–14).

Este versículo resume la idea general de este pasaje: que Jesús es el cumplimiento perfecto y completo del papel prometido de sumo sacerdote por parte de Dios. Todos los atributos de Cristo que se enumeran aquí corresponden a los atributos que se le han asignado a Jesús en otras partes del libro de Hebreos, así como en el Nuevo Testamento. Jesús es "Hijo del Dios viviente" (Juan 6:69). Él es "inocente" y está "sin pecado" (2 Corintios 5:21). Está "separado" de los pecadores, en el sentido de que fue tentado sin caer en pecado (Hebreos 4:15); y Jesús es "exaltado" por Dios (Filipenses 2:9).

Un tema fundamental de Hebreos es la confianza que debemos tener en Jesucristo. La razón para argumentar que Jesús posee un sacerdocio superior es para animar a los creyentes a no desvanecerse bajo la persecución. En lugar de apartarnos o regresar al sistema imperfecto del judaísmo, debemos estar dispuestos a "mantenernos firmes" en el evangelio (Hebreos 3:6).

Hebreos 7:11–28 amplía los argumentos anteriores relacionados con el sacerdocio de Jesucristo. Aquí, el autor muestra cómo el sacerdocio de Jesús es superior al de la Ley del Antiguo Testamento. Éste usa la figura de Melquisedec como modelo. El sacerdocio de Cristo es impecable, perfecto, interminable y como tal lo ha decretado Dios. El sacerdocio levítico era temporal, defectuoso, imperfecto y no podía durar para siempre. Esta mejor promesa, en Cristo, está ligada a la confianza que tenemos en Él como creyentes.

Cuando Abrahán se reunió con Melquisedec en el Antiguo Testamento, lo honró con diezmos. Esto muestra que Abrahán reconoció la superioridad de Melquisedec. Dado que el Antiguo Pacto no era perfecto, el cual estaba basado en sacerdotes y sacrificios de carácter limitado, es inferior al sacerdocio de Melquisedec, el cual es interminable. Jesucristo cumple la promesa de Dios de establecer un sacerdote "eterno" de una manera que satisfaga perfectamente nuestras necesidades.

Los capítulos 5 y 6 se desviaron del tema principal para presentar una advertencia sobre la infidelidad y la apostasía. El capítulo 7 vuelve al tema de Melquisedec, quien representa un momento misterioso pero importante en la historia del Antiguo Testamento. Aquí, el autor nos mostrará cómo Melquisedec era superior a Abrahán, y que el sacerdocio de Melquisedec es superior al de Aarón. Esto nos dirige hacia los siguientes capítulos, los cuales muestran cómo Jesucristo cumple perfectamente con nuestra salvación en formas que el Antiguo Pacto no podía hacerlo.

El libro de Hebreos está destinado a desafiar, animar y darles fuerza a los creyentes cristianos. Según esta carta, Jesucristo es superior a todos los demás profetas y a todas las demás afirmaciones que existen sobre la verdad. Dado que Dios nos ha dado a Cristo, debemos escuchar lo que Él dice y no retroceder. Las consecuencias de ignorar a Dios son espantosas. Hebreos es importante ya que se basa en muchas porciones del Antiguo Testamento para defender que Cristo es la máxima y perfecta expresión del plan que Dios tenía para la humanidad. Este libro presenta algunas ideas difíciles sobre la fe cristiana, algo que el autor enfatiza en varias ocasiones.